La Ctera editó y presentó el libro dedicado a Stella Maldonado, quien fuera su secretaria general y una gran educadora. La obra reúne su pensamiento político y pedagógico, de una valiosa vigencia.

El legado de una maestra militante. Un sentido título para el libro que reúne el pensamiento de Stella Maldonado, quien fuera secretaria general de la Confederación de los Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera). Hay memoria, aportes valiosos para la política educativa y la discusión pedagógica, y la transmisión de una trayectoria de vida para todas las generaciones docentes.

El libro fue editado por la Ctera, en el año que celebra los 50 años de su fundación, del paso clave de considerarse maestras “apóstoles” para definirse como trabajadoras de la educación. Un recorrido histórico varias veces repasado por la referenta de la confederación sindical del magisterio.

Stella Maldonado. El legado de una maestra militante –el nombre completo de la obra– se presentó el 10 de mayo pasado en la 47° Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. Hubo un panel integrado por la pedagoga Adriana Puiggrós; el secretario general de la CTA y diputado nacional, Hugo Yasky; la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso y el secretario de Educación de Ctera, Miguel Duhalde. “Este libro nos permite conocer su pensamiento político, sus ideales pedagógicos y su programa de lucha. Es un texto para el presente y para el futuro, es para quienes fuimos contemporáneos y para las nuevas generaciones de maestras y maestros, para mantener viva su memoria”, resaltaron en ese encuentro.

Presentación del libro «Stella Maldonado. El legado de una maestra militante» en la Feria del Libro | Foto: Prensa Ctera

Desde la Ctera anunciaron que la presentación de la obra se replicará en los sindicatos de base de las distintas provincias, y que está disponible para su descarga gratuita en el espacio de la mediateca de la Ctera.

En las primeras páginas del libro se habla de la cocina de esta publicación en la que “se rescatan, recuperan y sistematizan las ideas, pensamientos, posicionamientos y aportes que nuestra querida compañera Stella Maldonado fue sembrando a lo largo de toda su vida de lucha y militancia”. La integran escritos en libros, revistas especializadas, discursos y conferencias ofrecidas en diferentes medios. En las que se suman sus intervenciones en los congresos gremiales y el testimonio de compañeras y compañeros, y familiares, por citar un puñado de fuentes. 

El libro se lee en la presentación se organiza en una serie de “ejes, a modo de capítulos, que dan cuenta de las principales dimensiones de la realidad sobre las que Stella ha hecho foco de análisis, reflexión e intervención”, y que son los de Democracia, derechos humanos y educación; Políticas educativas en contexto; Trabajo docente y acción sindical; Problemáticas emergentes en educación (desigualdad, conflictividad y violencias); e Ideas para el debate pedagógico. 

Al inicio del libro. editado por la Secretaría de Educación de la Ctera, se resume la biografía de Stella Maldonado, al recordar que nació en 1948 en Olavarría “en el seno de una familia peronista”. A mediados de los 60 se graduó como maestra normal nacional en el Colegio Inmaculada Concepción de La Plata. Militó en centros de estudiantes, participó en campañas de alfabetización, y además de ser maestra de grado fue trabajadora social. “En 1975, la Triple A asesinó a su compañero y padre de su primera hija, el obrero y militante justicialista Mauricio Moisés Teplitsky”, se escribe sobre su vida.

Fue secretaria de Derechos Humanos del Suteba, secretaria de Formación de la CTA Nacional e integró el Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación. En la Ctera ejerció como secretaria de Educación y fue dos veces elegida secretaria general, cargo que ocupó hasta el momento de su muerte, el 13 de octubre de 2014. Integró el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y acompañó la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de la agrupación Hijos.

Foto: Prensa Ctera

“Su actividad gremial estuvo signada por la resistencia a las políticas neoliberales que desde la dictadura cívico militar en adelante apuntaron a empobrecer y privatizar el sistema educativo, público y popular”, se sintetiza sobre su vida en el libro, en el que también se recuerda que participó de la Marcha Blanca (1988) y fue ayunante de la Carpa Blanca (1997-2000).

Con la llegada (2003) de Nestor Kirchner a la presidencia y la continuidad de los gobiernos kirchneristasla Ctera consolidó conquistas históricas como desplazar la ley federal de educación y lograr la aprobación de la ley nacional de educación, junto a otras de igual peso como las de financiamiento educativo y la paritaria federal. En toda esta tarea, la intervención de Stella Maldonado resultó decisiva. La virtud de la maestra militante estuvo en enriquecer estos debates políticos pedagógicos con una mirada regional. El impulso dado al Movimiento Pedagógico Latinoamericano es un ejemplo.

“Enfrentó las políticas neoliberales entendiendo que la educación es un derecho social, cuyo ejercicio se articula con otros como el de la salud y el trabajo con el Estado como garante y, por eso mismo, planteó que la pobreza y la desigualdad son los peores enemigos de una educación universal de calidad”, se destaca en el libro de su vida.

