“Un camino pedagógico que desmonte los discursos que relativizan, tergiversan y reivindican al terrorismo estatal”. Hacia ese lugar dirige su mirada y considera debe orientarse todo el esfuerzo la directora del Museo de la Memoria de Rosario, Viviana Nardoni. La opinión es parte de un comunicado institucional del Museo a partir del meme difundido por una directora de escuela donde se ve a Videla metiendo en un Falcon verde a Alberto, Cristina, Axel y Massa.

La publicación –de María Teresa Vecchia, directora de una primaria de Villa Gobernador Gálvez- se viralizó de inmediato y con la misma rapidez sumó mensajes de repudio y rechazo. “Más preocupante que la apología del terrorismo de Estado es la banalización y normalización que esa imagen esconde. Y más grave aún si se tiene en cuenta que la persona que hizo tal referencia se encuentra a cargo de todo un cuerpo docente”, expresa otro tramo del comunicado del Museo.

Fuerte repudio a una docente por apología del terrorismo de Estado

En charla con El Eslabón, Nardoni propone que la directora y su equipo docente participen de un curso de formación en memoria brindado por el Museo: “Hay medidas administrativas que tendrá que llevar adelante el Ministerio (de Educación provincial), porque no se puede quedar mirando para el costado como si nada hubiese pasado. Y hay otra propuesta nuestra que es la de ofrecer un curso virtual para ella y su comunidad educativa, que se lo podemos dar exclusivamente, casi como una probation”.

“Seguramente no vamos a modificar con un curso la manera de pensar política e ideológica, tan perjudicial para la formación de sus alumnos, que tiene la directora, pero sí tiene que quedar claro que, más allá de cómo piensa, las reglas están para ser cumplidas”, señala Nardoni, quien es también doctora en historia.

Una de las fortalezas del Museo de la Memoria es la tarea de educación asumida, en especial con cursos de formación de docentes y estudiantes, presenciales y virtuales. En todo este tiempo de cuarentena y distanciamiento obligatorio, las actividades del Museo se han sostenido de manera virtual. En su sitio oficial (museodelamemoria.gob.ar) hay una rica variedad de lecturas, recursos y experiencias pedagógicas.

“Nuestro rol es el de construir”, remarca Nardoni apelando también como herramientas válidas a la pedagogía de memoria, verdad y justica de Abuelas y Madres.

—¿Cómo analizás el hecho?

Lo primero que pensé es que hemos trabajado tanto tiempo en vano. Pero después, que hay que redoblar los esfuerzos. Cuando empezamos en el Museo con la actividad de educación notamos que, independientemente de la voluntad de los docentes y después del 2003 con el advenimiento de las políticas públicas de la memoria, con el gobierno de Néstor Kirchner y que se continuaron, había en nuestro caso regional (Rosario, Santa Fe) un déficit de origen que tenía que ver con lo ideológico y con una muy mala formación en derechos humanos y memoria en los institutos de formación docente. Iniciamos otro rumbo, y además de seguir con las actividades para niñas, niños y adolescentes en las escuelas, nos propusimos seriamente llevar adelante cursos de formación docente. Además, desde hace ocho años con uno virtual para estudiantes de profesorados y docentes, para facilitar la asistencia, que no les descuenten la jornada, ya que Educación (provincial) no te facilita nada.  Y todos estos años le propusimos al Ministerio, también al actual, que exista un seminario obligatorio en todas las carreras, estudies ciencias sociales o biológicas, donde se estudien los derechos humanos, con todo lo amplio que significan. Y no para que sea el Museo de la Memoria quien se encargue de esta formación, sino para que la adopten. Estamos esperando que nos contesten.

—En el comunicado del Museo hablan de la trivialización de las publicaciones. ¿Qué pasa cuando este tipo de posteos banaliza el genocidio?

En principio hay un descreimiento en torno a lo ocurrido. Que tiene que ver con posiciones ideológicas y políticas, incluso ni siquiera explicitadas en sus propias cabezas. Y estos últimos años que ha vivido el país ha alimentado ese tipo de pensamientos, lejos de contribuir a seguir profundizando los procesos de memoria, verdad y justicia junto a la lucha de los derechos humanos. Todo eso no ha entrado en la cosmovisión de muchísimos argentinos. Es obligación de nuestras organizaciones públicas profundizar esos esfuerzos, pero solos no podemos.

