La aprobación del Presupuesto, el aumento en los tributos, las atribuciones para que el Ejecutivo regule la tarifa del boleto y la resignación de un porcentaje de sus sueldos, dividió al cuerpo de ediles en un cierre de año picante.
El Concejo terminó el año legislativo a toda orquesta, como en los conciertos, con un final bien arriba. Con ese ímpetu, se vienen tributaciones, servicios y boleto para el 2020, tal como se deduce de la última sesión del año que movió varias fichas del tablero. Así, se aprobó el Presupuesto General de Cálculos y Recursos, hubo modificaciones a la Ordenanza General Impositiva y se delegaron facultades al Ejecutivo para que fije cuatro aumentos en la tarifa del Transporte Urbano de Pasajeros. ¿Botones de muestra? La Tasa General de Inmuebles (TGI) subirá un 60 por ciento y los ediles resignarán el 30 por ciento de sus sueldos. La próxima sesión extraordinaria será el próximo 27 de febrero.
El Presupuesto Municipal 2020 prevé erogaciones por 36.700 millones de pesos, y recursos por 34.864 millones. ¿Prioridad de los gastos? El 57 por ciento tendrán contenido social, mientras que para el 50 por ciento los recursos se cuenta con lo recaudado por la TGI y el Derecho de Registro e Inspección (Drei). Los esfuerzos tienen un dato insoslayable: un déficit de 4 mil millones de pesos.
Entre las medidas, votadas en plena madrugada del 24, también está el permiso para la emisión de Letras del Tesoro y un régimen de regulación de deudas por moratoria impositiva que incluye multas, excepto las graves de tránsito. Además, se creó una nueva categoría de TGI para los barrios privados de loteos cerrados. Se trata del Radio 7, que incluye los countries Tenis, Lago, Carlos Pellegrini y Palos Verdes, que tributarán un 15 por ciento arriba del Radio 5. En la actualidad, el Radio top es el 6 y corresponde a Puerto Norte.
Además, como innovación, se aprobó la publicidad en la red pública de bicicletas para financiar y amortizar en lo posible el sistema, con el objetivo de llevarlo a ser gratuito. También se aprobó el incremento de partidas para la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, reduciendo para ello los fondos asignados a Entes municipales descentralizados cuyos montos fueron objeto de críticas.
Las medidas citadas forman parte de siete ordenanzas que se pulieron como tallas en hielo durante horas. Así se lograron las versiones finales de: Modificaciones al presupuesto 2020, Régimen de Regularizaciones de Deudas, Emisión de Letras de Tesorería, Modificación de la Ordenanza General Impositiva, Presupuesto de Gastos y Recursos Ejercicio 2020, Facultad al Ejecutivo para incrementar el valor del TUP y Refuerzo de partidas presupuestarias de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana.
Las normas fueron aprobadas con distintos niveles de aceptación. En varios casos hubo unanimidad, pero también disidencias. A modo de ejemplo, la Ordenanza General Impositiva que aumenta la TGI se aprobó con 25 votos a favor, mientras que las tres bancas del Frente de Todos votaron en contra. En la misma norma, la bancada de Cambiemos aprobó en general pero se opuso en los artículos que crean el nuevo Radio de tributación número 7.
Mientras que en las ordenanzas que autorizan a la emisión de Letras y la regularización tributaria, que incluye también multas, hubo adhesión unánime. El Presupuesto, en tanto, se aprobó en forma general, pero cosechó votos en contra en diferentes artículos. La delegación de facultades al Ejecutivo para el aumento del boleto, tampoco fue un hueso fácil de roer y se impuso con 16 votos a favor y 8 en contra (Frente de Todos, Juntos por el Cambio y UCR), y 4 abstenciones de Ciudad Futura.
Cada una de las diferencias en las votaciones estuvo precedida de extensas intervenciones en la sala de Sesiones, que justificaban las posiciones a la hora de levantar o no la mano. Sin contar, claro está, las reuniones con las que se buscó consenso durante toda la jornada. Justamente la búsqueda de acuerdos imprimió una dinámica particular pero no desconocida en cada uno de los finales de año. En esta ocasión, con un par de temas fuertes y un contexto económico y social en modo emergencia, le dieron un tinte especial al cierre legislativo.
“Se aprobó un tarifazo sin segmentación y se avanzó por más tiempo en la delegación de funciones para aumentar el boleto, algo que fue negativo para Rosario”, dijo el concejal Eduardo Toniolli, del Frente de Todos. Y profundizó la lectura política de las medidas propuestas como iniciativas. “Fue una operatoria muy bien orquestada entre oficialismo y aliados de derecha y de izquierda para desviar la atención, para que se hablara de esas medidas durante toda la jornada y así aprobar tarifazos y boletazos”.
La saga
Igual que la naturaleza, la sociedad cumple ciclos, los legislativos entre ellos y cada uno de esos finales no suele pasar inadvertido. ¿Por qué? Porque es justamente la ocasión de barajar y dar de nuevo en aspectos medulares como gastos y recursos en la administración de una ciudad, de vinculación directa con la vida cotidiana de los rosarinos.
Pero el cierre 2019 tuvo un plus ultra: encauzar el desmadre de las variables económicas y sociales, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec); tarea que, por delicada y extrema, generó altísimas temperaturas en las Legislaturas de los tres niveles del Estado: nación, provincia y municipio. Como universos paralelos, en cada uno de ellos las declaraciones de emergencia y sus medidas concomitantes fueron la agenda ineludible y los titulares en los medios de comunicación, ocultando o haciendo visibles las causas que llevaron a configurar la situación social y económica con la que concluye 2019. ¿Cómo se dio esta discusión a nivel local? A dos vías: un pedido de austeridad por parte del intendente Pablo Javkin y una profunda discusión de medidas en el Palacio Vasallo.
