“El concepto de Patria se funda en la identidad y la memoria del pueblo en armas defendiendo su libertad, justicia y soberanía”, dice Francisco Senegaglia, historiador y psicólogo de Concordia que va por la gobernación de Entre Ríos.

“No estamos escuchando el malestar de la gente. La dirigencia ya no toma colectivos, no sale a la calle, no comunica en función de las necesidades del pueblo. Hay que devolverle el poder al pueblo y eso supone estar en la calle, abrir las unidades básicas, hablar con nuestras hermanas y hermanos”, afirmó Francisco Antonio Senegaglia cuando anunció que quería sumarse a la competencia interna del Frente Creer por la gobernación de Entre Ríos.

“El concepto de Patria que nosotros/as manejamos es el concepto de Artigas y de Perón: la construcción comunitaria se basa en la igualdad y para el liberalismo se basa en la libertad individual. Para nuestra matriz de patria no hay libertad sin igualdad. Justamente la esencia de la escuela pública es generar igualdad. Nos seguiremos encontrando para construir la esperanza de una educación liberadora en nuestra querida provincia”, sostiene el historiador, y abunda: “El artiguismo no es un conjunto de ideas para pensar la patria, es una estructura social de patria, un modo de pensar, sentir y soñar eso que llamamos patria; su fundamento es la igualdad. Igualdad que se funda en la identidad y la memoria del pueblo en armas defendiendo su libertad y soberanía”. 

El nuevo candidato al gobierno entrerriano ha desempeñado funciones en el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires (presidente), el Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (secretario académico), el Ministerio del Interior de la Nación (secretario académico), Naciones Unidas (consultor experto) y APDH (Consejo de Presidencia).

Sobre el tema educativo, remarca que “cuando los gobiernos no tocan los contenidos de la historia y de la escuela, es difícil recuperar el pasado relatado en el que Mitre, Sarmiento y Roca son los héroes”, pero rescata que “desde hace unos 15 años trabajamos en revisar la historia entrerriana, no contada por Buenos Aires, desde la visión de las gaucherías, las montoneras y el artiguismo”. Y asegura: “Debemos intervenir la historia, resignificar al pasado ante la colonización pedagógica y saber quién es el enemigo”.

También recuerda que “Jauretche advertía que es más difícil desaprender que aprender”, señala que “se debe pensar en la diversidad y en una patria común desde el pensamiento nacional”, y remarca: “Manuel Ugarte advertía que existen los Estados Unidos del Norte porque existen los Estados desunidos del Sur. La historia no es neutra, por el contrario, es una máquina de crear identidad, de dar ser y de formalizar eso que llamamos el espíritu nacional”.

Otorgar valor al otro

Senegaglia es autor de las novelas Los Artigas (2009), ¿Alguien te espera en algún lugar? (2009), Origen y destino (2011) y Tres Lauras (2015); del libro de poesía Inscripciones del dolor (2012) y del ensayo La otra Revolución. Un ensayo sobre Psicología de la Historia (2012, declarado de interés por la Cámara de Diputados de la Nación). Dirige la colección sobre historia de Entre Ríos que publica la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Provincia. Es docente de grado y posgrado y coordinador de cooperativas culturales del Ministerio de Cultura y Comunicación de la Provincia de Entre Ríos. Por sus aportes a la cultura, la educación y los derechos humanos fue declarado personalidad ilustre de la ciudad de Concordia.

“La Historia colonial que nos enseñaron es una narrativa orientada a crear un sentido justamente colonizador. La mal llamada práctica colonial –materialmente económico-política– hizo de América una factoría de Europa. No hay conquista ni conquistadores sin intereses económicos políticos y sin episteme; vale decir, sin un saber justificador de los acontecimientos devenido en relato épico. Relato que camufló con eficacia la conquista en colonia, vinieron a «traernos» la cultura y no a llevarse todo, que fue lo que hicieron. Colonia, cultura, descubrimiento, son categorías moralizantes que transfieren altruismo a la mortal combinación de ambición desmedida y auto centrada de una Europa que en su insignificancia global se consideraba el centro del mundo y su Fe, la única válida hasta los términos inquisitoriales que expresaba”. 

“¡Artigas vuelve!”