—Se necesita apoyo del Estado…

Y también de las responsabilidades propias. Yo acuerdo, y como organización también, con el repudio, pero además tenemos que proponer. Si no logramos llegar de otra manera, después de la denuncia, para construir al tiempo que deconstruimos una estructura de pensamiento como esa, no vamos a avanzar.

—Paralelamente crece un discurso de la antipolítica.

Es un discurso que va ir creciendo. Esto no nos pasa solo a nosotros. Sigo mucho la política española y veo que el mismo discurso va a ir in crescendo, y que los medios de comunicación forman parte del mismo mega proyecto opositor para desarmar cualquier opción nacional, popular, inclusiva que pueda tener un gobierno.  La política en general no puede ser definida de una sola manera, hay políticas y políticas, políticos y políticos. Ahora, si vamos a la política dirigencial, a la política partidaria, que es a donde se supone que van dirigidas estas críticas, protestas y estas marchas delirantes que se hacen en plena pandemia, es la consecuencia del pensamiento de la derecha. La derecha tiene en sus proyectos que a los países deben gobernarlos los ceos y de desarmar todas las posibilidades de organizaciones políticas que lleven adelante verdaderos cambios estructurales que hacen falta en nuestros países castigados por la pobreza, por la desigualdad, por la concentración de la riqueza cada vez más brutal. Es el discurso propio de los grandes poderes concentrados, entre los cuales se encuentran los grandes medios de comunicación. Son los operadores de esos proyectos. Entonces ¿qué nos queda a quienes somos militantes? Redoblar el esfuerzo y siempre por lo propositivo. Siempre junto a la denuncia de lo que es injusto, de lo que no puede suceder más, tenemos que tener una propuesta acorde para salir de esa situación que estamos denunciando.

—Recuerda a la pedagogía de las Abuelas y las Madres, de construir a partir de la memoria, la verdad y la justicia.

Exacto. Es también pedagogía de la memoria. Planteado en un pasado injusto, en un pasado genocida ¿Qué es lo que pedís? ¿Adoptar las mismas metodologías que adoptaron ellos o esperar que la Justicia se expida como corresponde? Ahora tenemos fundamentos históricos y jurídicos para decir lo que decimos, no se grita sin que nada te avale. Nosotros tenemos una historia muy rica en ese sentido. Desde que se iniciaron los Juicios tenemos cientos de sentencias a cadena perpetua, con muchos fundamentos para hablar del tema.

El comunicado del Museo

El martes 6 de octubre el Museo de la Memoria difundió un comunicado titulado «La pedagogía como camino de memoria». Este es el texto completo de ese comunicado de prensa:

En los últimos días se ha viralizado la publicación realizada por una docente de la localidad de Villa Gobernador Gálvez en la cual reivindica el terrorismo de Estado y propone aplicarlo sobre funcionarios públicos elegidos democráticamente en las elecciones pasadas. La publicación ha causado revulsión, rechazo, indignación. Más preocupante que la apología al terrorismo de Estado, es la banalización y normalización que esa imagen esconde. Y más grave aún si se tiene en cuenta que la persona que hizo tal referencia se encuentra a cargo de todo un cuerpo docente.

Lejos de estigmatizar y atacar a la persona, el Museo de la Memoria propone emprender un camino pedagógico que desmonte los discursos que relativizan, tergiversan y reivindican al terrorismo estatal. Este camino que, junto a tantísimas instituciones, hemos llamado de pedagogía de la memoria, nos asegura transitar hacia una reparación compleja por parte del propio Estado y construir un futuro sin autoritarismos y violaciones a los Derechos Humanos.

Por todo esto, nuestra institución hace pública la propuesta de dialogar con la docente, interiorizarla sobre la temática y proponerle un trabajo que sea clarificador para ella y enriquezca a la comunidad. Con honestidad intelectual basada en una verdad histórica y jurídica, con espíritu democrático y constructivo, con memoria, verdad y justicia.

 

Fuente: El Eslabón

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