La planta se encontraba bloqueada por manifestantes que protestan contra el gobierno de la autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez, y los agentes de seguridad dispararon granadas de gas lacrimógeno para despejar el camino hacia la planta de Senkata, en El Alto, pese a que los manifestantes aseguraron que accedieron a permitir el paso de la caravana.
Tras las primeras señales de desabastecimiento de combustible y gas en La Paz, la operación conjunta de militares y policías reprimió a los manifestantes que habían tomado la planta de El Alto, en protesta al gobierno de facto, con un saldo de al menos un muerto y dos heridos.
Luego que policías y militares lograron retomar el control de la entrada y salida de camiones de la planta, el canal de televisión ruso RT mostró cómo las corridas y la represión continuaron, las fuerzas de seguridad disparando balas y gases lacrimógenos.
Un operativo militar en la planta de Senkata deja al menos un muerto
Militares y policías provocaron al menos un muerto y dos heridos durante el operativo que realizaron este 19 de noviembre pic.twitter.com/sEbWXD9ZoT
— RT en Español (@ActualidadRT) November 19, 2019
En declaraciones a RT, el médico que le prestó los primeros auxilios a uno de los fallecidos, expresó: “Para mí es preocupante y lastimoso ver a un compañero morir de esa forma, porque murió en mis manos”. Además, señaló que la víctima tenía un disparo en el corazón.
"Es bien preocupante ver a un compañero morir de esta forma, porque murió en mis manos", dice médico en la planta de Senkata en El Alto, Bolivia@Guaitafran pic.twitter.com/f5ATCYdnNC
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Asamblea en El Alto
Desde el inicio de esta semana, un cabildo abierto de juntas vecinales del departamento de El Alto aprobó cercar La Paz y evitar la llegada de combustibles y algunos alimentos, para presionar a Áñez para que renuncie y se busque una salida constitucional a la crisis desatada por la la forzada renuncia del presidente Evo Morales, la perpetración de un golpe de Estado y su posterior exilio en México.
La falta de combustible que provocó el cerco alrededor de La Paz derivó en la reducción de las frecuencias del transporte público en la capital, mientras se multiplican los signos de desabastecimiento de productos de primera necesidad por los problemas de distribución.
Morales fue forzado a renunciar a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre, cuando los mandos de las Fuerzas Armadas le recomendaron que dimita, en medio de quemas de casas de funcionarios y denuncias de presuntas irregularidades en los comicios del 20 de octubre que le dieron la reelección al líder indigenista por diez puntos de ventaja.
Posteriormente, Áñez asumió la presidencia en una sesión parlamentaria sin quórum y con la misión de convocar a nuevas elecciones en el plazo más breve posible, cosa que hasta el momento no hizo.
Desde México, tras conocerse que las fuerzas de seguridad volvieron a reprimir a manifestantes que exigían la renuncia de Áñez, Morales pidió desde su cuenta de Twitter a “los militares patriotas y nacionalistas dejar de usar contra nuestros hermanos bolivianos el equipamiento que les dotamos con recursos conseguidos gracias a la lucha del pueblo. Que las Fuerzas Armadas no manchen su honor con la sangre del pueblo por sostener a un gobierno de facto”.
Pido a los militares patriotas y nacionalistas dejar de usar contra nuestros hermanos bolivianos el equipamiento que les dotamos con recursos conseguidos gracias a la lucha del pueblo. Que las FFAA no manchen su honor con la sangre del pueblo por sostener a un gobierno de facto.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 19, 2019
Fuentes: RT | Télam