La segunda Marcha de la Gorra de Rosario se realizó este jueves por la tarde y unió la Plaza 25 de mayo con la San Martín. Una importante cantidad de organizaciones impulsó la movida, que tuvo como protagonistas a los pibes y las pibas de las barriadas populares. La consigna fue contundente: “Tu seguridad nos limita, nuestra resistencia es infinita”.

La pibada de los barrios populares comenzó a llegar a las 15,30 a la Plaza 25 de Mayo (Córdoba y Laprida). Algunos tocaban los bombos, otros rapeaban en un banco de la sombra, colgaban las banderas y hasta se refrescaban en las fuentes de agua que se encuentran en los extremos de la Plaza. Mientras corrían de un lado a otro del espacio para mojarse, llevaban en su mano una mochila, una remera y una bolsa repleta de pañuelitos lista para ser vendida en cada esquina de la ciudad.

Foto: Dante Basso

Sin embargo, la Marcha de la Gorra colocó a los pibes y a las pibas en el centro de la ciudad para otra cosa que no es, precisamente, la de vender pañuelos descartables. Esta vez, los barrios populares se movilizaron para mostrar que tienen algo para decir, y que ese decir implica también poner el cuerpo, recorrer las calles, tocar los bombos, cantar sus raps pero sobre todo, exigir por sus derechos.

Foto: Dante Basso
Foto: Dante Basso

“Ellos usan la gorra, nosotros usamos visera. Marchamos porque sentimos que no nos protegen. Para lo único que sirve el sistema es para oprimirnos, para pegarnos o para maltratarnos”, explicó Pascual Gimenez, perteneciente a la agrupación Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) del Barrio Empalme. Respecto al peso simbólico de la visera, Luz Olazagoitía, de la organización Causa, nacida hace quince años en Villa Banana, aclaró que la gorra para ellos simboliza juventud, y que la movilización tiene como criterio básico que “los pibes y las pibas puedan salir a mostrar que la ropa que usan, que la música que escuchan, que el barrio al cual pertenecen no necesariamente son sinónimos de delincuencia”.

Llegadas las 18, se dio inició la movilización que transitó por calle Santa Fe, hasta la altura de Dorrego, asentándose en la puerta de la Sede de Gobernación. Entre las organizaciones presentes, estuvieron La Garganta Poderosa, MTE, Barrios de Pie, Amsafe, MST, FUR y Causa. Las agrupaciones políticas y sociales que estuvieron presentes trabajan día a día para construir un vínculo con los adolescentes y jóvenes que habitan los barrios principalmente con el objetivo de que estos puedan reconquistar aquellos derechos que les fueron arrebatados y atreverse a soñar con otros nuevos.

Foto: Dante Basso

Foto: Dante Basso

Foto: Dante Basso

La Marcha de la Gorra implicó no sólo la irrupción de los barrios populares en el centro de la ciudad, sino también el encontronazo de los jóvenes que, a pesar de pertenecer a distintos espacios, sufren las mismas violencias. Encontrarse “significa saber que no estamos solo y que no somos un solo barrio lo que lo sufrimos”, dijo al respecto Pascual Giménez. El motivo fue ”reunirnos en el espacio público, ocuparlo de una manera festiva y mostrar que la realidad de un pibe o piba de Villa Banana es la misma realidad que un pibe o piba de Empalme Granero, de Nuevo Alberdi, de La Tablada, de San Martín Sur o de cualquier barrio”, señaló, por su parte, la integrante de Causa.

Celeste Itati, trabajadora de la asociación civil “Vientos de Libertad” , manifestó que “estas situaciones demuestran que los jóvenes de los diferentes barrios vivimos las mismas violencias, nos atraviesan las mismas problemáticas y que por lo tanto, a esos problemas comunes lo que hay que hacer son soluciones comunes y la única forma de crearlas es encontrándonos”. Y agregó: “Para nosotros implica salir del barrio y poder demostrar lo que somos.  Queremos romper los prejuicios que tiene la sociedad, que construyen los medios masivos de comunicación y la clase gobernante y poder demostrar nuestra dignidad, nuestro orgullo de ser cartoneros, de ser trabajadores de la economía popular, de ser pibes y pibas”.

Foto: Dante Basso
Foto: Dante Basso

En un contexto donde las políticas del actual gobierno nacional se destinan a aumentar presupuesto al Ministerio de Seguridad y reducir hasta eliminar ministerios como el de Trabajo o Salud, los pibes y las pibas no pueden salir ilesos de esta situación. La saturación de la presencia de las fuerzas de seguridad en los barrios populares no hace más que incrementar la inseguridad, el temor y los casos de gatillo fácil. “Marchamos por las 6.564 víctimas de gatillo fácil según información de la CORREPI, marchamos porque se financia la compra de armas Taser mientras faltan bancos y sillas en las escuelas, medicamentos en los dispensarios y obras sanitarias en los barrios, marchamos porque invierten millones en patrulleros inteligentes y nos recortan los ya miserables presupuestos para el abordaje de los consumos problemáticos, marchamos contra la Doctrina Chocobar promovida por el gobierno de Macri y la ministra Patricia Bullrich”, se escuchó este jueves durante el comunicado que fue leído por los y las jóvenes.

La movilización se presenta así como un día donde la gorra (mejor dicho, la visera) dejó de ser un sustantivo para pasar a construir sujetos políticos que copan las calles mostrando quienes son, qué hacen y que reclaman.  Un día donde los muchos que caminan enfilados desde el monumento hasta Gobernación lo hacen con una seguridad que en el barrio siempre falta: son tantos que no podrán, al menos hoy, requisarlos, maltratarlos o vulnerarlos.

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