Clases

Un informe preparado por médicos y docentes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) destaca que “ninguna actividad presencial puede ser recomendada sin descenso de los contagios de la mano de estrategias como el ASPI (Aislamientos Selectivos, Preventivos e Intermitentes)”.

El documento se llama La actividad presencial en escuelas y la pandemia y fue elaborado por Lucas F. de Candia, Valeria B. Bulla, Ricardo R. Cordone.  Candia es magister en Salud Pública, médico  generalista y docente de la especialización en Medicina General y Familiar (UNR). Bulla es también magíster en salud pública, médica generalista (UNR) y directora de la carrera de posgrado de especialización en Medicina General y Familiar (UNR). Y  Cordone médico generalista, profesor universitario y de posgrado en la misma especialización.

Entre otras conclusiones el análisis reconoce que “la tensión entre las necesidades sociosubjetivos de las niñas y los niños y las medidas para controlar la evolución de la pandemia exige estrategias innovadoras, integrales y con amplio consenso entre sectores de gobierno, trabajadoras, trabajadores y familias”. Y que “siguiendo estas recomendaciones sanitarias, se debería diseñar un plan curricular adaptado al contexto y convocar ampliamente para sostenerlo de manera colectiva”.

“No se trata de los intereses del personal educativo versus las niñas y los niños, ni de las presiones a los diferentes niveles de gobierno. Se trata de crear espacios colectivos para construir diagnósticos de situación, identificar los problemas y diseñar intervenciones posibles a corto y mediano plazo, en el marco de un plan global de afrontamiento de la pandemia que tenga por objetivo principal aplastar la curva de casos para evitar muertes”, concluyen en este análisis difundido esta semana.

Crisis multidimensional

Clases y pandemia
El documento alerta que la pandemia genera una crisis multidimensional en las sociedades y demanda respuestas integrales. |Foto: Unicef

En el documento, Candia, Bulla y Cordone sostienen que “la pandemia genera una crisis multidimensional en las sociedades y demanda respuestas creativas, integrales y articuladas de los gobiernos, los sectores trabajadores-productivos y la ciudadanía en general”.

Afirman que “si cada sector puja por sus interesas particulares será muy difícil sobrellevar lo que viene en este 2021”. También que hoy ya nadie duda de las necesidades sociosubjetivas de las infancias y la prioridad en la agenda pública del regreso a la presencialidad escolar.

También que “sobre el virus SARS-CoV-2, la pandemia y el impacto de la enfermedad tenemos algo de conocimiento y aun algunas incertezas”. Y puntualizan información sobre la relación entre niñas, niños y la presencialidad en escuelas:

1.Tenemos evidencia de que las niñas y los niños pueden transmitir la enfermedad al menos tanto como las personas adultas, dependiendo del contacto social que tengan. Si bien, desarrollan en general un cuadro clínico más leve y con menor frecuencia de complicaciones existen reportes de casos graves en edades infantiles.

2.En términos epidemiológicos, a más contacto social más contagios se producen. Y luego, a mayor número de contagios, mayor número de muertes. En Rosario, según lo reportado por la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario la tasa de letalidad es de 2.26 (15/1/21). A lo largo del 2020, con diferentes intervenciones los grupos etarios de los extremos (menores de edad y mayores de 60 años) han sido los menos expuestos al virus y por consecuencia, es posible que constituyan sub poblaciones con gran susceptibilidad al contagio.

3.La transmisión por aerosoles es considerada la vía principal de transmisión del virus entre personas. Inicialmente, la OMS (Organización Mundial de la Salud) no reconoció la jerarquía de esta vía de contagio y muchos de los protocolos sanitarios desarrollados en las diferentes actividades no la contemplan. Por eso, se dice enfáticamente que el modo de asumir menor riesgo es mantener actividades al aire libre, con barbijo y distancia.

El grupo de especialistas destaca que este conocimiento adelanta “una compleja tensión entre el cuidado integral de las niñas, los niños y las medidas necesarias para no perder el control de la pandemia”. Aseguran que hay evidencia de que “cuando hay circulación comunitaria del virus y crecientes números de casos, el cierre de escuelas, en conjunto con otras medidas restrictivas que disminuyen el contacto social, es útil para frenar contagios y, en consecuencia, hospitalizaciones y muertes”.

