El ministerio de Cultura de Santa Fe, junto a las carteras de Salud y de Trabajo, pusieron en marcha el primer protocolo sanitario para conciertos en reductos públicos y privados de la provincia. El puntapié se dio el pasado 20 de mayo con el recital de Tiago y Los Pájaros, en el Complejo Cultural Atlas (CCA) de Rosario. Continúa el sábado 23, con el recital de Cielo Razzo en Plataforma Lavardén y con la presentación en la ciudad de Santa Fe de la Orquesta de música para niños La Gordini en el Centro Cultural Provincial Paco Urondo. La iniciativa prevé también presentaciones en Teatro Ideal de Venado Tuerto, Teatro Español de Reconquista, y en un espacio a confirmar en la ciudad de Rafaela.
Las medidas del Protocolo de Higiene y Funcionamiento para Servicios Culturales y Artísticos alcanzan también a salas de grabación y ensayos y a trabajadores y colaboradores del entorno cultural. Y fueron compiladas por la Secretaría de Comercio Interior y Servicios y establecidas en la resolución 41/2020 del Ministerio de Trabajo, Empleo, y Seguridad.
Según esta resolución, la actividad musical funcionará sin público presente, de manera parcial, regulada y cumpliendo todos los protocolos sanitarios. Los encuentros tendrán un número máximo de diez músicos en escena y cinco técnicos de sonidos y asistentes. Se detallaron además las medidas de prevención como el uso de barbijo social obligatorio, distanciamiento interpersonal y medidas de higiene en las salas de ensayo, de grabación y de transmisión; incluso con instructivos para preparar soluciones a base de agua y detergente y de agua y lavandina.
El ministro de Cultura de Santa Fe, Jorge Llonch, explicó que desde el 26 abril pasado entabló conversaciones con el gobernador Omar Perotti para lanzar el protocolo, no sólo para el sector musical, sino también para el audiovisual, en consensos con los legisladores provinciales Ricardo Olivera, por Diputados y Marcos Castelló, por Senadores, “para intentar paliar la difícil situación de esas áreas en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19”.
“Los artistas podrán comercializar sus espectáculos en forma electrónica, de modo que el público pueda adquirir las entradas ya sea para ver a un grupo de los grandes o a bandas más chicas. Así impulsaremos a una de las industrias pujantes que tiene Santa Fe”, sostuvo Llonch, estimando que unas 40 mil personas son parte de la industria musical de la provincia.
Una noche que se hizo esperar
El recital de Tiago y Los Pájaros estaba previsto para el martes 19, pero debió suspenderse por problemas de estabilidad de un servidor de internet, y finalmente, se realizó un día después. Así, el CCA fue epicentro del primer recital vía streaming con flamante protocolo sanitario, algo inédito luego del aluvión pandémico.
“Fue una experiencia rara pero gratificante”, contó a El Eslabón Tíago Galindez, vocalista de Los Pájaros. “Fue raro porque fue un show en un teatro vacío, con dos cámaras filmando, el sonidista atrás y un técnico dando vueltas”, explicó el cantante, y agregó: “Terminó el show sin aplausos, y uno sin poder mirar a los ojos al público y ver cómo está reaccionando. Por lo menos para mí, requirió de una concentración especial, para no dejar que todo ese contexto se metiera y jugar el partido, usando la jerga futbolera”.
Para el cantante, se deben buscar más mecanismos y consideró que no sólo el sector público tiene que activar. “Hay una realidad, hay miles de músicos y gente que trabaja detrás de escena como sonidistas, stages, fotógrafos que están pasando una gran malaria. No quiero ser pesimista, pero si esto sigue –por la parálisis por la pandemia– se van a tener que encontrar otros mecanismos para cubrir las propuestas artísticas, y nos nos olvidemos que nosotros somos una banda de rocanrol, pero hay otros grupos de estilos de músicas diversas, como así también hay obras de teatro, de danzas; es decir se abre un abanico gigante pero también se abren problemas que no tienen soluciones simples”.
En este sentido, el músico y productor Marcelo Zorzolo, de Astros Argentinos, que vio el show por streaming desde su casa, comentó a este periódico: “Cualquier idea que motorice la apertura del sector, me parece valiosa. Es una iniciativa que está pensada por un músico, que es sonidista, que es productor (en referencia al pasado del ministro Llonch). Veo voluntad de que se empiecen a mover las cosas, entusiasma. Ahora, después ¿Cómo se articula, cómo se gestiona?. Y si me preguntás si va a funcionar la venta on line, quisiera pensar que sí. Tengo mis reservas en cuanto a la saturación de ofertas cada vez que uno abre el celular. Entonces, ese es un aspecto crítico, si se quiere, para ver si es sustentable en el tiempo. Pero lo más importante es que está en marcha”, valoró.
Por su lado, Ismael Torres, músico y compositor integrante de El Qubil (Músicos Independientes de Rosario) y de Fami (Federación Argentina de Músicos Independientes), remarcó que con este marco inusual “todas las iniciativas van a ser inéditas”. “El sector musical está muy golpeado. Me parece que lo vital es que los musiques hemos demostrado en los últimos años que rompimos esa cáscara del sueño del roquero que sólo está pensando en hacer canciones, sin importarle demasiado lo que sucede alrededor. Creo que pudimos organizarnos y pensar políticas públicas, la creación del Inamu (Instituto Nacional de la Música) fue una bisagra, como también la Fami que nuclea a más de 27 organizaciones de todo el país. En Rosario somos doce colectivos, es un momento auspicioso para modificar algunas cosas que venían antes de la pandemia”, sostuvo.
