Estamos en la redacción de El Eslabón y esta es la edición que nunca quisimos hacer. Es la edición que nunca pensamos que iba a suceder. Para este jueves, Juane había agitado un asado. No hacía mucho que había descubierto la parrilla y la terraza de la coope nueva, nuestra nueva casa, el refugio que estamos construyendo. Nunca faltaron en La Masa razones para brindar y celebrar. Ese era el plan para este maldito 4 de marzo.
No existe fórmula para sobrevivir a esta jornada. Nosotrxs, sin embargo, encontramos algo que se asemeja bastante: hacer lo que haría él, escribir un periódico, sobrevivir en la redacción, de manera colectiva y haciendo lo que nos encontró en distintos momentos de nuestra vida. Todxs lxs que hacemos a la gran familia de La Masa supimos, mientras nos abrazábamos desolados sobre la calle Córdoba, tan lejos y cerca de él, que esto es lo que había que hacer hoy.
Este sábado en la edición 498 de El Eslabón nuestro homenaje a Juane.
Hasta la victoria siempre, compañero.