En EEUU en particular, y en general en la vulgata capitalista neoliberal que se utiliza en todo el mundo, hay una frase que se repite como un mantra: “Demasiado grande para caer”. Es una manera eufemística y cínica de proteger a los más poderosos.

Se refiere, en verdad, a dejarlos hacer lo que quieran, más allá de las leyes y las normas, que no están hechas para las grandes corporaciones, precisamente.

Por ejemplo, cuando un gran banco o empresa financiera está en apuros, como ocurrió en la crisis del 2008 en EEUU, la frase se usa para estatizar las deudas privadas, y que el pueblo las pague. Las ganancias son privadas, las pérdidas, de todos.

Pero en este caso, no se trata de grandes empresas en crisis. Todo lo contrario. Son gigantes que no paran de crecer, dominan el mundo, y muestran en forma clara, contundente, la diferencia entre el gobierno y el poder.

Los congresistas de EEUU interrogaron a los cuatro jefes de las firmas tecnológicas más importantes de ese país (Amazon, Apple, Google y Facebook) sobre “cómo usan su posición dominante en sus mercados para eliminar a posibles competidores”.

“En pocas palabras, tienen demasiado poder”, dijo el presidente de la comisión antimonopolio del Poder Judicial de la Cámara de Representantes, David Cicilline.

“Ya sea privilegiándose a sí mismos, estableciendo precios predatorios o llevando a los usuarios a comprar productos adicionales, las plataformas dominantes han ejercido su poder de manera destructiva y perjudicial para expandirse”, dijo el congresista demócrata, como si hubiera descubierto al despertarse (o a través de una revelación sobrenatural) el funcionamiento del capitalismo monopólico en su país.

La audiencia de la Cámara de Representantes se produce en medio de crecientes preocupaciones sobre el dominio de las llamadas grandes empresas tecnológicas (conocidas en inglés como “Big Tech”).

En la audiencia comparecieron, de manera virtual Jeff Bezos, de Amazon; Mark Zuckerberg, de Facebook; Tim Cook, de Apple y Sundar Pichai, de Google.

Los directivos de las compañías rechazaron los cuestionamientos y aseguraron “estar orgullosos de servir a EEUU”, según expresó Cook.

Bezos, por su parte, defendió el papel de las grandes empresas en la economía. La persona más rica del mundo, y más beneficiada por la desgracia de millones por la pandemia, ofreció además una lección sobre los valores que sus padres le enseñaron.

Zuckerberg, en tanto, advirtió que si el modelo tecnológico estadounidense no gana, otro lo hará, y también habló de “valores”.

“Facebook representa un conjunto de principios básicos que dan voz a las personas y oportunidades económicas. Y a medida que aumenta la competencia global no hay garantía de que nuestros valores triunfen”, dijo el creador de Facebook, al tiempo que intentó justificar el crecimiento de su compañía.

Pichai argumentó que las innovaciones de Google ofrecieron beneficios para millones de personas. “Al utilizar (el sistema operativo para celulares) Android, miles de operadores móviles construyen y venden sus propios dispositivos sin pagarnos ninguna tarifa de licencia. Esto ha permitido que miles de millones de consumidores puedan pagar teléfonos inteligentes de última generación, algunos por menos de cincuenta dólares”, afirmó.

El congresista republicano Matt Gaetz desnudó uno de los verdaderos problemas que hay detrás de tanta cháchara: la competencia con China. Una verdadera guerra tecnológica, que se complementa con la guerra comercial y geopolítica, con el país asiático. El 5G es el gran cuco para EEUU.

Gaetz, en consonancia con la chinofobia electoralista del presidente Donald Trump, acusó a Google de colaborar con universidades chinas que toman “millones y millones de dólares del ejército chino”.

“No estamos trabajando con el ejército chino, es absolutamente falso”, dijo Pichai.

Cook, de Apple, aseguró sin despeinarse y demostrando quién tiene el poder: “Ninguno de nuestros productos maneja una cuota dominante en ninguno de los mercados”.

En respuesta a la crítica de que su plataforma de ventas vía Internet Amazon, que produjo el cierre de cientos de miles de comercios en el mundo, Prime, fundador de Amazon y además dueño del diario The Washington Post, se defendió de las acusaciones de posición dominante, asegurando que la cadena de tiendas Walmart es el “doble de grande” que su empresa, y que también entregan productos a domicilio.

La audiencia en el Capitolio forma parte de una investigación que se inició en 2019 y que cuenta con más de un millón de documentos probatorios de prácticas monopólicas.

La idea de los legisladores es revisar las pruebas y, eventualmente, “continuar la investigación en profundidad”, aseguraron desde el Capitolio.

Fuente: El Eslabón

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