River armó todo para el último partido del Muñeco en el Monumental, pero el Canaya no permitió que la fiesta sea completa: le ganó 2 a 1, con un doblete de Alejo Veliz. Matías Suárez descontó en el final.

La larga y exitosa era de Marcelo Gallardo tuvo a Central como protagonista en el inicio y en el final. Es que el debut como DT Millonario en el estadio Monumental fue ante el auriazul, lo mismo que el cierre. Aquella vez fue con victoria. En esta ocasión, ocho años y medio después, no corrió la misma suerte.

A diferencia de los otros partidos, el equipo dirigido por Carlos Tevez fue más eficaz en el área de enfrente. El local manejó la pelota en esos primeros minutos, pero la visita golpeó en la primera contra que tuvo. A los 13’, el Canaya recuperó la pelota en la mitad de la cancha, aceleró una vez en campo adversario, Gino Infantino probó desde lejos, y Franco Armani, con una floja respuesta, dio un rebote que le dejó servido el gol a Veliz, quien sólo debió empujarla a la red.

El dueño de casa llegó con peligro en un tiro libre del colombiano Juan Fernando Quinteros que se fue cerca. En otra, Gaspar Servio sacó a relucir sus reflejos tapando bien abajo. Después, Lucas Beltrán pateó mordido, el arquero alcanzó a dar un manotazo para desviarla, y Elías Gómez, con poco ángulo, reventó el palo.

Rosario Central volvió a golpear fuerte en el inicio del segundo tiempo. Lautaro Blanco, en sus habituales desbordes, mandó un preciso centro que cruzó toda el área chica. Otra floja respuesta de Armani y la defensa Millonaria, dejó a Veliz otra vez en soledad. El joven delantero nuevamente le puso el pie a los 3’ y salió a festejar.

Con más vergüenza que el fútbol que supo ofrecer en otros tiempos, River se le fue al humo a Central, e hizo de Servio una de las grandes figuras de la noche, cuando le tapó un cabezazo a quemarropa del ingresado Matías Suárez. De todas maneras, el ex delantero de Belgrano se tomó revancha, por la misma vía, a los 42’: metió un frentazo alejado de las chances del arquero y puso el descuento.

Entre demoras por cambios, lesionados, protestas y revisiones en el VAR, el árbitro Fernando Echenique adicionó 18’. En tiempo de descuento, los de Núñez tuvieron el empate en los pies de Pablo Solari, pero Damián Martínez cruzó su pierna de forma agónica y le ahogó el grito. Luego hubo una roja directa para Juanfer Quintero por un empujón al juez, a los 58’. Y no hubo tiempo para más.

Rosario Central fue a jugar su partido aparte, independientemente de lo que se jugaba River y sus festejo despedida a Marcelo Gallardo. Se aisló de ese marco que había en el Monumental, y le salió un partido redondo. Sufrió, como no podía ser de otra manera. Pero ganó, después de tanto tiempo.

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