El autor rafaelino acaba de publicar No es lo suficiente, el libro de cuentos con el que ganó el prestigioso Premio Provincial de Narrativa. Con una importante trayectoria literaria y vida nómade, habla de estas historias de personajes al borde del abismo.

En diciembre pasado se presentó en Rafaela y por primera vez No es lo suficiente, el libro de cuentos de Santiago Alassia (Rafaela 1979) que en 2020 resultó ganador del Premio Provincial de Narrativa “Alcides Greca” en la categoría inéditos. Se trata del último trabajo del narrador y poeta santafesino que ya lleva publicados Magún magún (poesía, 2019); Por lo bajo (cuentos, 2017); Hueco en el mundo (poesía, 2015) y Juan y Antonio (nouvelle, 2009). “Los premios sirven para apuntalar carreras, pero sobre todo para encontrar lectores”, opinó Alassia en una entrevista que dio a este periódico, desde Córdoba, en el borde del 2021. “Más allá de eso –continuó– yo ya sé que soy un escritor, y que voy a dedicar mi vida a la escritura literaria, así tenga que pasar el resto de mi vida comiendo arroz, y arrastrándome por la tierra. Ya sé que no quiero hacer otra cosa, ya las probé y no me interesan”, afirmó el autor que desde 2018, junto a su pareja Cintia Morales, encara el proyecto “ViajaPalabra”, que lleva obras y talleres de poesía y de teatro a escuelas, centros culturales, bibliotecas y otros espacios en pueblos del centro y norte de la Argentina y países limítrofes. “Acá (en la escritura) encontré un lugar, mi lugar. ¿Es un lugar físico?, no. Es una posición del deseo, de la imaginación. El lugar puede ser Rafaela, Tilcara, puede ser Hungría, qué sé yo”. Proveniente del palo del teatro, Alassia junto a otros escritores y escritoras de su generación, viene armando la escena de la literatura regional. De hecho, en 2015, con amigos de sus pagos, fundó el Festival de Literatura de Rafaela que se mantiene firme (salvo el primer año de pandemia) y por el que han pasado poetas y narradores con trayectoria como el cordobés Luciano Lamberti, Beatriz Vignoli, Reynaldo Jiménez, Marina Travacio ,Yamil Dora, Silvia Castro, María Julia Magistratti, Jotaele Andrade, Franco Rivero, y Pablo Katchadjian, entre otros.“Hay escritores y poetas de muy buena calidad en Santa Fe, conozco a muchos del norte de la provincia, de Reconquista, de Avellaneda, Las Toscas, Villa Ocampo, y la zona de la llanura central, Rafaela, Sunchales. En el norte también está Diego Planisich, que organiza lecturas, talleres y movidas similares. O sea, hay una movida pero también hay que estar atentos y salir a buscarla”, aclaró.

Minúsculas y desoladas biografías

No es lo suficiente es un libro compuesto por diez relatos narrados todos en primera persona, y cada historia se construye a partir de las singulares voces de los personajes que hablan para sí mismos, hacia adentro. Entre el run run del pensamiento y el vértigo total del delirio, en estos cuentos Alassia tensa con el lenguaje el hilo que conecta a estas “minúsculas y desoladas biografías” con sus entornos pueblerinos, agrestes, y hostiles también. En la contratapa, Luciano Lamberti escribió: “Leí este libro con estremecimiento físico”. No es lo suficiente compitió con 184 obras que fueron presentadas en la categoría inéditos, en el concurso provincial Alcides Greca, y se consagró con el premio mayor. El jurado, integrado por Eduardo D´Anna, Beatriz Vignoli y Francisco Bitar, sobre los cuentos reunidos en este título, destacó: “Logra climas de extrañeza haciendo uso del lenguaje cotidiano. Partiendo de una mirada sobre un mundo local reconocible, cada relato enrarece su referenciación, aventurándose en zonas limítrofes e inciertas.Cada narración emprende una exploración de sus protagonistas a partir del punto en que el mundo normal se ve quebrado por reglas insólitas, de modo que los personajes se salen de lo real para introducirse en el inaprensible terreno de lo fantástico. Se destaca el empleo de una sintaxis original y una lengua coloquial, con lo cual se logra una voz singular”. Con esta obra, Alassia se hace un lugar en la colección Los Premios, y entre los autores y autoras más relevantes de la literatura contemporánea del país y la región.

Alassia presentó su libro en Rafaela, su ciudad natal.

—En una entrevista dijiste que No es lo suficiente es un poco la exploración de la primera persona, ¿fue un disparador para escribir estos relatos o fueron surgiendo sobre la marcha?

—Cuando uno empieza no tiene bien en claro el proceso, ahora estamos al final del recorrido porque tenemos el libro y charlamos con los lectores, pero al principio uno se va enganchando con objetivos más pequeñitos. Primero empecé escuchando las voces, imaginariamente: trataba de imaginarmelos al hablar, ver por dónde me llevaban y qué historia iban armando en ese hablar, y después vino un  trabajo de pulido más lento, más minucioso, que llevó mucho tiempo. Y no puedo decir bien qué es lo que me propuse, el libro se armó con estos textos después de escribir un montón de cuentos y me di cuenta de que la manera de reunirlos era con los que yo consideraba poderosos y que más o menos iban armando un mundo. El primer puente formal es que son todas primeras personas,  pero a nivel más temático y de contenido me parece que son personajes que están de alguna u otra manera tocados por una especie de distancia, separación o soledad, algunos de una manera más radical, otros no tanto, estan por ahi tratando de convivir con la sociedad, y algunos que ya no pueden.

