Una diplomatura se propone investigar, estudiar y difundir la literatura de Rosario. Junto a este desafío académico, se busca resaltar el patrimonio cultural que tiene la ciudad y que se expresa en sus producciones literarias. La formación comienza en mayo próximo y en el ámbito de la universidad pública.

El profesor Roberto Retamoso es el coordinador de la diplomatura en literatura de Rosario, que depende de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Se entusiasma cuando habla de la propuesta que invita a meterse de lleno en las obras producidas en la ciudad y en sus autoras y autores: “Es un desafío académico y hasta teórico y epistemológico. Porque quienes estamos armando esta diplomatura sobre la literatura de Rosario tenemos más preguntas que respuestas”.

Desde hace más de un siglo –destaca Retamoso– en Rosario se han escrito y publicado centenares de obras, de narrativa, de poesía, de teatro, entre otros géneros literarios. Sin embargo, es muy difícil afirmar que esta producción, al menos gran parte de ella, tenga algún denominador común.

“La literatura en Rosario es de lo más heterogénea, dispar y diversa. Porque no hay, como puede ocurrir en otros casos, una línea de trabajo, de estética, temáticas dominantes. Mucho de lo que se escribe tiene que ver con Rosario y con otras obras que no tienen que ver con la ciudad, pero son producciones rosarinas”, dice el doctor en Letras, autor de numerosos libros de crítica, ensayos, poemarios y novelas. Y resalta que lo que se advierte de manera histórica “sobre la literatura escrita en Rosario es que no es ni uniforme ni homogénea”.

La diplomatura se plantea el reto de ponerse a pensar en esas observaciones y producir teoría. En otras palabras, tomar la literatura de Rosario como un objeto de estudio con todas sus implicancias.

En esa diversidad de producciones literarias aparece un conjunto de nombres de autoras y autores que son conocidos o admitidos como importantes para el programa de la diplomatura. “A partir de los años 40 hay una serie de poetas muy vanguardistas para la época como Felipe Aldana, Arturo Fruttero, Facundo Marull o Beatriz Vallejos”, menciona a manera de ejemplos el profesor Retamoso.

“Entre los 50 y 60 hay una generación de grandes poetas como Aldo Oliva, Rubén Sevlever, Hugo Padeletti, Rafael Ielpi o Gary Vila Ortiz. Hacia los 70 aparece otra generación donde están Jorge Isaías, Eduardo D’ Anna, Hugo Diz y Alejandro Pidello, quienes editaron revistas emblemáticas para aquella época. Una fue La Cachimba, que hacía Jorge Isaías; y otra El lagrimal trifurca, que hacían Elvio Gandolfo con su padre Francisco Gandolfo”, continúa recorriendo esa nómina.

Humanidades y Artes
Retamoso: “Una condición para cursar la diplomatura es tener interés en leer autoras y autores de Rosario”. Foto: Humanidades (UNR)

“También –agrega– hay muchas mujeres muy relevantes de aquellos años. Rosa Wernicke, quien escribe (en 1943) una novela muy importante llamada Las colinas del hambre, y una de las primeras de la literatura argentina que introduce el tema de las villas miseria. Y aunque lo hace en forma alusiva, se refiere a Villa Manuelita. Otra mujer que fue muy célebre en su momento y luego cayó en el olvido es Ada Donato. Y ya por los 70 aparece la gran Angélica Gorodischer, que es una figura de proyección internacional impresionante. Otro gran referente y autor fundamental de la literatura de Rosario, en la narrativa, es Jorge Riestra”.

Retamoso destaca que la intención es también trabajar sobre los autores y autoras jóvenes, conocer su obra y hacerlos más visibles. “Por ejemplo Manuel Díaz, que ha publicado varias novelas que son extraordinarias (Inquilinos, Milton, entre otras) o Marcos Mizzi que tiene dos novelas fantásticas (City Center y Perversidad)”, cita.

La nómina sigue y se amplía, tal como se lee en los fundamentos de la carrera, a nombres como –además de los citados– Roberto Fontanarrosa, Concepción Bertone, Mirta Rosemberg, Héctor Piccoli, Celia Fontán, Beatriz Vignoli, Gabriela De Cicco, Osvaldo Aguirre, Mario Castels o Virginia Ducler. También Alma Maritano, Patricia Suárez, Diego Colomba, Marcelo Quispe, Carolina Musa, Lila Gianelloni o Lorena Méndez, entre otras y otros.

