En la legislatura provincial recordamos al sindicalista Victorio Paulón recientemente fallecido
No puede dejar de referirme al acontecimiento que nos enluta gravemente a todos los que compartimos los ideales de Victorio Paulon, un ejemplo de vida, de militancia política y sindical y un verdadero intelectual de clase obrera. Fue compañero de otro ejemplo del sindicalismo argentino como Alberto Piccinini, que nos dejó justamente hace prácticamente un año.
Paulón y Piccinini fueron los fundadores de la lista marrón en representación de los trabajadores de Villa Constitución. Victorio fue parte del sindicalismo argentino que se desarrolló a finales de la década del 60 y principios de los 70. Junto con ejemplos de militancia sindical como fueron Agustin Tosco, Atilio Álvarez, Atilio Santillán, Raymundo Ongaro, René Salamanca y muchos otros que tuvieron estas características de sindicalistas que peleaban realmente por el derecho de los trabajadores
Victorio era peronista. En esos años el peronismo combativo junto con otros sectores políticos combativos como Vanguardia Comunista, el PCR, PRT y muchos otros se unieron en una lucha en defensa de los derechos de los trabajadores de elegir a sus representantes sindicales. La unidad de todos estos sectores políticos fue posible por las coincidencias en proyectos políticos de fondo, de un modelo de país, de un modelo de trabajadores con derechos, de un modelo de país con justicia social y movilidad social ascendente.
No son más ni menos que las aspiraciones de los trabajadores argentinos cuya lucha comienza a principios del siglo XX con la inmigración y la formación del movimiento sindical pero se afianza y da un salto cualitativo en la década del 40 con el advenimiento del peronismo y que hizo realidad los derechos de los trabajadores que lograron rango constitucional en la famosa Constitución de 1949, un modelo de constitucionalismo social que fue ejemplo en esa época y que fue destruida por el golpe de Estado de 1955. No se puede hablar de los trabajadores y obviar el peronismo.
Victorio Paulón fue protagonista de la histórica lucha de la UOM de Villa Constitución logrando la conducción del gremio con Piccinini a la cabeza.
Ese sindicalismo no sólo era combativo por definición ideológica y de compromiso con los trabajadores sino porque inaugura una nueva forma de organización del sindicalismo combativo que fue la aparición de los delegados de base y de fábrica. Esa organización fue la más diezmada por el terrorismo de Estado cuyo ensayo se hizo en Villa Constitución en marzo de 1975 y que ya había tenido anuncios anteriores con el asesinato del abogado Ortega Peña.
Victorio fue protagonista del Villazo, la lucha que se dio en el cordón industrial del Paraná al cual el terrorismo de Estado denominó en su operativo de represión “Serpiente Roja del Paraná”, y cuyo epicentro fue Villa Constitución. El radical Ricardo Balbin lo denominó la guerrilla fabril abonado argumentos para la represión.
En Villa Constitución estaban enclavadas fábricas emblemáticas del desarrollo de la metalurgia en nuestro país. En la represión está probada la participación de los directivos de Acindar y de otras empresas de ese cordón industrial de la participación en el terrorismo de Estado y de la colaboración del asesinato, desaparición, tortura y prisión de muchos compañeros militantes
Los directivos de Acindar, no entregan a las fuerzas represivas solamente las listas de compañeros delegados y las listas de los militantes sino que prestaron apoyo logístico. La empresa entre otras logísticas presta su propio donde estaba ubicado el albergue de trabajadores solteros y allí las fuerzas represivas ponen a funcionar lo que fue el terrible centro clandestino de desaparición, secuestro y tortura de Villa Constitución. Miles de compañeros asesinados y otros presos.
El gerente de Acindar era Martínez de Hoz, que en 1976 asume como Ministro de Economía del entonces presidente de facto, Jorge Videla. Ese era el compromiso de las empresas como Acindar con el plan de exterminio que venía a imponer un proyecto económico neoliberal y venía a destruir los derechos de los trabajadores a sangre y fuego. Era un terrible plan de ajuste como en la actualidad quiere imponer el FMI.
Fueron presos muchos compañeros, otros asesinados como también desaparecidos. Quiero recordar obviamente a Victorio Paulón, quien nos deja sumidos en la tristeza, en extrañarlo terriblemente y con un profundo dolor. No puedo dejar de mencionar a su compañero, Alberto Piccinini y a mis queridas colegas María Dal Dosso y Mireya Rojo, ambas sobrevivientes de la prisión y también merece la pena recordar en nombre de todos, porque la lista sería muy grande, a Concepción De Grandis, asesora del gremio que fue asesinada en octubre de 1975 en Villa Constitución. Esta generación de militantes sindicales fue muy importante para mi generación.
*Diputada provincial (Encuentro por Santa Fe) del Bloque Partido Justicialista
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