—En su mayoría esas voces son femeninas y están atravesadas por esa soledad que decís, y de sometimiento, de sufrimiento y también al borde de la locura

—No fue consciente, por lo menos al principio, después sí me puse a pensar que de estos diez textos hay como 8 de mujeres hablando, y me di cuenta de que me interesa el desafío de explorar, de ir hacia algo muy alejado de mí como autor. Yo, Santiago Alassia estoy muy lejos de experimentar una sensibilidad así. ¿Qué onda con el desafío en la ficción de poder construir una narradora mujer? Y después, ser conscientemente cuidadoso para ver en el texto cómo van a aparecer las marcas que van a situar a esas narradoras mujeres ¿Cómo sería una sensibilidad femenina, o una mirada femenina sobre tal o cual cosa? Cómo lo sentiría, cómo lo diría, cómo lo escucharía esta mujer, no una mujer, decir “la” mujer es una abstracción, sino ésta mujer que estoy construyendo.

—El jurado destacó que una de las cualidades de los cuentos es que “logran climas de extrañeza partiendo de una mirada sobre un mundo local reconocible”.

—Para mí es muy importante transmitir la oralidad, que uno como lector sienta que los está escuchando a los personajes. Por eso gran parte del trabajo consiste en parar la oreja y construirle a los personajes una voz, no sólo un discurso sino una voz, y creo que el color local o las particularidades de la región de un escritor hacen que, aunque el escritor no lo quiera, no lo sepa o no se entere, eso va a entrar de todos modos. Quizás ni siquiera pase por el radar de tus preocupaciones el color local, pero en algún momento va a haber un giro, una marca de eso. Recién me doy cuenta de que me fui de la provincia de Santa Fe hace unos años y voy reconociendo cómo hablan el rafaelino, el santafesino, el rosarino, el cordobés, el norteño.

—Volviendo al tema de la locura, se me ocurre que en una ciudad mediana o grande se ve como parte del todo, pero en los pueblos está más individualizada, como lo expresan tus relatos

—Durante mucho tiempo yo hablé de este libro diciendo “estoy escribiendo un libro sobre freaks de pueblos”. Los locos del pueblo, o el loco del pueblo, porque por pueblo hay un loco. En el pueblo chico de 500, mil, dos mil habitantes, hay un solo loco y se van sucediendo, pasando la posta entre ellos a medida que van muriendo. No sé si es un prejuicio, pero la locura o la marginalidad psíquica en los pueblos toma niveles de intensidad muy particulares. La locura urbana es más parecida, no importa si es San Pablo, Buenos Aires o Rosario, o Asunción, el loco de ahí va a ser un linyera, un borracho en una plaza gritándole a la gente, quizás hasta meando delante de todo el mundo, ese sería un loco urbano dentro del ruido de la gran urbe. Pero en los pueblos, la locura adopta sus giros propios, originales y a mí me interesaba ir por ahí.

—¿Qué significa este premio o los premios en general para vos?

—Los premios son marcas del afuera que vienen a legitimar o a respaldar o apuntalar la decisión de escribir. En ese sentido son importantes, a uno lo alegra porque indican que lo que uno está escribiendo puede ser leído afuera, puede significar algo para otros, que hay lectores allá afuera, sobre todo eso. No por un juicio de la calidad de la obra sino de la posibilidad de que haya lectores para esa obra. Nosotros, que somos escritores independientes, del interior del interior, que andamos publicando en editoriales independientes, que no vivimos de esto porque yo ni siquiera me imagino proyectandome para vivir de mi obra, yo vivo de otras cosas que son satelitales a la literatura, pero un premio es importante porque viene a significar un espaldarazo de lectura, un jurado te leyó y considera que tiene que editarse, y eso ya es buenisimo, re interesante.

Los premios de la Invencible

El Premio Provincial de Narrativa “Alcides Greca” se llevó adelante en 2020 y recibió 265 obras literarias: 184 originales en la categoría de obras inéditas y 81 libros en la categoría de obras editadas. Desde el Ministerio de Cultura de Santa Fe destacaron que la cantidad de obras que se presentaron fue significativamente mayor que en las ediciones anteriores del galardón, lo cual indica un creciente interés de las escritoras y escritores santafesinos por participar en el prestigioso certamen literario provincial. El Premio Provincial de Narrativa “Alcides Greca” homenajea la figura del icónico narrador y cineasta nacido en la ciudad de San Javier en 1889, cuya vida y obra transcurrió principalmente en Rosario, pero con fuertes vínculos con su tierra natal. Asimismo, el Alcides Greca forma parte de los premios Trienales a la Creación Literaria, que desde 1970 convoca la provincia de Santa Fe. Cada año, de manera rotativa, corresponde un género: Premio de Poesía José Pedroni, Premio de Narrativa Alcides Greca y Premio de Ensayo Juan Álvarez.

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