La primera experiencia de Nietes, reclamos por represiones a pueblos originarios y desaparecidos en democracia. Las tomas de los colegios y la quema de humedales. Tópicos de la masiva movilización a San Luis. La próxima sede: Bariloche.

Tiembla el territorio, huarpe, comechingón y ranquel. Se escapa la luna ensayando un redondel poderoso color plata. Libertad, Libertad a las Machis por Luchar se eleva con el envión del viento chorrillero. La tierra despliega su aridez para bienvenir la pluralidad de cuerpos gordes, disca, negros, marrones. Y se enmarañan con los desteñidos, los medianos, los chiquitos y esponjosos. Los pronombres interrumpen la hegemonía de las presentaciones. Descosen los bordes de las expresiones y abren un agujero en el lenguaje.

Los talleres encienden sus motores para recorrer 105 kilómetros de diálogos, discusiones, reflexiones y consensos. 

Larita, de Nietes Rosario, abre como platos sus ojos color café. Mientras cuenta entre risas que fue su mamá quien la animó a venir. Es su primer encuentro, le cuesta decidirse por un taller porque le gustan todos. Las nietas experimentadas en materia de “Encuentros” rebuscan en la memoria y cuentan sus vivencias. Iru desparrama su interés por ir al de Sexualidades mientras que Reni recuerda el de las Trabajadoras Sexuales y de los Feminismos Populares. Este año está indecisa y gira en círculos mientras explora posibles temas. 

Lui se estrena como encuentrera y se desliza por la plaza absorbiendo cada molécula de saberes ancestrales, feministas, diversos, disidentes. Y una sonrisa tatuada que se expande al compás de sus ojos pardo-verdoso.

Las puertas de la casa de ATE San Luis se transforman en brazos que nos acunan y sostienen. Lore y Lili despliegan su mìstica enredando en nuestro cuello la Yaguarona de los Humedales para que San Luis comprenda que “Todo Fuego es Político”.

Con la Lili vamos al taller de Derechos Humanos, el salón de la Universidad de San Luis rebosa de gente de todos los colores, de todas las provincias y un sancocho de generaciones. 

Entre lágrimas y palabras entrecortadas, Viviana relata la desaparición de su hijo Facundo en Córdoba y enuncia que recibe el aliento de Norita y Tati, las madres emblema que la acompañan en su lucha. Resuenan los nombres de Guadalupe, Tehuel, Paula Perassi también desaparecidos en democracia. 

En la urdimbre tramamos el nombre de Nadia, nuestra compañera de Hijos que viene padeciendo los embates de las violencias política, institucional, simbólica, económica y patrimonial a manos del lawfare a la santafesina. Las tomas de los colegios de CABA, la represión al pueblo mapuche en Mascardi. 

Nuestro consenso es construir un tejido que resista las violencias y que anude las luchas locales para amalgamarlas en un cuerpo federal lesbotransfeminista y decolonial. 

La furiosa bola de fuego comienza a esconderse por el oeste. La batería del teléfono tiene dos rayitas en rojo. Hay que ubicar a la Tolo, la Lala y la Ernest porque Sudor Marika se baila con amigas en la familiaridad femininja. La noche se mueve al compás de la cumbia disidente.

Las puertas verdes de ATE en composé con la compañera Gan que arriba desde la carpa de la Campaña del Aborto. Se improvisan la ronda, las birras y las pizzas. El redondel de plata atenta a las charlas.

La circunferencia de fuego asoma por el Este, caminamos hacia la plaza de Cristina y nos enredamos en encuentros. Aparece la Berta, compañera catalana que migró a la Argentina. Ella también está estrenando “Encuentro”. En otra esquina está la Majo con los últimos detalles de la marcha. Tres pasos al costado distingo a Roberta compañera Qom experta en torta asada. Dos calles después de la cortada se escuchan las risas de las putas feministas. Gabi, Miriam y Georgina. Y salió foto con mis queridas. 

Se encolumnan los bloques, estoy en el sindical, me abrazo con Marina y la Roberts. Mientras les cuento que estuve con Mabel en la carpa Verde Aborto Legal Seguro y Gratuito. 

Marchamos con la Lore, Lili, las aceiteras, las del hormiguero y las de ATE y ciento veinte mil personas que gritaban: “¡Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro!”. 

El redondel plateado ilumina nuevamente las calles. El hambre, la sed y el cansancio van recorriendo todo el territorio del cuerpo. Pero la luna llena es el talismán de las brujas y en una mesa en el fondo, acabando con las últimas existencias de comida, brindamos con Florencia, Laura y la Lili. 

Nuevamente la bola de fuego se asoma por el Este, el colectivo espera para llevarnos a la sede en la que decidiremos nuevo destino.

Entre aplausos y gritos sostenidos por el viento chorrillero, el territorio huarpe, comechingón y ranquel cartografió Rio Negro dibujando el mapa que canta ensordecido: “¡Nos vamos a Bariló! ¡Nos Vamos a Bariló!”.

*Hijos Rosario

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