Al último brindis de fin de año tal vez le faltó enjundia, porque apenas estrenado el 2020, con ese nombre tan melodioso, mostró su peor cara, desataba una pandemia casi junto al pan dulce y los budines; en pocos días se globalizó la imagen de barbijos en todo el planeta. De ahí hasta acá, el virus Covid-19 copó la agenda que ahora le disputa la vacuna que le dará batalla. Miles de voluntarios están asombrando al mundo con su solidaridad. A los 70 años, Miguel Fernández Pastor, abogado especialista en Seguridad Social y de activa participación en los medios, es uno de ellos. Ernesto Resnik, biólogo molecular argentino, investiga desde EEUU el virus. Ambos, en sendas charlas con El Eslabón, analizan las particularidades de esta pandemia y el comportamiento de la sociedad.

Al frente de la batalla

“Me anoté, me aceptaron y me dieron el turno para el 20 de agosto, tres días después de que comiencen las pruebas en el país”, explicó Pastor, casi asombrado de que asombrara su disposición para hacer un aporte al bien común, a pesar de estar en edad de riesgo.

“Unos días atrás, al darse a conocer la noticia de que comenzarán a realizarse en Argentina pruebas de la vacuna para el Covid-19, desarrolladas por Pfizer y BioNTech, envié el mail para inscribirme como voluntario. Con gran satisfacción y alegría, se comunicaron conmigo para decirme que la cibernética me había seleccionado en base al algoritmo aplicado”, había anunciado el domingo pasado en su columna del Cohete a la Luna.

¿Cómo surgió la idea de ser voluntario?: “Del deseo de que, lo antes posible, podamos tener una vacuna que funcione para resolver los problema del virus, particularmente en quienes somos mayores y donde es mayor el nivel de letalidad”, contó Pastor a El Eslabón. Cuando conoció que parte de la prueba se iba a realizar en la Argentina, no dejó pasar la oportunidad completando un formulario que al poco tiempo le dio una respuesta.

“Se comunicaron conmigo, muy amables, para informarme que ya tenía asignado un turno para el día 20. Me gusta mucho esta experiencia porque si resultara positiva esta vacuna, uno podrá sentir en el fondo del corazón, un poquito, que ha puesto su pequeño granito de arena en esto”, comentó.

Y no pasó por alto un hecho, de esos bien curiosos que tiene la vida. Su primer trabajo fue en el laboratorio Pfizer, en su pueblo Moreno, Gran Buenos Aires, que cerró sus puertas producto de la reapertura de exportaciones en época de José Alfredo Martínez de Hoz.

Unos 40 años después y por esas piruetas del destino, Pastor volverá a estar ligado al laboratorio Pfizer (Estados Unidos) que junto a la alemana BioNTech avanzó en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Argentina fue seleccionada en la región por su experiencia científica y epidemiológica para realizar una de las fases de prueba en personas.

La experiencia se realizará en el Hospital Militar Central,Buenos Aires y para cada voluntario comprende una serie de etapas, no menor a un año, más allá de que si la vacuna da resultados se comienza a aplicar. “Sólo resta cruzar los dedos para que la vacuna sirva”, comentó Pastor, entusiasmado y con expectativas sobre la secuencia que le espera. Esto incluye estudios sucesivos sobre los potenciales anticuerpos a generar, lo que en su opinión no le representan ninguna carga, además dijo que su buena salud y vida sana califican para la ocasión.

Irracionalidad y pandemia

De conocida trayectoria en la problemática social, Fernández Pastor ironizó sobre la saturación de opinólogos en plena pandemia: “Ahora todos son científicos, todo el mundo sabe cómo hacer, pareciera que se está jugando un partido de fútbol, todos son entrenadores, todos tienen la precisa cuando en realidad los mismos científicos que están haciendo una labor extraordinaria, aún están desconcertados, trabajando a prueba y error, sin lo cual no existiría la ciencia”.

¿Por qué una parte de la población no comprende que estamos siendo contemporáneos de un hecho histórico? “Locos hay siempre, en todas las actividades, gente que razona en contrasentido hay siempre, quizás lo preocupante en esta ocasión es la exaltación que hacen de eso algunos medios dominantes con el objeto de lograr un resultado político, creo que mezclar la vida de la gente con la política es lo más repugnante que se puede hacer”, enfatizó.

“Lo primero que hay que hacer es defender la vida, la gente, y después discutimos si los científicos la pusieron justa o la erraron un cachito, pero lo que no se puede hacer es apología de la muerte, es algo terrible y verlo en los medio me repulsa”, disparó el letrado sobre el vendaval de paneles con opiniones abstrusas que los desprevenidos difundirán a repetición. “A quienes mandan gente a las manifestaciones anti cuarentena nunca les pasa nada, están todos guardaditos, y el que manda está en la Costa Azul de Francia”, ironizó.

Con respeto a la forma en que el gobierno nacional enfrenta a la pandemia, estimó que “hace lo mejor posible”. “Hay incumplimiento, muchos de irresponsables en la sociedad hacen que los casos crezcan y el gobierno trata de orientar de la mejor manera posible. Pero tampoco se puede estar con un látigo metiendo la gente dentro de la casa. Esto requiere que la sociedad tome conciencia, si esto no sucede, se hace muy difícil; habrá que respirar hondo, aguantar. Y quienes nos consideramos razonables seguiremos las indicaciones de los científicos. En un momento se resolverá y el mundo seguirá su marcha”, se esperanzó.

“Lo que pasa acá con la irracionalidad pasa en todos lados, salvo en las sociedades asiáticas que son respetuosas del poder público, pero el resto de los occidentales cada vez que abrieron la cuarentena fue un descalabro”, analizó.

Un científico tiempo completo

Ernesto Resnik es biólogo molecular y biotecnólogo argentino, pero hace 30 años vive en Estados Unidos, en el estado de Minnesota, donde trabaja en el desarrollo de anticuerpos monoclonales en una empresa internacional. Desde enero participa de proyectos Covid Unidos, aunque también se hace un tiempo para articular ciencia y compromiso social, a través de una activa participación en las redes sociales, haciendo docencia con una paciencia tibetana. Desde el verano de Minneapolis, la ciudad más populosa del estado, dialogó con el Eslabón, sobre las expectativas de las vacunas en investigación.

“Habrá vacuna y en tiempo récord”

“Este virus es muy distinto a todo lo que conocemos, y sobre todo el hecho de que el 40 por ciento de la gente es asintomática”, dijo sobre las características del Covid-19 y desestimó de plano la inmunidad de rebaño que implica “millones de infectados y de muertos, es absurdo”. Por el momento las vacunas y el aislamiento con las únicas barreras, estimó.

“En este momento hay unas diez vacunas que están en fase avanzadas de estudios clínicos en humanos, se llama fase tres, creo que dentro de todo lo malo de la pandemia la vacuna es lo más positivo, con avances notables, esto está funcionando bien”, aseguró. Y estimó que para octubre y noviembre se conocerán los resultados de la fase tres, a lo que seguiría la producción en masa.

“Todo indica que habrá vacuna y en tiempo récord, porque las investigaciones se están desarrollando a una velocidad impensable”, consideró. Y con respecto a la prueba que se realizará en Argentina, explicó que los criterios para seleccionar al país tienen que ver con la capacidad científica técnica y sanitaria para administrar la evolución de los voluntarios, además de que sean lugares donde haya “activamente infecciones”. Ambos términos, definieron al país como uno de los lugares aptos para el último tramo de lo que es la única esperanza para poner fin a la pandemia.

 

Fuente: El Eslabón

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