El Canaya igualó 6 de los últimos 7 partidos en el campeonato: en esta ocasión fue 1 a 1 ante Atlético Tucumán, en el José Fierro. El punto vale sólo por ser el Decano un equipo con aspiraciones al título. Buonanotte y Puch los goles. Servio atajó un penal en tiempo de descuento. Benítez fue expulsado en la visita.
El Rosario Central de Carlos Tevez sumó su décimo empate en la Liga Profesional. Ya se olvidó lo que era ganar. De todas maneras, el punto toma significación si se tiene en cuenta que jugó de visitante, y ante un rival que aún mantiene aspiraciones a salir campeón.
La primera mitad arrancó con mucha dinámica, pero con poco en las áreas. En ningún momento se notaron diferencias entre el local, que pelea el campeonato, y la visita, que deambula de mitad de tabla para abajo. La euforia y fiesta que se vivía en el estadio Monumental José Fierro no fue la misma que la del verde césped.
Central se paró bien en el fondo y apostó a los habilidosos de adelante. A los 24’ agarró la pelota Facundo Buonanotte, se acomodó y desde lejos metió un zurdazo potente que se clavó en el ángulo del arco defendido por el boliviano Carlos Lampe. Y eso fue lo único que pasó en los arcos.
Más por necesidades y urgencias que por buen fútbol, Atlético inclinó la cancha a su favor, pero casi sin hacer daño a la retaguardia auriazul. El mayor susto en ese momento fue un disparo que el ingresado Ignacio Maestro Puch que Gaspar Servio tapó bien, pero su rechazo dio en el cuerpo de Cristian Menéndez, que se chocó la pelota y fue al palo.
Las cosas le pusieron más adversas aún a los 32’ cuando Marcelo Benítez, recién ingresado, vio la segunda amarilla. El conjunto comandado por Lucas Pusineri se fue con todo por el empate, y lo encontró a los 39’, en la cabeza de Puch.
En tiempo de descuento, el árbitro Silvio Trucco fue llamado por el VAR. En la pantalla comprobó que Jhonatan Candio tocó la pelota con la mano, y marcó penal. Ramiro Carrera se hizo cargo a los 47’, y Servio le arruinó la noche.
El equipo de Arroyito parecía tener todo controlado y aprovechar la desesperación y urgencia del rival, al que sólo le servía la victoria. Pero se le complicó, primero con la expulsión, y luego con el esquema ultradefensivo al que debió apelar. El empate le sirvió más a Central que a Atlético, pero el Canalla necesita volver cuanto antes a sumar de a tres.
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