En esta nota te contamos en qué consiste la vitrificación de óvulos, uno de los procedimientos recomendados para posponer la maternidad.
Hoy día, la vitrificación de óvulos es un método ampliamente utilizado para postergar la maternidad. Gracias a esta técnica, las mujeres que desean enfocarse en otros aspectos de sus vidas –como sus carreras o sus trabajos–, o que atravesarán por un tratamiento oncológico, pueden quedar embarazadas a futuro con alta efectividad.
Pero, ¿qué es la vitrificación de óvulos y por qué es tan solicitada en la actualidad? Resulta que se trata de un procedimiento altamente efectivo si querés posponer la maternidad. Con la criopreservación de óvulos –como también se le conoce a esta técnica– es posible mantener la calidad ovocitaria durante el tiempo que dure la congelación.
Posteriormente, cuando la mujer desea concebir la tasa de éxito del tratamiento le asegura cumplir su sueño de ser madre. A continuación te contamos los detalles de este procedimiento.
¿Qué es la vitrificación de óvulos?
La vitrificación, como se mencionó anteriormente, es un procedimiento recomendado si vos no estás preparada para quedarte embarazada, pero querés hacerlo más adelante. Bien podría ser por cuestiones laborales, sociales o por temas de salud.
En términos generales, esta técnica realizada en clínicas de reproducción asistida requiere tomar algunos fármacos para producir varios óvulos antes del procedimiento. Durante esta etapa, el médico realiza un seguimiento que incluye estudios de sangre y análisis de los niveles de estrógeno y progesterona. En muchos casos se pueden requerir ecografías vaginales.
Alrededor de 10 a 14 días después del inicio del tratamiento, los médicos especialistas extraen los óvulos y, posteriormente, los sumergen en nitrógeno líquido a una temperatura de -196 ºC. De este modo, la mayor parte de los ovocitos vitrificados no sufren daños, asegurando las probabilidades de un embarazo de éxito en el futuro.
Los óvulos sin fecundar se almacenan para su uso posterior cuando vos decidas ser madre. Los óvulos pueden descongelarse en el futuro y combinarse con espermatozoides en el laboratorio e implantarse en el útero mediante Fecundación in Vitro (FIV).
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Si bien es una técnica que no requiere grandes cuidados posteriores, es importante que esperes al menos una semana después de la extracción de óvulos para reanudar tus actividades normales. Evitar las relaciones sexuales sin protección además ayudará a prevenir un embarazo.
Contactá a tu médico si presentás fiebre, dolor abdominal intenso, dificultad para orinar y sangrado vaginal abundante. El especialista podrá ayudarte a entender los posibles efectos posteriores a la extracción de óvulos.
Una de las principales ventajas de dicha técnica es que las mujeres de edad avanzada que desean ser madres no tienen que recurrir a la ovodonación. De este modo, pueden realizarse un tratamiento de reproducción asistida para conseguir un embarazo con sus propios óvulos, congelados años atrás.
Por otro lado, las pacientes que están por iniciar un tratamiento oncológico también pueden recurrir a congelar óvulos. Así, una vez recuperadas, pueden convertirse en madres por medio de la FIV.
De igual manera es muy apropiada en casos en que la pareja no puede aportar la muestra de semen el mismo día de la extracción de los óvulos, sea cual sea la razón.
También se recomienda en mujeres con dificultades en el funcionamiento de sus ovarios. En esos casos, se realizan varias estimulaciones para obtener la mayor cantidad de óvulos posibles y se congelan para implantarlos después en el útero.
La vitrificación de ovocitos es sencilla y rápida, con alto impacto en la tasa de éxito en la reproducción asistida porque conserva la calidad del óvulo.
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Antes de decidirte por este tratamiento, contactá a un centro de reproducción asistida donde médicos especialistas te guiarán a lo largo del proceso. Posponé tu maternidad de manera planificada con la vitrificación de óvulos y cumplí tu sueño de tener un hijo en el momento en que lo desees.
