La epidemia de tiroteos masivos en EEUU se relaciona con la fundación de ese país y su Constitución. “Se remonta a la institución violenta de la esclavitud, la represión de las revueltas de esclavos y el genocidio contra los pueblos indígenas”, señala Democracy Now!
Uno de los últimos ataques con armas de fuego en EEUU se produjo en un momento muy particular, con una gran carga simbólica para la historia de ese país: el 4 de julio, Día de la Independencia. A partir de este hecho, los periodistas del medio estadounidense Democracy Now! (¡Democracia ahora!), Amy Goodman y Denis Moynihan, plantean una interesante hipótesis que relaciona el actual problema del control de armas con las bases mismas de la fundación de ese país, y más precisamente, con el texto de la Constitución. “El derecho a portar armas, como tanto en la historia sangrienta de nuestro país, se remonta a la institución violenta de la esclavitud, la represión de las revueltas de esclavos y el genocidio contra los pueblos indígenas”, señalan los autores de la nota titulada “It’s Past Time to Declare Independence from Assault Weapons” (“Ya es hora de declarar la independencia de las armas de asalto”)
Los autores consideran que los tiroteos masivos, “de una manera oscura y distópica, son tan estadounidenses como el pastel de manzana”. Y argumentan que esto quedó dolorosamente claro el 4 de julio en Highland Park, Illinois, cuando un hombre armado abrió fuego contra cientos de personas que llenaban las calles para el desfile anual del Día de la Independencia en el suburbio de Chicago. Cuando cesó el tiroteo, seis personas yacían muertas con cerca de 30 heridos, uno de los cuales murió más tarde en el hospital.
“El 4 de julio honra el día de 1776 cuando las trece colonias emitieron la Declaración de Independencia. «Sostenemos que estas verdades son evidentes», proclamaba su preámbulo, «que todos los hombres son creados iguales, que su Creador los dotó de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad». Las víctimas del asesinato de Highland Park no tienen vida ni libertad, se les privó de su felicidad cuando el tirador disparó al menos 70 rondas contra la multitud, usando su rifle semiautomático comprado legalmente y exactamente como pretendían los diseñadores originales del AR-15, para matar seres humanos. Los derechos de la Segunda Enmienda del asesino acusado, ampliados recientemente por la mayoría agresivamente derechista de la Corte Suprema de EEUU, dejaron a un lado irrevocablemente los derechos de sus víctimas”, sostienen los autores.
El amor por las armas
Goodman y Moynihan enmarcan el tema en su contexto histórico, y hacen referencia a quiénes y con qué objetivos (muchos de ellos no declarados) redactaron la Constitución de EEUU: “55 hombres blancos, casi la mitad de los cuales tenían esclavos, redactaron la Constitución de los Estados Unidos. Incluían disposiciones que protegen la esclavitud (sin mencionarla), así como la Segunda Enmienda, una declaración gramaticalmente ambigua que vincula una «milicia bien regulada» con el derecho a portar armas. En los últimos años, incluido el mes pasado, la Corte Suprema extendió el significado de la Segunda Enmienda, ampliando los derechos de las personas a poseer y portar armas con cada vez menos regulación. Esto ayuda a explicar nuestra lamentable situación actual con 400 millones de armas en circulación y 100 muertes por violencia armada diariamente”, aseguran Goodman y Moynihan.
La mayoría actual de la Corte Suprema, señalan los autores, se cree «originalista», imponiendo su comprensión de lo que pensaban los fundadores del siglo XVIII. Pero las «armas» en ese entonces eran mosquetes, y cada bala hecha a mano tardaba aproximadamente un minuto en cargarse, muy lejos del omnipresente AR-15 de hoy. “El derecho a portar armas, como tanto en la historia sangrienta de nuestro país, se remonta a la institución violenta de la esclavitud, la represión de las revueltas de esclavos y el genocidio contra los pueblos indígenas”, señalan Goodman y Moynihan.
El 29 de julio, la Cámara de Representantes aprobó una legislación que prohibiría las armas de asalto por primera vez desde 2004, en una señal de que los demócratas tienen la intención de aplicar medidas de prevención de la violencia armada más agresivas después de una serie de tiroteos masivos, informó el medio estadounidense NBC News.
El proyecto de ley fue aprobado en una votación de 217 a 213. La mayoría de los que votaron a favor de la prohibición son demócratas, pero hubo dos republicanos que apoyaron y cinco demócratas que no lo hicieron.
NBC News considera que el nivel de oposición del Partido Republicano indica que es poco probable que el proyecto de ley avance en el Senado, que está dividido en partes iguales. La iniciativa requeriría el apoyo de al menos 10 republicanos “para derrotar un obstruccionismo garantizado” y “tampoco está claro si la medida cuenta con el apoyo de los 50 demócratas del Senado”, señala el medio estadounidense.
La legislación, redactada por el representante David Cicilline, penalizaría la venta, fabricación, transferencia, posesión o importación a sabiendas de muchos tipos de armas semiautomáticas y dispositivos de alimentación de municiones de gran capacidad.
“Cuando las armas son la principal causa de muerte de niños en EEUU, cuando más niños mueren a causa de las armas que policías en servicio activo y militares en servicio activo combinados, tenemos que actuar”, dijo el presidente de EEUU, Joe Biden.
“Hoy, los demócratas de la Cámara de Representantes actuaron uniéndose para aprobar una prohibición de armas de asalto para mantener las armas de guerra fuera de nuestras calles, salvar vidas en este país y reducir el crimen en nuestras comunidades”, agregó el mandatario.
Una concesión a los esclavistas del sur
“Cuando piensas en la Declaración de Derechos, tienes derecho a la libertad de prensa, a no tener una religión patrocinada por el estado, libertad de reunión, el derecho a no ser registrado e incautado ilegalmente, el derecho a un juicio rápido y justo, el derecho a no tener un castigo cruel e inusual”, dijo Carol Anderson entrevistada por Democracy Now!
Anderson, autora del libro The Second: Race and Guns in a Fatally Unequal America (La segunda: Raza y armas en un EEUU fatalmente desigual) expuso una serie de preguntas acuciantes: “¿Entonces tienes esta milicia bien regulada? ¿El derecho a portar armas por la seguridad del Estado? Esa enmienda es un caso atípico en esta Declaración de Derechos… fue el pago para el Sur de tener una fuerza bajo control estatal que pudiera contener las aspiraciones de los negros, las búsquedas de libertad de los negros, que pudiera contener lo que se considera una población negra peligrosa”, señala la autora.
“Nuestra crisis estadounidense única de tiroteos masivos y violencia armada debe enfrentarse con una acción de base, comenzando con una prohibición de armas de asalto”, concluyen Goodman y Moynihan.
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