El ex jefe de la PFA en Santa Fe, quien dijo que había sido baleado en un presunto intento de robo, quedó detenido, junto al segundo de la delegación. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich había hablado de “ataque mafioso”.
La Delegación Santa Fe de la Policía Federal, comisario Mariano Valdés, quien había denunciado que lo balearon el pasado 9 de septiembre cuando transitaba la autopista Rosario-Buenos Aires junto a una compañera, fue detenido este viernes a la tarde.
Además de Valdés, quedó arrestado el segundo en jerarquía de la delegación santafesina de la PFA, el subcomisario Alberto Bellagio, y ambos serán imputados la semana próxima por posible incumplimiento de los deberes de funcionario público.
“El motivo es el incumplimiento de los deberes de funcionario público que se fueron detectando en el transcurso de la investigación”, dijo uno de los fiscales del caso, Matías Edery.
De acuerdo a la investigación, Valdés y el subcomisario Bellagio habrían modificado la escena del hecho ocurrido la noche del 9 de septiembre pasado en la autopista Rosario-Buenos Aires a la altura de la localidad santafesina de Villa Constitución.
El jefe policial declaró que esa noche regresaba de la ciudad de Buenos Aires a Santa Fe junto a la suboficial Roxana González cuando se detuvo en la banquina para cambiar la yerba del mate.
Según Valdés, una camioneta negra o gris paró delante de ellos y tres personas encapuchadas bajaron y comenzaron a dispararle.
También dijo que se trató de “un robo al voleo” por cuanto uno de los atacantes habría dicho “dame todo” antes de abrir fuego.
El comisario recibió dos heridas, en la ingle y el brazo derecho, que no revistieron gravedad para su salud.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó el ataque como “un atentado mafioso” vinculado al narcotráfico, uno de los delitos que investigan las fuerzas federales.
Sin embargo, esa hipótesis perdió fuerza con el correr de la investigación y las “inconsistencias” en las declaraciones brindadas a la Fiscalía por Valdés y su compañera González.
Entonces, Bullrich decidió separar del cargo a los policías por “mentir”, al considerar que faltar a la verdad constituye “una falta grave”.
De acuerdo a los elementos incorporados a la investigación, el fiscal Edery dijo este viernes en rueda de prensa que el ataque tuvo otras características.
“La escena del hecho se produce atrás del auto, no al costado. El comisario se habría bajado, habría tenido un encuentro con personas que conocía, primero una charla, luego una discusión y con posterioridad el enfrentamiento que termina con él herido”, precisó.
Añadió que “el enfrentamiento se da afuera (del auto) y termina adentro, con el comisario repeliendo (el ataque) y entrando al auto porque le estaban disparando”. Voceros de la investigación no descartan una interna policial, hipótesis que se barajó desde el inicio.
Uno de los elementos que hizo dudar a los pesquisas es que uno de los disparos recibidos por Valdés habría sido realizado a corta distancia, por lo que se barajó la posibilidad de una discusión con la suboficial González, que lo acompañaba.
Sin embargo, el fiscal descartó esa hipótesis al asegurar que “en principio, (González) no tuvo ninguna participación” en el hecho, del cual sólo “es testigo”.
Valdés y Bellagio fueron detenidos en la sede de la PFA de la ciudad de Santa Fe, durante un allanamiento ordenado por la Justicia ordinaria y efectivizado por las Tropas de Operaciones Especiales de la Policía local.
El fiscal explicó que “se detectaron faltante de elementos y evidencias en la escena del hecho, y esto sería por la participación de personal de la fuerza, dentro de los cuales hemos podido determinar a ellos dos”.
Agregó que el subcomisario Bellagio, número dos de la PFA en Santa Fe, “se acerca con posterioridad a la escena del hecho, esa misma noche”, y la habría modificado para hacerla coincidir con la declaración que unos días después brindaría Valdés.
La principal hipótesis de la Fiscalía es que el ataque existió, pero no como lo relató la víctima, quien aparentemente conocía a las personas que le dispararon.