Así, el Concejo local cerró su ciclo anual exprimiendo cada una de las jornadas del fin de diciembre. El lunes 23 fue el Día D, en el que debían quedar aseguradas “las herramientas para la nueva gestión que comienza del intendente Javkin”. Un mantra que se repitió hasta el cansancio. Agotamiento como el que tuvieron ediles, asesores y el personal del Palacio Vasallo durante 24 horas sin interrupción. Las reuniones de Comisiones arrancaron a las 8 de esa jornada y terminaron a las 7.30 del día 24.
Con el sol ya brillando, y después de que la tierra diera una vuelta completa sobre sí misma, los ediles concluyeron su tarea. Durante ese tiempo, los medios de comunicación pugnaron por conocer cómo se iban desenvolviendo las alianzas para obtener votos a favor. Algo así como ir transmitiendo el minuto a minuto intra muros. La pesquisa cesó después de las 20, hora prevista para el inicio de sesión, que recién se concretó a las 3.45 de la madrugada.
Fumata blanca mediante, con el Presupuesto y los aumentos aprobados, los ediles fueron saliendo del Palacio Vasallo cuando el reloj daba las 7.30. En ese momento llegaron las primeras evaluaciones. La presidenta del Cuerpo, la radical María Eugenia Schmuck, puso un signo positivo al balance, “con unanimidad en varios de los temas, amplias mayorías en otros, y modificaciones por los planteos realizados por los bloques”. Además calificó a esas discusiones como “maduras y responsables” y como un “espaldarazo a este nuevo tiempo en la ciudad”.
Desde el Frente de Todos, Norma López aclaró que su bloque acompañó en términos generales la aprobación del Presupuesto, en tanto herramienta política para diseñar, a su vez, las políticas públicas necesaria, “pero no acompañamos articulados, porque estamos en contra del tarifazo que se ha impuesto. La discusión sobre la reducción del sueldo, con amplia repercusión mediática, escondió la gran discusión en torno a que la Ordenanza General Impositiva estaba siendo aumentada en un 60 por ciento como piso, no como techo”. Además, señaló una contradicción entre las medidas paliativas anunciadas por Nación y Provincia, para “desindexar” con las que se toman a nivel local, en modo incremento.
Por su parte, para Rodrigo López Molina (Cambiemos), los resultados fueron positivos porque distintos bloques políticos lograron acuerdo para aprobar el Presupuesto, que es “el combustible que necesita la ciudad para avanzar” y “era un desafío dar esta herramienta al Intendente, que necesita una oposición constructiva, y no palos en la rueda”. Además, destacó el incremento en la Partida para Seguridad Ciudadana.
Desde Ciudad Futura, el acento estuvo en lograr que se votara la reducción de las dietas. “Cuando hay un 40 por ciento de personas en pobreza, en emergencia alimentaria, se imponen gestos contundentes por parte de la clase política, para que los legisladores no resulten una casta separada de la sociedad que pretenden representar”, se escuchó entre sus argumentos.
Los principales ítems
– Reducción de dietas de los ediles en 29.576 pesos, de 130 mil pesos promedio.
– Aumento de Tasa General de Inmuebles con actualización por inflación.
– Plan Especial de Regularización de Tributos, multas por contravenciones y otras obligaciones.
– Programa de Financiamiento de Corto Plazo, mediante la emisión de Letras del Tesoro de la Municipalidad de Rosario.
– Reducción de las partidas destinadas a empresas del Estado Municipal, Autódromo, Terminal de Ómnibus “Mariano Moreno” e Hipódromo.
– Aumento de partidas de la Secretaría de Control y Convivencia.
-Creación del Programa Municipal de Integración Urbana en el marco del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap).
-Delegación de facultades al Ejecutivo para cuatro actualizaciones automáticas del boleto del Transporte Urbano de Pasajeros durante 2020, vinculado a un estudio de costo y tope salarial.
-Modificación en la ordenanza que regula el Sistema de Bicicletas Públicas “Mi Bici, Tu Bici”.
-Creación de un nuevo radio tributario a los barrios privados de Rosario.
-Aumento en 5 millones de pesos para promoción de emprendedores en el ámbito de la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo.
Lo que no prosperó
Tal vez confiado en que por haber aprobado la baja de dietas propuesta por Ciudad Futura, dejaba el envión necesario, el concejal Carlos Cardozo (Juntos por el Cambio) propuso agregar a la reducción los sueldos del ala política del Concejo. Esto incluía secretarías y subsecretarías en las siguientes áreas: Administrativo y Parlamentario, Parlamentario, Habilitado, Prensa y de Comunicación, de la Presidencia y Oficina Municipal del Consumidor. La idea cosechó 20 de los 28 votos en contra.
Lo que busca prosperar
La concejala Alejandra Gómez Sáenz, que reemplazó al flamante ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, presentó un proyecto para que el Concejo participe en garantizar el control y seguimiento del correcto funcionamiento de la Tarjeta Alimentaria en Rosario. La preocupación se basa en que al debutar este Programa, en Concordia (Entre Ríos), se registraron recargos indebidos en algunos comercios y el municipio actuó proactivamente clausurándolos.
La edila puso a consideración un proyecto que encomienda al Ejecutivo Municipal la realización de operativos de control, a través de la repartición que corresponda, para garantizar el correcto funcionamiento del Plan “Argentina contra el hambre” y evitar abusos que distorsionen los objetivos del mismo. E insta a la Oficina del Consumidor a realizar campañas de concientización y difusión de los derechos y responsabilidades de los beneficiarios de dicho Programa.
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