“Este regreso a la presencialidad es más una medida de marketing que una solución pedagógica”, expresa la secretaria general de Amsafé y Ctera, Sonia Alesso, para referirse a la decisión del gobierno provincial, a través de su Ministerio de Educación, de retomar las clases presenciales a partir de diciembre. En charla con Redacción Rosario, asegura que el gobierno tomó esta medida ante “la presión que ha ejercido un grupo muy minoritario de padres, fundamentalmente vinculados a escuelas privadas”. Pide que el gobierno escuche a la docencia, que convoque a paritarias y que respete los acuerdos alcanzados. También que este tiempo debiera utilizarse para dejar en condiciones las escuelas y organizar el año entrante.
Alesso asegura que la decisión del gobierno de Santa Fe de volver a la presencialidad en todas las escuelas de la provincia viola la Resolución N°370 del Consejo Federal de Educación, de la cual la propia ministra Adriana Cantero es firmante. En ese acuerdo “específicamente se plantea que para la vuelta a la presencialidad debe haber ‘baja o nula circulación del virus’. Y en la provincia de Santa Fe tenemos entre 1.300 y 1.400 casos diarios de contagios. No solo no bajan sino que en algunas zonas incluso están subiendo”. Según el parte oficial y diario de la provincia, este jueves 3 de diciembre se registraron 1.380 casos de personas contagiadas de coronavirus (de los cuales 406 corresponden a Rosario).
En el mismo sentido –continúa la dirigente- va lo acordado en la paritaria nacional docente sobre el protocolo marco y los lineamientos federales para el retorno a clases y que la ministra desconoce con la medida tomada. La determinación actual de regresar a la presencialidad el Ministerio de Educación de Santa Fe la comunicó a las escuelas a través de la Resolución N°022.
Al conocerse la decisión del Gobierno de Santa Fe, un plenario de delegados seccionales y la comisión directiva de Amsafé resolvieron hacer una presentación ante el Ministerio de Trabajo santafesino advirtiendo “que se están violando estas normativas en la provincia de Santa Fe” y que debieron ser convocados. En ese escrito también se precisa que se trata de un quite del crédito laboral, ya que se continúan con todas las otras actividades: desde las clases virtuales hasta la entrega de materiales, y atención de los comedores.
La secretaria de Amsafé marca que solamente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) y Santa Fe tomaron esta decisión de regresar en forma total, y sin respetar los acuerdos vigentes. “El resto (de las jurisdicciones) respetó los protocolos acordados y solo se volvió a la presencialidad en los lugares donde hay riesgo bajo o nulo” de contagios.
Alesso subraya que el sindicato docente de ninguna manera se niega a la vuelta a la presencialidad y “es el primero en querer el regreso a la vuelta a estas clases”. “De hecho cuando –pone como ejemplo- se volvió en algunas escuelas rurales, en 56 en la provincia de Santa Fe en octubre pasado, fuimos a una reunión a la que estuvimos convocados y se midió todo lo que establece el protocolo: circulación del virus, riesgo sanitario, condiciones de trabajo, situación del agua y del edificio escolar y algo más que es fundamental y es la derivación médica de cada departamento en el caso de tener un caso de Covid 19 en la escuela”.
La dirigente del magisterio cita que esta situación actual –de circulación viral- afecta no solo a ciudades como Rosario o Santa Fe sino también a otras como Reconquista, y departamentos como Garay, San Javier o San Martín. “Estamos arriesgando la salud de niños y niñas. Nuestro escrito –el presentado en Trabajo- hace responsable directamente al Ministerio de Educación por esa resolución, a que si llegara a pasar algo, que quede en claro cuál fue la decisión del gremio. También que no fuimos convocados como lo pide la normativa, para discutir lugar por lugar y observar el cumplimiento de los protocolos aprobados”.
Teniendo en cuenta este panorama, ¿a qué se debe entonces esta decisión del Ministerio de volver a la presencialidad?
Se debe a la presión que ha ejercido un grupo muy minoritario de padres, fundamentalmente vinculados a escuelas privadas. Esta decisión está basada en escuchar más a estos sectores que escuchar a los docentes. De hecho el gobernador recibe a los padres y no a los docentes. Hay que recordar que este año no dejamos de enseñar, que seguimos trabajando y que estamos a menos de un mes de que podamos tener la vacuna para una parte importante de la población. Es posible que las condiciones del año que viene sean mucho mejores. Esta parte del año debería haberse dedicado a resolver los problemas edilicios, de infraestructura, los protocolos necesarios para cuando se regrese a la presencialidad, en lugar de este apresuramiento. Más cuando la propia ministra de Educación dijo hace pocos días que no estaban dadas las condiciones para esta vuelta en los lugares donde había circulación del virus.
Desde el Ministerio de Educación de Santa Fe se afirma que la decisión se toma para propiciar encuentros presenciales, recuperar de a poco los vínculos con las chicas y los chicos.