“Queremos un Entre Ríos libre y soberano, esa es la premisa de nuestra campaña electoral. Necesitamos volver por nuestra identidad, por nuestra memoria, necesitamos re-significarnos en ese sueño sincretizador e igualitario que vive en la franja de nuestra bandera como memoria. Nuestra lucha por la igualdad se sintetiza en ¡Artigas vuelve!”, arenga el psicólogo ya metido de lleno en la campaña electoral. “La distribución de la riqueza y la generación de trabajo genuino sobre la base de la igualdad de género, de raza, de religión y de necesidades”, enumera y concluye: “Los más infelices deben ser los más privilegiados, como dice Artigas. Esa es nuestra lucha y nuestra plataforma”.

“La libertad no alcanza si la igualdad no está garantizada”

“Entre pueblo y popular se trama la esencia de la discusión profunda. Hay dos categorías en discusión, tanto como que hay dos categorías que definen la patria y los modelos de patria. Las categorías son Igualdad y libertad. Aquellos que ponen en el origen de la vida humana, la libertad, acentúan el carácter individual de la vivencia en comunidad, como quien dice, cada uno se salva solo y por sus méritos. La filosofía liberal es su máxima expresión. Aquellos que fundan la vida humana en la igualdad, ponen el acento en la otredad, en el reconocimiento del otro como par, como igual, como prójimo y entienden que sólo nos salvamos en comunidad. Necesariamente, la libertad no alcanza si la igualdad no está garantizada; y por el contrario, aquellos que defienden esa libertad y no les va como quieren, acusan a los pobres de ser los responsables de que a ellos, «libres» de verdad, no les vaya como quieren. Batalla incansable de los medios hegemónicos, de los odiadores seriales, de los militantes de la injusticia y la violencia. Ergo, todo aquello que huele a pueblo y popular, es populismo”.

“Subjetividad multiétnica”

“Se empieza por los derechos sin claudicaciones, y se trabaja para que esos derechos además de inalienables sean un ejercicio real del poder del estado. Concebimos un estado comunitario, integrador y ambientalmente sustentable, donde el verdadero poder esté en las bases. Como nos enseñan nuestros pueblos originarios: «Mandar obedeciendo»”, señala Senagaglia, y resalta: “Y eso significa ampliar las espaldas del Estado con empresas estatales que jueguen en el mercado con corazón de pueblo. No hay chauvinismo aquí, sólo hay pueblo sangrando decisiones que se toman más allá del dolor del pueblo y en función de intereses cipayos que siempre nos saquean y nos retornan en espejitos «de dolores».

Se vuelve indispensable des-andar el camino de la historia hegemónica para construir el destino de la memoria colectiva. Volver por los relatos de la patria profunda y vencida que aún vive en la memoria comunitaria. Oponer al relato liberal, porteño e iluminista escrito desde Buenos Aires, el relato del largo y heroico pueblo que vive en los proyectos de patria de Artigas y las heroicas montoneras en clave de la subjetividad multiétnica de la gauchería. De esos bárbaros que soñaron un pueblo de iguales y fueron vencidos por los civilizados anglófilos que repartieron la tierra y sustanciaron los latifundios”.

“Lo decimos con certeza: ¡venimos de ahí!. ¡Y por que venimos de ahí somos peronistas! El federalismo en este país es una entelequia. Buenos Aires siempre tuvo la llave del puerto en función de sus intereses, el de sus oligarquías entreguistas y de sus aristocracias piratas. CABA es un invento neo-liberal que se queda con el grueso de los ingresos de este país. Basta de mentiras, seamos federales o no seamos nada. Asistimos a la historia de siempre, esa que nos cuesta ver, que los porteños siempre vivieron a costas del interior; usufructuando el interior en función de sus oligarquías y aristocracias. E imponiendo un modelo unitario y liberal para sostener sus intereses. Es una historia además velada, porque la contaron ellos. La grandeza de la patria para ellos siempre fue la grandeza de unos pocos. Nada ha cambiado en doscientos años”.

”¡Debemos poner fin a esta quimera!” afirma el candidato, y finaliza “Paraná debe transformarse en la capital del país y monitorear la hidrovía, ordenar el interior y manejar la economía federalmente; economía que resuelve el 80 por ciento de lo que ingresa y egresa del país. La guerra del agua está a unos años, y nosotros estamos sobre el acuífero guaraní. El agua ya cotiza en Wall Street, necesitamos ordenar nuestra economía en función de nuestros recursos esenciales, y darnos una política soberana frente a los saqueadores históricos. ¡Que el pueblo conduzca su destino! ¡Artigas vuelve!”

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 08/04/23

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Un comentario

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    23/05/2023 en 7:04

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