Un matrimonio de ex alumnos de la Escuela 6.430 ayudó a que las chicas y los chicos que cursan 7° grado en la que fue su primaria puedan concretar el viaje de egresados. Elida Ludueña de Peñaloza y Angel Peñaloza hace 30 años que viven en EEUU pero no se olvidan de su querida escuela. En noviembre próximo, las chicas y los chicos de la primaria de Tablada disfrutarán del paisaje de Embalse Río Tercero.
Todo comenzó con el sueño del viaje de fin de curso que tienen quienes se despiden de la primaria. La primera tarea fue escribir una carta al Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación solicitando alojamiento para el grupo de 16 chicas y chicos del 7° grado. La respuesta no se hizo esperar. “En la primera semana del receso escolar, al poco tiempo que mandamos la nota, recibimos la confirmación de que nos habían otorgado el alojamiento con pensión completa”, repasa la directora de la Escuela 6.430, Viviana Ochova.
Lo que siguió fue reunir a las familias y darles la buena noticia. Faltaba definir cómo pagarían el traslado hasta el complejo instalado en las sierras cordobesas. Las opciones eran costear un minibus que se ocupe de la ida y regreso del grupo de escolares puerta a puerta o bien sacar los pasajes y partir desde la terminal. Como fuera había que reunir ese dinero. La decisión se inclinó por el minibus, por la seguridad que les daba.
Sin demoras idearon cómo empezar a lograr el dinero necesario. La directora les propuso reunir material reciclable para venderlo y recaudar para el fondo del viaje. Hicieron circular un folleto con esta invitación: “Los chicos y las chicas de 7mo grado de la Escuela 6.430 nos vamos a Embalse Río Tercero!!!! El sueño del viaje de egresados empezó… Necesitamos de tu ayuda para hacerlo realidad. Juntamos: tapitas plásticas, latas, llaves, cartones y cajas de leche. Lo acercás a la Escuela Isabel la Católica (Grandoli y Ayolas) o lo pasamos a retirar!!!”
Además de las vecinas y vecinos que leyeron el anuncio en el perfil de Facebook Cultura Tablada, también lo leyó Vilma Ludueña, la ex directora de un jardín del barrio, que no dudó en replicar el mensaje y sumarse al pedido de ayuda. A los pocos días, era portadora de la buena noticia: su hermana Elida y el esposo Angel donaban los 195 mil pesos que necesitaban para el traslado.
Vilma contó emocionada por las redes el gesto de su familia y la movida que impulsó la directora Ochova: “Me voy a tomar el atrevimiento de informarles primeramente a los estudiantes, luego al equipo directivo y docente de la Escuela 6430 que mi hermana, ex alumna de esa escuela, Elida Peñaloza y su esposo Angel Peñaloza, quienes no viven en el barrio, pero en él han nacido y habitan ya hace más de 30 años en EEUU les regalan el total del colectivo $ 195.000…. No se olvidan aún del viaje que han realizado, siendo hijos de laburantes. En este tiempo donde la crisis corrompe hasta el sentimiento de poder soñar, ellos no se olvidan de sus raíces y quieren cumplir el sueño de esa pibada. Quedamos en contacto con la mejor directora de Tablada, esa que piensa 24×7 en mejorarles la calidad de vida a sus educandos”.
Quien también celebró fue la directora Ochova. “Los chicos estaban felices cuando se enteraron”, contó a Redacción Rosario. Una alegría que compartieron las familias. La noticia la llevó a las maestras y maestros de su escuela y los mensajes de felicitaciones no se hicieron esperar. Esta misma semana la directora recibió el dinero y de manera inmediata pagó el pasaje.
Además de reunir y vender material reciclable también habilitaron una cuenta en la aplicación Cafecito, para donar una suma fija y colaborar.
El dinero que reúnan de aquí en más y que aporten las familias -explica la directora- será para pagar las excursiones, compartir cualquier salida extra y por qué no traer algún regalo de recuerdo. Siempre con un sentido colectivo y solidario: “Si uno toma helado, tomamos todos”.
Viviana Ochova lleva 22 años unida a la primaria de Ayolas y Grandoli. Pide que se destaque “el trabajo colaborativo y comprometido” que hacen posibles los logros. También que siempre inculcó en sus alumnas y alumnos “el trabajo y el compromiso”.
“Es un lindo grupo, muy respetuoso -destaca de las chicas y los chicos-. El 7° grado lo hacemos una sola vez en la vida, este viaje quedará grabado y no se lo olvidan más. La solidaridad, el compromiso y el compañerismo son todos valores que se ponen en juego” en esta experiencia.
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