Este regreso a la presencialidad (en la provincia y en diciembre) es más una medida de marketing que una solución pedagógica. El Ministerio debe convocar los ámbitos para discutir lo que tenemos que recuperar y con qué instrumentos, cómo se va a hacer con esos chicos que no accedieron a una computadora, que estuvieron también sin virtualidad. Para eso faltan más docentes para trabajar con la recuperación, además conectividad y computadoras. Pero como el problema de las computadoras que faltan no se va a resolver en la Argentina de acá a febrero, hay que ver la tarea pedagógica para entonces. Y respecto de ese pedido de “vinculación”, lo primero que debe saber la ministra es que las maestras y los maestros se vincularon desde marzo y todo el año. Y como escribió hace poco una maestra, que han atendido a los chicos en las horas más diversas, cuando las familias pueden, que siempre nos hemos comunicado y estado entregando desde las tareas hasta bolsones de alimentos. Hay una gran colaboración de parte de los maestros, en todo caso hay una falta de confianza del Ministerio de Educación en esa tarea.
Entre otros argumentos para sostener la decisión de regresar a la presencialidad ahora, el gobernador Perotti ha marcado que el 18 de diciembre termina el ciclo lectivo y por tanto la docencia debe cumplir con esta resolución.
Habría que contarle al gobernador la cantidad de directivos que durante enero y febrero se dedican a atender las obras en las escuelas, además del comedor. También que nadie se ha negado a cumplir con las fechas del calendario escolar. El gobierno hace mal en no escuchar a los docentes. Una situación que se ha dado tanto en la derogación de tres concursos como en los seis meses que estuvimos sin aumento salarial. En los que estuvimos trabajando, pagando gastos de teléfono y conectividad, hasta la nafta con cero aumento salarial. Y más en un año donde se espera que la inflación sea del 32 o 33 por ciento. Ese es el escenario y falta aún la convocatoria de diciembre. El pedido es que el gobierno escuche a los docentes.
Infraestructura
Amsafé está realizando un relevamiento de la situación de las escuelas a nivel de infraestructura. Los primeros resultados indican serios problemas con el agua, con yuyos altos y falta de espacios para contener a los grupos de alumnos, mientras se limpian los salones de clases en la jornada escolar. El protocolo indica que debe hacerse cada 90 minutos de trabajo. También que faltan asistentes escolares. “El gobierno debió convocar al Comité Mixto para esta tarea y no lo convocó”, remarca Alesso sobre otra falta de la provincia con el sindicato docente.
La secretaria general de Amsafé repasa que durante el año, y vía las y los supervisores escolares, también se relevaron las escuelas. A partir de esos datos, algunos establecimientos han comenzando las obras, pero otras no. “Esto debe resolverse cuanto antes para que en febrero estén dadas las condiciones” para poder volver, y si también “baja la circulación del virus”, alerta.
“Hay que seguir cuidándonos, tenemos que hacer un último esfuerzo. Falta muy poco para la vacuna. Por eso nos parece muy irresponsable la decisión que ha tomado el Ministerio. No queremos arriesgar la vida de los docentes, ni de la niñas y los niños”, expresa y recuerda que los ministros de Salud y Educación de la Nación, Ginés González García y Nicolás Trotta, respectivamente, han anunciado que las y los docentes están entre los grupos prioritarios para la vacunación.
Presiones
La decisión del gremio de quitar el crédito laboral y no regresar desde el 1° de diciembre a las aulas presenciales no ha sido sin costo para las directivas y docentes. Entre las presiones que reciben para volver están las del propio Ministerio de Educación. “Hay presiones del gobierno para que los docentes vuelvan a la presencialidad. Es grave que se desconozca una medida gremial”, confirma Alesso. Y remarca que lo que el Gobierno debiera hacer es convocar al sindicato a la mesa paritaria, que es donde deben discutirse estas definiciones.
Por el mundo
Alesso integra la Internacional de la Educación (IE), la organización que nuclea a todas las organizaciones sindicales docentes del mundo. Eso le permite acercar las conclusiones y datos reunidos por distintos países. Lo primero que describe es que hubo diferentes decisiones: países que cerraron las escuelas como la Argentina y otros que las mantuvieron abiertas. Esto último –señala- por lo menos fue por un tiempo, porque al extenderse la pandemia tuvieron que cerrarlas. “Pero lo que en esos casos estaba en claro –destaca- es que se priorizaba la escuela, no el bar, no el comercio, no el shopping. Y este no es un tema menor. Aquí se está planteando que se abra todo como si no hubiera coronavirus o como si los casos hubieran disminuidos. Eso es lo grave”.
También advierte que hoy, al menos en Europa, hay un segundo brote del virus, y que ni siquiera muchos van a poder reunirse para las fiestas de Navidad y fin de año. Se alerta sobre la saturación de los sistemas de salud, y si eso aumenta sumado el estrés de las y los trabajadores de la salud, será muy difícil hacer frente a esta segunda ola de la pandemia.
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Jeremías Bikic
04/12/2020 en 12:47
La mayoría de los docentes de este país dan asco. Agarren una pala y dediquen se a algo que no tenga complejidad. Por qué realmente tienen un retraso mental severo.