En el informe elaborado por el observatorio, que depende del Ministerio de Agroindustria, dan cuenta de una caída del consumo de leche anual per cápita de 176 litros lo que representa una caída del 7,4% respecto a los 190 litros del año 2018.
La merma deriva de la pérdida de poder adquisitivo por parte de importantes sectores de la población y los aumentos de casi el 93 por ciento en la mayoría de las leches y sus derivados. Aproximadamente el 5% de las empresas procesa más del 70% de la materia prima, en especial aquellas orientadas a producir productos frescos y leche en polvo. Asimismo, dada sus necesidades de abastecimiento de leche cruda, cuentan con plantas de enfriado distribuidas en sus zonas de influencia.
Aumentos desmedidos y caída de la producción
En septiembre de este año , la leche en sachet se incrementó un 10 por ciento, según el relevamiento que realizó asociación de consumidores Deuco. En el mismo sostienen que La Serenisima, quien pose un 90% de la comercialización, aumentó los precios en los productos derivados de la leche hasta un 42,9% entre mayo y octubre de este año.
La manteca, por 100 gramos, pasó de $49 a $67,50 (37,8%), mientras que la de 200 gramos pasó de $83,70 a $116,40 (39 %). El dulce de leche de 400 gramos, que pasó de 71 a 95,40 pesos (34%); la crema en leche de 200 centímetros cúbicos, de $58 a $77,50 (33,5%); la leche en polvo deslactosada, de $211 a $299,80 (42%); la manteca light untable de 200 gramos, de $119,40 a $166 pesos (39%); la leche en polvo en bolsa de 200 gramos, de 69,60 a 99,50 pesos (42,9%); y el queso rallado, de 37,80 a 51,30 (35,7%).
Los quesos, por su parte, subieron este fin de semana hasta un 15%. En la lista que difundió Deuco, los quesos más caros registrados son el provolone y el reggianito, cuyo precio pasó de $824 a $948 en agosto, siendo un 15% el incremento en ambos casos.
