“…Eterna tu zurda, el mejor de todos los tiempos, celebro tu irreverencia…”. No es un analista deportivo quien le escribe a Diego celebrando su rebeldía, es uno de los tantos educadores y educadoras que se han expresado sobre su muerte. Desde ex ministros de Educación de la Nación hasta docentes de todos los rincones mostraron en estos días su pesar en las redes sociales, dándole pelea a la educación pacata y revelando que también es posible pensar una pedagogía de la pelota.
El de la irreverencia es el pedagogo Gabriel Brener, formador de docentes. Otro educador que transita los caminos de la educación latinoamericana y la solidaridad internacionalista resalta la curiosidad que “nuestro Diego” se fuera “el mismo día que cuatro años atrás nos dejó Fidel Castro” y a los dos los resume como “expresiones de pueblos y bellos sueños, bellas construcciones, bellos desafíos”. Pablo Imen es quien escribe.
“¡Hasta siempre, querido Diego!”, escribió Adriana Puiggrós desde el corazón. Otra pedagoga, Carina Kaplan, para quien las emociones ocupan un lugar de privilegio si de aprender se trata, admitió sentir con la muerte de Maradona “un vacío enorme, porque forma parte de mi/nuestra historia personal y nacional…”. Y avisó que seguramente “se van a multiplicar las escuelas, las bibliotecas, las plazas, que llevarán el nombre de Diego Armando Maradona”.
El ex ministro de Educación de la Nación Daniel Filmus, habló de dolor, de agradecimiento y compartió un tuit de las maestras de la escuela de Fiorito a la que asistió el astro de fútbol: “Diego, tu escuela, la EP 63 de Fiorito, también te dice hasta siempre. Cada vez que icen la celeste y blanca las maestras que hoy te despiden levantarán tu bandera de lucha contra la injusticia”.
Alberto Sileoni, otro ex ministro del área, recordó un #DiegoEterno y su generosidad con la educación popular cuando asistió a la presentación de un libro sobre el Mundial (abril 2010) y dijo: «Sería muy bueno que los chicos vayan a la escuela y al mismo tiempo puedan ver los partidos del Mundial, los chicos se lo merecen. Yo les digo que hagan deporte y estudien, porque se pueden hacer las dos cosas. El problema no es ese, sino la gran cantidad de padres que quieren que sus hijos sean Messi”.
Ese libro presentado por Maradona se llama Los medios y el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, fue editado por el Ministerio de Educación de la Nación, se entregó a todas las escuelas del país y comienza con esta frase de Eduardo Galeano: “Un vacío asombroso: la historia oficial ignora al fútbol. Los textos de historia contemporánea no lo mencionan, ni de paso, en países donde el fútbol ha sido y sigue siendo un signo primordial de identidad colectiva. Juego luego soy: el estilo de juego es un modo de ser, que revela el perfil propio de cada comunidad y afirma su derecho a la diferencia”.
Las Abuelas de Plaza de Mayo volvieron a dar una clase con su pedagogía del amor, la que busca siempre memoria, verdad y justicia: “Las Abuelas también despedimos a Diego Armando Maradona. El Diego del pueblo, el que reparaba en las injusticias y el dolor ajeno. El Diego solidario, que supo decir verdades sin importar las consecuencias. El que nos llenó de alegrías y hoy su partida nos inunda de tristeza. Hasta siempre querido Diego. Gracias por tu generosidad. Vivirás en nuestra memoria”. Y le dejaron también, en homenaje, su pañuelo blanco.
La primera en poner la bandera frente a la Casa Rosada fue la Ctera. “Gracias Diego”, dice, y lleva la potencia de las firmas de la confederación de las trabajadoras y los trabajadores de la educación de la Argentina, de la CTA y de la Internacional de la Educación. También compartió un video de Diego niño, hombre, humano. Una maestra –Gabriela García Rejon– comenta en este posteo: “Nosotras sí que sabemos de pancitas vacías, de medias rotas, de miradas soñadoras de buscar un mundo mejor. Veo en Diego a tantos niños que pasaron por mi sala, y Diego pudo alcanzar su sueño y ser el mejor del mundo en lo que amaba ser: jugar a la pelota y ganar un mundial! Que su espíritu vuele muy alto! Que muchos, muchos niños más, esos, los olvidados también logren sus sueños!”
La profesora de la UNR, Fernanda Felice, una eterna batalladora por las infancias, elige hablar de Maradona como “ese niño que expresaba, con infinita ilusión, que su sueño era jugar un mundial”. “Me quedo con ese niño que nunca se olvidó del potrero que lo vio nacer, y que siempre recordó su origen humilde a pesar de haberse dado el lujo de alcanzar cualquier destino. Gracias por asegurarle al piberío –que habita el desamparo– que ante cualquier mal presagio lo mejor que puede hacer es jugar y soñar un destino distinto al que los poderosos planean para ellos/as”.
El escritor y cineasta César González (alguna vez conocido por su seudónimo Camilo Blajaquis) valoró la no neutralidad de Diego, el tomar partido por sus orígenes y también por la ilusión que esa postura alienta: “No fuiste pulcro, no fuiste puro, pero lograste alcanzar los misterios de ser un mito popular en presente. Lleno de contradicciones y hechos horrorosos, también te comprometiste con luchas de tu pueblo, no fuiste neutral, no olvidaste tu raíz, más bien la hiciste un bosque planetario. Miles de niños y niñas de villas al menos tienen una mísera ilusión de poder derrotar la pobreza con un balón. Y eso es gracias a que lograste romper una puerta blindada, uno de los primeros villeros al que no lograron hacerle agachar la cabeza. En los barrios populares hay un silencio aterrador. Donde abundan las ventanas saturadas de música, hoy se escuchan llantos como truenos”.
Juan Carlos Monedero, en el inicio de su programa En la Frontera (público.es), hizo un imperdible editorial. “Maradona es un triunfador del barrio, y los triunfadores del barrio, como diría Frei Betto, tienen más de supervivencia que de héroes”. También lo comparó con “la Evita montonera de los descamisados, es su igual que les quitó la vergüenza de ser pobres, que les daba esperanza en ese vaso de leche y en ese trozo de pan en el colegio, que era la única comida diaria de tantos niños, que luego jugaban a la pelota para no jugar con el hambre”. El político y profesor español cerró con un deseo: “Ojalá se eche el Diego un partidito con Chávez, con Fidel, con Mandela”.
Ojalá Diego siga jugando para un mejor futuro de las pibas y los pibes del mundo.
Fuente: El Eslabón