“Vamos a fortalecer la Educación Sexual Integral. Queremos que los niños, niñas y adolescentes sepan cuidar de sus cuerpos y de su salud reproductiva y sean responsables y tengan respeto con sus pares y, en particular, con las mujeres y las personas de las diversidades sexuales”. El anuncio –junto a otras medidas del orden educativo– lo hizo el presidente Alberto Fernández ante el Congreso de la Nación, durante la apertura de las sesiones ordinarias 2022, el pasado 1° de marzo.
¿Qué impacto tiene esta mención puntual sobre la Educación Sexual Integral (ESI) del primer mandatario? Invitada a responder sobre esta cuestión, la educadora y referenta de la ESI Dolores Covacevich subraya la relevancia del mensaje sobre las decisiones que se tomen.
Destaca así lo valioso de que “las figuras públicas, quienes elaboran políticas públicas, se hagan eco del reclamo de las militancias y mencionen, por ejemplo, la importancia que tiene la ESI como política pública y como política educativa, porque esa mención siempre implica un trabajo que la acompaña”.
Para la profesora Covacevich, anunciar que se va a reforzar esta educación o ponerla en un lugar de preponderancia significa que “debe haber más capacitaciones para docentes o más presupuesto para generar materiales para trabajar con una perspectiva actualizada”, por ejemplo.
Al respecto, recuerda que la Educación Sexual Integral de la actualidad y los reclamos que la involucran no son los mismos que los de 2006, cuando se aprobó la ley 26.150 a nivel nacional. “Todo ese marco normativo que se amplió, toda la militancia que tenemos hoy día, todas las consignas que levantamos como banderas son un entramado para transversalizar la ESI o al menos intentar trabajar con esta perspectiva integral transversal”, agrega.
Dolores Covacevich es cientista de la educación (UNR), está a cargo de áreas vinculadas a la ESI y género en el ámbito del Estado, en la formación docente y en escuelas de nivel secundario y terciario. Desde esos espacios de trabajo y militancia, considera fundamental la referencia presidencial en el discurso ante el Congreso a la necesidad de fortalecer la ESI, y desde ya la expectativa de inversión que abre para garantizar su implementación.
La remisión de esos anuncios a lo que pasa con el proyecto de ley de ESI en la provincia de Santa Fe es inevitable. “Es fundamental recordar la cantidad enorme de veces que ha perdido estado parlamentario la posibilidad de tener una ley propia de ESI a nivel provincial. Siempre se ha trabado en el Senado, ese núcleo duro que no se rompe, no cede a lo que básicamente es la adquisición de más derechos, más oportunidades y más igualdad para la población”, señala la profesora.
“Una herramienta, pero no la única”
Hace pocos días la noticia de que un colegio privado de Rosario pedía a las familias que las niñas llevaran cuadernos forrados de color rosa y los niños de color celeste recorrió los portales de los medios. Poco tiempo después, se conocía la violación grupal a una joven en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por seis jóvenes. Dos hechos que en sus extremos tienen en común el trayecto de la educación sexual integral, para prevenirlos, educar con derechos y libres de violencias.
¿Por qué cuesta tanto el camino de la ESI? “Son cambios culturales. Como todo lo que tiene que ver con la educación, no es de un día para otro”, dice la profesora Covacevich, que de inmediato invita a pensar que “la ESI es una herramienta, pero no la única”.
“La Educación Sexual Integral es un derecho, es una herramienta, es contenido, es un posicionamiento político, pero a su vez no puede ser todo lo que es si no articula con otras normativas y derechos”, subraya, y menciona de inmediato ese vínculo con normativas, por ejemplo, como la ley Micaela (27.499, de 2018), la de identidad de género (26.743, de 2012) o la de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres (27.501, de 2019).
La profesora destaca el trabajo que se hace en las escuelas y en la formación docente con la ESI, del cual asegura que “hay un avance enorme”; a la vez que insiste en la clave de articular esa tarea “con otras políticas públicas y otras políticas educativas sobre ese proceso de desconstrucción, de acompañamiento, de interpelar los roles, mitos y estereotipos”.
Dice que hay que recordar siempre que esos episodios de violencia que cada tanto son noticia se padecen a diario: “Lamentablemente sufrimos esos episodios que copan los medios de comunicación, que no son hechos aislados, nos suceden todo el tiempo a las mujeres, a las feminidades, a las transfeminidades. Desde un grito en la calle hasta un hecho tan horripilante como el que nos enteramos esta semana”.
La educadora también trae a la conversación el lugar de los medios y el tratamiento que hacen de la información. Considera que hay que “reivindicar y sostener la ley Micaela como un espacio de formación para quienes ocupan un lugar en los medios de comunicación”.
La recomendación de la especialista se hace más que evidente en su importancia cuando se cruza con las declaraciones del conductor de Crónica TV Flavio Azzaro que dijo de la joven violada que “por ahí quiso y después se arrepintió”.
Covacevich advierte que “se sostienen esos discursos que no sólo revictimizan sino que generan más violencia hacia la víctima”, para marcar la gravedad de los dichos que se transmiten por los medios de comunicación.
En otro lugar del mismo debate sobre la importancia de garantizar una Educación Sexual Integral plena se ubica lo que también fue noticia: cuadernos rosas y celestes para diferenciar niñas de niños. “La ESI tiene que poder ser una política pública que nos interpele. No alcanza con charlar en una clase o hacer una actividad relacionada con los contenidos de la ESI para el 8 de Marzo y se termina ahí”, señala la profesora, y agrega: “O bien resulta que hacemos un trabajo enorme sobre la ESI para luego pedir cuadernos rosas para las nenas y celestes para los nenes; y con todo lo que eso implica no sólo por los estereotipos de género sino por esa concepción biologicista de ser varón y ser mujer”.
El #8M
Este martes 8 de Marzo se cumple otro Paro Internacional de Mujeres para conmemorar el Día Mundial de la Mujer. Convocada a pensar en qué ejes debería centrarse la movilización desde las escuelas, la educadora considera que todas las consignas que se levantan desde los ejes vinculados a la ESI son importantes.
Sin embargo, destaca que dado el momento en que se está atravesando “la prevención y la erradicación de las violencias por razones de género son fundamentales”. Afirma que, además, esa defensa se relaciona con “los discursos libertarios que han ido apareciendo en contra de la diversidad sexual, del lenguaje no sexista”.
“Trabajar con perspectiva de género, de derechos humanos y de disidencias es fundamental. La Educación Sexual Integral es la herramienta que nos permite hacerlo desde ese lugar”, alienta la educadora.
Fuente: El Eslabón
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