La ciudad que produce cultura

La creación de la diplomatura tiene como antecedente inmediato la Cátedra Libre Felipe Aldana, en homenaje al poeta rosarino de los años 40, impulsada por el propio Retamoso y la profesora María Inés Laboranti en 2003. “La cátedra –apunta el educador, ya jubilado– tenía como objetivo estudiar y difundir la literatura de Rosario. Duró unos siete años, fue una experiencia muy positiva y es un antecedente de la diplomatura”.

“Siempre fui un docente muy interesado por la literatura que se escribía en la ciudad. Pero lo mío era algo aislado o solitario porque ese interés no era compartido por la mayoría de mis colegas de Letras. Creo que en la carrera hay un prejuicio muy grande en relación con lo que se escribe en Rosario, que se considera como menor o de poca importancia. No hay ninguna cátedra en la carrera donde se estudien obras de autores rosarinos. El desinterés y la indiferencia es inmensa”, lamenta el profesor, decidido a cambiar esa carencia.

Hace un tiempo atrás, el actual decano de Humanidades, Alejandro Vila, le propuso que organizara una carrera sobre literatura en Rosario, “porque entendía que esa era una gran vacancia a nivel de la facultad”. Retamoso valora esa convocatoria de Vila por tratarse –expresa– “de una mirada muy estratégica sobre la ciudad, sobre la región, que también tiene que ver con miradas y posicionamientos políticos”.

Foto: Cande Robles

Para Retamoso, la del decano es una postura más acertada “acerca de la necesidad y la importancia de trabajar sobre la realidad local; una mirada clara de lo que la universidad tiene que hacer en relación con el medio”. Y la diferencia “de aquella de los académicos que viven en una burbuja”.

Así pensada, la diplomatura acepta el desafío de hacer una contribución a recuperar la imagen de una Rosario que produce cultura, a mirar a la ciudad desde ese lugar. “Veremos si somos capaces de responder a esa exigencia. Pero de eso se trata”, admite.

La dinámica de las clases

La diplomatura tiene un total de 120 horas, lo que equivale a un año de clases. Está configurada en ocho módulos y un trabajo final. Cada módulo toma un contenido diferente. “Por ejemplo, habrá un módulo sobre poesía, otro sobre narrativa y un trabajo sobre lectura, análisis y discusión de textos. Otro de los módulos se llama La literatura de Rosario por sus autores, en el que se van a invitar a autores rosarinos a conversar; y lo va a coordinar Andrea Ocampo”.

Además, explica Retamoso, “habrá materias como La historia de la literatura en Rosario, en la que estará el gran especialista Eduardo D’Anna, que es el único que escribió una historia sobre la literatura en Rosario. Otro módulo será sobre las revistas literarias en Rosario. Y habrá uno sobre teoría literaria y metodología de la investigación. También sobre Didáctica de la literatura de Rosario, que va a tomar Nora Schujman”.

El equipo de profesoras y profesores –añade el coordinador académico– se completa con docentes y escritores jóvenes como Marcelo Britos y Federico Ferrogiaro, además de becarios del Conicet que ya vienen trabajando en este campo. También integran ese equipo Paola Chinazzo, Mariano Acosta, Flavio Zalazar, Marina Maggi, Érika Brasca, Ernesto Inouye, Ismael García, Bernardo Orge y María Julia Hernández.

La diplomatura la pueden cursar mayores de 18 años que tengan el secundario completo o que sean mayores de 25 años y no lo hayan concluido (en este caso se realiza una prueba previa). Formalmente está pensada –en especial– para docentes de los distintos niveles educativos, lectores, escritores, investigadores, críticos, comunicadores, historiadores y pedagogos cuya actividad se encuentre vinculada, parcial o totalmente, con la literatura producida en lo local. El profesor Retamoso subraya que la condición esencial para cursarla es “tener interés en leer autoras y autores de Rosario y sentirse interesados por conocer la literatura” de la ciudad.

La formación es de modalidad presencial, se dictará los sábados de 9 a 13 en la Facultad de Humanidades y Artes, de Entre Ríos 758. Otorga una certificación propia de la UNR. Las personas interesadas en saber más sobre la propuesta académica o anotarse pueden escribir al correo: diplomaturaliteraturaderosario@gmail.com

Fuente: El Eslabón

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