Torres cuenta que están elaborando proyectos no solo para tocar, ensayar y grabar, sino para volver a dar clases presenciales con protocolos: “Los funcionarios no conocen demasiado el oficio de los músiques, y los músiques no conocemos demasiado el oficio de los funcionarios, por eso es importante elaborar propuesta en conjunto”.
“Hay músiques que están priorizando la comida”
Desde el Colectivo Mujeres Músicas de Rosario, Vicky Durán Mansilla coincidió en que “si bien existía una precarización anterior, la situación de los músiques se agudizó en la pandemia”. Y en este contexto confirmó el cierre del espacio cultural La Bartolina, que integraba junto a otras artistas. “Nos venimos juntando hace un mes con colectivos en el Comité de crisis, siguiendo distintas líneas de trabajo que tienen que ver con la urgencia del sector”, contó la intérprete a El Eslabón.
Otras de las integrantes del colectivo, la música de nombre artístico Celia comentó que les llegó el protocolo provincial por e-mail, pero no fueron consultadas: “Tenemos dudas sobre cuáles son los músiques que acceden, y qué consideraciones hay con respecto a la cuestión de género, algo que está contemplado en la normativa local”.
“Hay músiques que están priorizando la comida. Nos preguntamos cuál va a hacer el rol del Estado, si solo va arbitrar y va a dejar que regule el mercado”, insistió Vicky.
Nati Zambrini, también del colectivo de mujeres músicas, contó que durante la pandemia realizaron el ciclo Live de la Colectiva, a la gorra virtual: “Las compañeras tocaron y cantaron, y fue rica la interacción”. Recordó que lo de “pasar la gorra de forma virtual”, surge de antes de la pandemia: “Lo implementamos porque estaba siendo bastante complicado cobrar entradas”.
Vicky hace un pantallazo de la situación de las mujeres músicas en tiempos de cuarentena: “Muchas compañeras se quedaron sin ingresos, algunas consiguieron el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), otras el fomento de Inamu, pero otras no”. “Además, las mujeres se hacen cargo de las tareas domésticas, de les niñes y de las personas mayores, pensemos cómo hacemos una clase virtual con los gurises en medio de la cuarentena. Las chicas están agotadas, y la violencia de género también recrudece”.
Polémica por Sadaic
El comunicado que lanzó hace unos días la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de música (Sadaic), en el que informó que cobrará una cuota del 12 por ciento a los ingresos de las producciones que se realicen vía internet y que moneticen, sembró dudas sobre si la institución cobraría también a las transmisiones gratuitas o de producciones autogestivas. Horas después aclaró que no, pero dejó un tendal de comentarios y debates en el ambiente musical.
El músico Andrés Polaco Abramowski, también parte de la agrupación El Qubil, analizó: “Se pasó de hago un Live, mirame, a vamos a hacer un Quilmes Rock. Entonces Sadaic vio que se le estaba escapando la gallina, la tortuga, y todo lo que tenga huevos de oro. Y dijo: «Che, vamos a cobrar esto». Supuestamente lo hace para que estas empresas que hacen festivales, paguen como cuando lo hacen con asistencia de público, lo que no está nada mal. Vos pensá que están haciendo el negocio de siempre, aunque Quilmes lo llame solidario”.
El Polaco aclaró que Sadaic para los músicos “es un un derecho”. “Por eso desde el Qubil y otras organizaciones dijimos siempre que hay que registrar los temas y asociarse para después cobrar”. Aún así, advirtió sobre la ambigüedad de la institución nacida en los años 30: “Sadaic está acostumbrada, vamos a decir, a cobrar y después a repartir en un sistema que se llama vuelco, al que acceden en su mayoría los que más cobran históricamente, como podría ser el Paz Martínez, el problema entonces no es la ley, sino la distribución”, definió.
“Recrear vínculos”
El recital de Tiago y los Pájaros en el Complejo Cultural Atlas fue el primero en el que se aplicó el flamante protocolo para conciertos con la pandemia como contexto y también el inicio de un ciclo impulsado desde el espacio de calle Mitre por iniciativa y con el auspicio del diputado nacional Marcos Cleri, quien resaltó que “los y las artistas y la gente necesitan recrear sus vínculos”.
“Hasta que podamos volver a encontrarnos para ser abrazados por las canciones y todas las diversas manifestaciones de nuestro arte y nuestra cultura tendremos que recurrir a estos modos. Con estos recitales queremos hacer un aporte en ese sentido, trabajando en conjunto con el Complejo Cultural Atlas y poniéndonos a disposición del municipio y el gobierno provincial para fortalecer y multiplicar estas iniciativas”, subrayó Cleri.
“Hace más de tres años acompaña a los artistas y la cultura de Rosario y la región poniéndose a disposición de todos y todas, difundiendo sus producciones, impulsando capacitaciones y encuentros”, añadió el legislador nacional respecto del Atlas, hasta donde llegó el último miércoles para presenciar el primer recital vía streaming y “protocolizado” de acuerdo con las exigencias del momento.
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