La marca cordobesa de zapatos y zapatillas Justicialistas lanzó un nuevo producto: los botines de fútbol Barrilete Cósmico, con el sello de Diego Armando Maradona, la inscripción de la fecha de su obra culmine (22|06|1986) y una V bien grande.
El 22 de junio de 1986 quedará para siempre impregnado en la memoria colectiva de las y los argentinos (y de las y los ingleses) porque fue el día que Diego Armando Maradona tocó el cielo con las manos. Y la pelota también, bah. La fecha de aquella calurosa tarde en el estadio Azteca además quedó impregnada en el cuero negro de los flamantes Barrilete Cósmico, nombre que Nicolás Mendizábal –dueño de la fábrica de calzados Justicialistas– sacó del relato emblema de Victor Hugo Morales para denominar al nuevo producto que ya está a la venta. “El nombre y la fecha surgió por todo lo que significó eso para nosotros”, explica su autor en diálogo con El Eslabón, y detalla: “Buscamos poner en contacto lo que son para nosotros dos universos de la cultura popular, como el peronismo y la mística y la épica del Diego”.
Diego Vuelve
De las tantas cuestiones que hacían de Maradona un ser de otro planeta, una que quizá no esté entre las de mayor virtud, fue la de mantener su calidad intacta ¡con los cordones desatados! “Yo siempre entrené con los botines desatados, toda la vida”, confesó en un programa televisivo de TyC Sports. Y más allá de tener para eso algunas explicaciones relacionadas a los patrocinadores (“Si yo me los ataba en el vestuario, los fotógrafos no venían. Entonces me los desataba y cuando me ponía a atarlos venían todos los fotógrafos”), existe una más simple: “Porque no me caía. Si me hubiese caído…”.
En la etapa de Diego con los cortos puestos, los colores extravagantes en el calzado deportivo aún no habían encandilado a los futbolistas. Y estos botines justicialistas son un fiel reflejo de aquellos tiempos, una mezcla actualizada entre los célebres Sacachispas y los históricos Puma Borussia de Maradona. “Es una zapatilla de fútbol, que tiene una diferencia técnica con el botín, que necesita más tecnología”, aclara Nicolás Mendizábal, y añade sobre el diseño: “Se nos vinieron a la memoria los botines Sacachispas, un botín clásico en el que sobresalía el cuero y no tanto el marketing del sintético de los actuales. Por eso queríamos que sean negros, como los Borussia que usaba el Diego, y con una V peronista”.
Entre la gama de productos de la marca Justicialistas (zapatillas, zapatos, sandalias y billeteras, todo de cuero y tanto para hombres como mujeres), estos botines son los que dan el puntapié inicial para ingresar al mundo de la redonda. “Pero éstos, al ser de fútbol 5, son más parecidos a la producción de las zapatillas como las venimos haciendo. Este es de muy buena calidad”.
Zapatazo al ángulo
Cooke, Marechal, Walsh, Gelbard, Arregui y Scalabrini son algunas de las tantas personalidades emblemáticas del movimiento político que nació el 17 de octubre de 1945. Las palabras Descamisados, Octubre, Resistencia, Uturuncos, también son parte del diccionario peronista. Además, tienen en común que le dan nombre a los distintos productos para hombres de la pyme de calzados cordobesa, que por supuesto también tienen su versión femenina, con denominaciones como PresidenTa, Victoria, Duarte, 1947 (voto femenino), Bermann (por Sylvia Bermann, sanitarista y militante montonera, hija de Gregorio, dirigente de la primera etapa de la Reforma universitaria de 1918), Fadul (Esther, la primera mujer que llegó a ser Diputada Nacional), Parodi (por Teresa) y Pirí, en homenaje a Susana Lugones, escritora, nieta de Leopoldo, desaparecida por el terrorismo de Estado).
Ahora, la fábrica de Nicolás Mendizábal y Germán Bolatti llegó al verde césped (sintético) con botines de fútbol 5, y que llevan el nombre con el que Victor Hugo nombró a Maradona en el gol (y el relato) del siglo. El entrevistado cuenta que para darle identidad al flamante calzado “se produjo una combustión que penetró en el pueblo argentino a partir de ese gol que le hace a los ingleses”, y que “la idea era traer a la memoria ese momento” del Mundial de México 86. “El barrilete cósmico –explica Nicolás– sintetiza esa alquimia que se produjo, que fue una respuesta de Víctor Hugo a un conflicto con Menotti, quien había dicho antes del Mundial que si el Diego no se comportaba «como un barrilete», por eso de «si voy o no voy», podría llegar a ser figura del Mundial. Y a eso VHM le buscó la vuelta para responderle”.
Este culiau de 37 años e hincha de Belgrano asegura que “vemos ese gol mil veces y siempre te emociona”, por lo que “la idea es hacer tangible eso a partir de un botín, que sea nacional, justicialista y con la mejor calidad posible, que eso sea nuestro valor agregado”.
Te quiero, Diego
“Tengo 37 años y me crié con el Diego como ídolo”, confiesa Nico con la tonada que caracteriza a los nacidos en La Docta, y agrega: “Eso le pasó a toda mi generación, desde que arrancamos a jugar a la pelota. Y más allá de lo que significó él dentro de una cancha, lo que hizo afuera cala más hondo, sobre todo en la manera en que abrazó la política. Para los que entendemos a la política como una herramienta de transformación social, ver a un jugador como él involucrado (tanto en Nápoles como en Argentina), nos llena de orgullo. Diego llevaba a todas partes su argentinidad, su posición de clase, y yo me crié con eso”.
Ante la requisitoria de porqué además de maradoniano se hizo peronista, admite: “No vengo de una familia que se haya identificado con el peronismo, pero yo siempre milité. Empecé en el Centro de Estudiantes del secundario y después seguí. Con el kirchnerismo me empecé a vincular más fuertemente con el peronismo. Sobre todo después del 27 de octubre de 2010, cuando fue la muerte de Néstor, ahí me empecé a involucrar mucho más en la militancia kirchnerista. Fue Néstor el que más me metió en el peronismo”.
Antes de despedirse, este joven emprendedor que comenzó con la confección de calzados luego de que el padre de un compañero de militancia recibiera como indemnización una máquina para fabricar zapatos, destaca: “En realidad creo que soy parte de una familia que siempre fueron peronistas pero no lo sabían (risas)”.
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