El inicio de la cuarentena aumenta las dificultades y los desafíos que diariamente viven los barrios populares de Rosario, a pesar de que hasta el momento no se han detectado casos de coronavirus.
A la imposibilidad de salir a trabajar, al aumento del número de asistentes a los comedores, a la falta de servicios como gas y agua potable se le suma la amenazante pandemia del Covid-19 que exige métodos de higiene y artículos de limpieza y desinfección que fueron pensadas para la clase media y, por esto, no están al alcance de todos.
En ese sentido, la situación epidemiológica mundial produce que los movimientos y organizaciones sociales deban pensar nuevas maneras de hacer y actuar frente a una cuarentena que no permite que aquellos que dependen de la changa diaria salgan a hacer su trabajo. En este marco, y ante un gobierno nacional que viene planteando medidas que apuntan a resolver el problema del hambre en los barrios más postergados a partir de políticas como la Tarjeta Alimentar o el Ingreso Familiar de Emergencia a trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas, la dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Victoria Clerici, explicó en diálogo con Redacción Rosario que apoyan las políticas de emergencia adoptadas, pero considera que “va a quedar una tierra arrasada que se asienta sobre los problemas más estructurales de los sectores populares”.
Respecto a la prevención de la pandemia, la dirigente aclaró que las medidas que se están tomando son “las que se pueden”, teniendo en cuenta que “hay una necesidad en los barrios populares que es la falta de agua y la falta de higiene”. También “muchos de los mercaditos de cercanía han aumentado los precios” y eso genera que el dinero que deposita la gestión nacional no sea suficiente para paliar los gastos. Además, “no hay acceso a grandes cadenas de farmacias o de gente que tenga ese tipo de insumos que permita acceder a ellos”, comentó Clerici.
Además, la militancia también debió adaptarse al cuarentena de manera que los trabajos se hacen ahora vía telefónica o a través de internet, evitando que exista tránsito del centro a los barrios, para prevenir la propagación del coronavirus en estos.
La mayor dificultad de los sectores populares está ligada a la comida. Desde el inicio de la cuarentena, el número de asistentes a los comedores de los barrios ha aumentado de manera exponencial, de modo que “en el segundo o tercer día de cuarentena tuvimos que comprar una olla nueva porque no nos alcanzó con las que teníamos en Barrio Moderno. También tuvimos que comprar otra olla para el CAC de Vientos de Libertad que está en zona norte y que trabaja con pibes en situación de adicciones, porque no alcanzan las raciones” reveló la dirigente.
Quienes se encargan de realizar el trabajo de los comedores barriales no poseen mascarillas, guantes, ni alcohol en gel: “solo una de las cooperativas pudo comprar para los compañeros que cocinan, con el fondito de dinero que tenían ellos. Ahora estamos averiguando en un bazar que aparentemente tiene este tipo de cosas” explicó Clerici. Y analizó: “Nuestra preocupación es esa, sobre todo por las compañeras que están al frente de los cuidados comunitarios que no se puede cortar porque sabemos que la situación puede llegar a empeorar y mucho si no hay contención en los barrios, sobre todo en lo que tiene que ver con la contención alimenticia”.
“Nos parece que el gobierno provincial debería dar órdenes concretas, en este caso a aguas provinciales, para que se refuerce allí donde no hay agua. Estamos hablando de barrios en donde no hay o en los que una canilla de cercanía sirve para 20 familias. O en un barrio de cien familias donde solo hay una o dos canillas comunitarias. Están todo el tiempo diciendo que nos lavemos las manos lo cual es correcto y los compañeros lo hacen, pero insisto en que la situación se complica porque después los elemento no están, no existen”, advirtió la militante.
Debido a la cuarentena es imposible solicitar donaciones que puedan ser recibidas en un lugar fijo, por lo que desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos se solicita que aquellos que quieran colaborar con la entrega de elementos de higiene (jabón, alcohol, lavandina, detergente, guantes, barbijos) pueden comunicarse a las páginas de Facebook MTE – Movimiento de Trabajadores Excluidos Rosario o vía Instagram @mte_rosario.
Respuestas con delay
Ante la crisis, los trabajadores y trabajadoras de la economía popular han hecho lo que ya acostumbran: ponerse al servicio del pueblo frente a la pandemia y exigir a las autoridades aquello que les corresponde. Sin embargo, las respuestas de los órganos nacionales, provinciales y municipales tardan en llegar para los sectores más postergados. “Entendemos que es una situación de crisis y que hay que atajar un montón de cuestiones pero la realidad es que venimos atajando todo nosotros. No hay por ahora respuestas concretas y por eso estamos muy preocupados en ese sentido, porque tenemos muy limitados los recursos tanto humanos como materiales para hacerle frente a este tipo de crisis”, dijo Victoria a RR.
El día anterior a que se decrete la cuarentena, desde la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) se llamó a los tres poderes del ejecutivo (nación, provincia y municipio) a realizar un comité de emergencia para manifestar sus preocupaciones y plantear los peligros que puede generar una pandemia en los barrios populares. “Nosotros ahí trasladamos nuestras preocupaciones y demandas y se comprometieron a resolver algunas cosas. Hasta el momento no se resolvió nada y mientras tanto sucedieron cosas como usurpaciones en barrios de compañeros que se fueron a hacer la cuarentena a otro lado o problemas de violencia de género que tuvimos que resolver con las compañeras. También una casa que se encuentra al lado de las vías del tren que se cayó, en Vía Honda. Son todas situaciones que estamos tratando de resolver porque son compañeros que no tienen casa en este momento o tienen toda la casa abierta. Además los compañeros cartoneros que están muertos de hambre y que los hace volver la policía y que no tienen acceso a los salario sociales”, detalló Clerici.
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