No fue un jueves más en la 25 de Mayo, la histórica plaza de las Madres rosarinas que ya no están, pero están, y que dejaron huellas imborrables. La misma plaza en la que siempre tomaba la palabra Juane, que ya no está pero estuvo viendo orgulloso como las nietas y los nietos siguen esas huellas, las suyas, las de Hijos, las de las Abuelas y las de los 30 mil compañeros y compañeras que ya no están pero están.

(Foto: Manuel Costa)

Por el contexto de pandemia, y para extremar los cuidados, la ronda de los jueves se vio suspendida o limitada a fechas especiales. Con la excusa de que se transitaba la semana en la que se conmemora el Día Internacional del Detenido Desaparecido, se resolvió volver. La jornada lluviosa no impidió que muchos y muchas se acercaran a ese espacio emblemático de la lucha por los derechos humanos a caminar, a recordar, a reencontrarse, a reescribir y a seguir escribiendo la historia. Las nietas y los nietos habían anunciado en la semana que se estaban empezando a organizar y que habían decidido, en el grupo de WhatsApp, que la cosa tenía que ser un jueves y en esa plaza. Y ahora.

“Hoy recordamos a las madres y a las abuelas de la plaza, reivindicamos su lucha y conmemoramos el día de le detenide desaparecide, con compañerismo y cuidándonos entre todes. Creemos que es necesario mantener activa la memoria y es por eso que como Nietos y Nietas construimos este espacio de militancia por los derechos humanos, abierto para quienes quieran ser parte”, leyó Lara González Garat, nieta de Eduardo Héctor Garat, secuestrado y desaparecido en el marco del terrorismo de Estado.

(Foto: Manuel Costa)

“La plaza 25 de mayo y la ronda de las Madres son un lugar emblemático que nos ha enseñado que la lucha es colectiva y que nos atraviesa a todes. Sostener este espacio nos parece fundamental para transmitir que la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia sigue más vigente que nunca y son las banderas que queremos seguir levantando y construyendo porque todavía queda mucha memoria y mucho que construir por ese país que soñaron les 30 mil”, completó su prima, Camila Haydée Garat, quien lleva como segundo nombre el de su bisabuela, que supo lucir el pañuelo blanco y rondar por esas mismas baldosas en las que, minutos después, Renata Labrador y Lua Conechny, recordaron a Jorge Luis Francesio a través de las palabras de su hija Soledad y ante la atenta y emocionada mirada de su nieta Ana.

(Foto: Manuel Costa)

Muy cerquita estaban Juana Basso, Emiliano Toniolli, Martí Labrador, Juan y Francisca Lutman, “esa tercera generación que volvemos a tener tras la partida de nuestras Madres”, como señaló Ana Moro, de Madres de Plaza 25 de Mayo, quien junto a su sobrino Gustavo De Vicenzo, mucho más conocido como el Zeta, también tomó el micrófono para poner en palabras y en valor lo que se vivió este jueves, que no fue un jueves más, en la plaza de las Madres que ya no están, pero están y estarán siempre.

 

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