Así afirman que el regreso a las escuelas de manera presencial podría favorecer contagios, exponiendo particularmente a las y los más chicos y más grandes.  Y  que la actividad escolar podría generar la acumulación de personas en espacios cerrados, como los colectivos y las aulas.

Por otro lado, indican que es necesario volver a diseñar los modos de socialización en las y los escolares: “Más allá de los contenidos curriculares, también muy importantes, lo más urgente es ofrecer a las niñas y los niños espacios de socialización presenciales y virtuales para compartir sus experiencias y retomar el juego y el estudio”. Y en ese sentido que es “ineludible señalar la necesidad de asistencia estatal en los sectores en los que la conectividad no es posible por dificultades de socio económicas de las familias.

Sugerencias

1.Como sugieren los científicos de Conicet: tomar medidas con el objetivo de aplastar la curva de casos lo más rápido posible. Para esto intervenciones poblacionales como los Aislamientos Selectivos, Preventivos e Intermitentes (ASPI) son una opción muy interesante. Realizar cierres breves con importante disminución de la circulación y el contacto social para impactar fuertemente en la disminución de los casos. Esto es primordial para pensar el sostenimiento de cualquier actividad presencial.

2.Establecer criterios epidemiológicos que marquen con precisión, en el marco del DNU de Distanciamiento Social, cuándo se puede sostener la actividad escolar presencial y cuándo debe ser suspendida. Es importante, contemplando la necesidad socio subjetiva de las niñas y los niños que las actividades tele escolares o virtuales tengan continuidad aun a pesar de suspensiones de la presencialidad. Los criterios deberían ser establecidos a nivel nacional y aplicados según el momento epidemiológico de cada localidad.

3.Vacunación masiva del personal educativo: resulta urgente coordinar la presencialidad en escuelas con la campaña masiva de vacunación en personal educativo y en la población en general, con especial énfasis en las personas de mayor riesgo de muerte por COVID.

clases pandemia
Las escuelas deben contar con protocolos sanitarios básicos.

En el informe y en relación a las propuestas a considerar, este grupo de especialistas detalla lo que debería contemplar el protocolo sanitario para la presencialidad en escuelas:

.Espacios que garanticen la adecuada circulación de aire para disminuir la acumulación de aerosoles (vía principal de contagio). Las aulas deben ser espacios bien ventilados y con pocas personas en burbuja fijas y pre establecidas. Sería recomendable la utilización de medidores de CO2 para controlar si la ventilación es adecuada.

.Burbujas educativas: construir burbujas con docente y un número reducido de niñas y niños fijas. Cada persona debe asumir responsabilidad de reportar inmediatamente si algún integrante de las burbujas educativas o sus familiares presentan síntomas compatibles con COVID. El encuentro presencial de cada burbuja educativa debe ser intermitente y no diario, para permitir la inmediata suspensión de la actividad y el aislamiento de la totalidad de las y los integrantes si apareciera un caso sospechoso o confirmado de COVID. Las actividades educativas deben estratégicamente diseñarse intercalando lo presencial y lo virtual o tele escolaridad (reuniones virtuales, tareas para enviar por correo electrónico, video llamadas, etc). La continuidad del vínculo de las niñas y los niños entre sí y con el personal educativo debe ser el objetivo primordial.

.Trazabilidad: cada institución educativa debe llevar registro diario de cada persona que ingresó a la institución y en qué aula/burbuja educativa estuvo para garantizar la posibilidad inmediata de identificación de contactos estrechos de un caso y realizar las medidas de aislamiento de manera precoz. Además, se debe registrar si las niñas y los niños conviven o tiene contacto con personas de grupos de riesgo (embarazadas, adultos mayores de 60 o con enfermedades que aumentan complicaciones asociadas a COVID).

.Equipo de salud escolar: se deben disponer de personal sanitario adecuadamente capacitado para controlar protocolos en aulas y definir indicaciones de aislamiento de contactos o suspensión de actividades de una determinada burbuja educativa.

.Capacitación permanente del personal educativo: ofrecer una serie de instancias educativas sobre intervenciones para disminuir riesgos de contagios y sobre los síntomas que se deben reportar. Resulta ineludible ofrecer periodicidad a estos encuentros para intercambios de experiencias y evacuar dudas.

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