Los tradicionales fabricantes de pelotas de fútbol de Bell Ville, provincia de Córdoba, confirmaron en el comienzo de 2020 la venta conjunta de 1500 balones a YPF, en lo que es un paso adelante en la reactivación de la industria local, tras cuatro años de ataques que dejaron en crisis a este sector que venía pujante hasta 2015.
Hace un año, El Eslabón y Redacción Rosario daban cuenta de la situación de una de las fábricas –Priball–, como un ejemplo de lo que ocurría. El propio dueño admitía entonces que había votado a Mauricio Macri y se arrepentía, desconsolado, en una entrevista.
Pero, de a poco, la situación comienza a darse vuelta. “YPF vuelve a comprar pelotas de fútbol en el país. Un giro importante en el manejo del poder de compra del Estado a favor del desarrollo y la generación de puestos de trabajo. Espero que sea el primer paso para recuperar la ley 5340 de compre nacional derogada durante el macrismo”, escribió el empresario textil Damián Regalini, en el primer día de 2020 en su cuenta de Twitter. Se trata del vicepresidente de la Cámara Argentina de fabricantes de medias y dirigente de la Fundación Protejer.
Uno de los fabricantes, Fernando Fuglini, sostuvo que luego de varios intentos “se logró hacer la primera venta que es abrir la puerta de futuras operaciones comerciales. Por ahí la cantidad no es la que esperábamos, pero es la primera y eso es importante”.
“Lo interesante es que logramos venderle pelotas de cuero y ahora vamos por mucho más. Apenas comience 2020 estaremos golpeando las puertas, por lo que invitamos al intendente para que nos acompañe en esta nueva gestión”, destacó el empresario argentino, según publicó el sitio El Destape.
Adelantó que se le propondrá a YPF como sponsor oficial de AFA, como otras empresas líderes, que presente una verdadera pelota de fútbol cosida a mano, para que puedan jugar las inferiores y fabricada en Bell Ville y la zona. Las pelotas enviadas desde el sudeste cordobés, hechas de cuero en tonalidad marrón retro, las utilizará YPF para regalos empresariales.