Cada capítulo, muchas enseñanzas

La organización del libro permite ir y venir sobre los aportes de Stella Maldonado a la discusión de las políticas educativas y pedagógicas. Una constante que se lee en sus reflexiones es la de poner esas discusiones en el contexto político, social y educativo de lo que pasaba en el país, en la región y en el mundo. Lo hacía tanto para hablar del trabajo docente, la escuela secundaria obligatoria, el presupuesto educativo o por qué los derechos humanos deben ser parte de cada día de clase. Todas sus miradas tienen plena vigencia.

Foto: Prensa Ctera

Por ejemplo, el libro recoge el prólogo que Stella Maldonado escribió para la tercera edición (2010) de La oruga sobre el pizarrón, de Eduardo Rosenzvaig, y que ella tituló Maestro de vida, en homenaje a Isauro Arancibia, uno de los fundadores de la Ctera y el primer asesinado el 24 de marzo de 1976 por la dictadura cívico militar. Reconoce en esas palabras el avance dado en el país en materia de derechos humanos desde el regreso a la democracia, gracias a la lucha de los organismos de DDHH y otras organizaciones que exigieron justicia. “Pero definitivamente no alcanza, es imprescindible que desde la formación docente se prepare tanto a los futuros educadores como a los que ya están en ejercicio para que estén en condiciones de abordar la enseñanza de la historia reciente, no solamente desde lo fáctico sino, y fundamentalmente, desde el análisis de la continuidad histórica de los procesos políticos, económicos, sociales y culturales que hicieron que en nuestro país aconteciera el genocidio de la última dictadura militar”, alerta Stella Maldonado sobre la tarea irrenunciable que tienen las y los docentes.

En otro capítulo, se recoge el llamado de atención de Stella Maldonado sobre quienes aspiran a convertir el derecho a la educación en un bien comerciable: “La idea neoliberal de la educación mercancía y el docente como mediador entre el servicio educativo y el consumidor cliente ha calado hondo y debemos desarmarla. Nuestro trabajo es la tarea de producir y distribuir conocimiento y esto sólo es posible hacerlo como construcción colectiva. El trabajo colectivo es mucho más que un empleo: es la posibilidad de transformar la materia, las ideas y las relaciones humanas. No queremos educar para el empleo flexible y para ser objetos de políticas compensatorias focalizadas. Queremos educar y educarnos para ser sujetos de la transformación del orden social injusto en que vivimos”.

En esa misma línea de reflexiones tomadas en el libro sobre la importancia del papel del Estado, la educadora opinaba: “Los trabajadores de la escuela pública, además de ser trabajadores intelectuales, transmisores de la cultura, del conocimiento, constructores colectivos del conocimiento, somos trabajadores del Estado. Entonces, lo que pase en el Estado forma parte del soporte simbólico de nuestro trabajo. Cuando durante la dictadura militar se planteaba que «achicar el Estado es agrandar la Nación», esto también impactaba sobre nuestro trabajo, sobre la escuela y sobre los sistemas educativos. Esto luego lo vimos materialmente con la ley de transferencia de las escuelas, el desfinanciamiento, el congelamiento salarial, la precarización laboral. Es decir, esta definición de Estado mínimo, es lo que ellos llamaban gasto público, para tener disponibilidad para el pago de deuda que impactó directa y absolutamente en nuestro trabajo desde lo material pero también desde lo simbólico”.

Foto: Prensa Ctera

Una de las fortalezas del pensamiento de Stella Maldonado era la perspectiva de derecho humano que imprimía a cada conquista, marcando el logro y el desafío por atender. Al hablar de la educación secundaria obligatoria ya contemplada en la ley de educación nacional (LEN) de 2006 advertía: “Tener escuela secundaria obligatoria a partir de la LEN implica un profundo cambio cultural que debe producirse tanto en profesores como en estudiantes, familias, autoridades educativas y medios de comunicación. Ahora la escuela secundaria debe ser para todos según la ley. No alcanza con que esté escrito en la ley, la sociedad toda debe asumir la idea que todo/a adolescente y joven tiene derecho a acceder y egresar de la escuela secundaria y que esto requiere, además de escuelas, equipamiento y profesores, una transformación del sentido común imperante que aún sostiene que «la secundaria no es para todos, hay chicos-pibes-changos-gurises, a los que no les da». Tal vez lo más dañado y lo más difícil de recuperar sea la alegría de enseñar y la convicción de que todos tienen derecho a la educación. Es posible y necesario hacer que el pasaje de cada niño/a, adolescente y joven por la escuela sea una marca muy importante para ayudarlo a construir su proyecto de vida en un sentido transformador, para sí y para su colectivo social”.

Cada vez que Stella Maldonado invitaba a la formación lo hacía con su mirada extendida sobre la Patria Grande. Así concebía al Movimiento Pedagógico Latinoamericano: “Este movimiento debe nutrirse de las mejores tradiciones de los más trascendentes pedagogos de la región: Simón Rodríguez, Varela, Vergara, las hermanas Cossettini, Paulo Freire, Carlos Lanz, etc. Además debemos recuperar, sistematizar y socializar innumerables experiencias de escuelas públicas y de organizaciones sociales y sindicales que, desde los anarquistas hasta las comunidades eclesiales de base, desde el movimiento de campesinos y las escuelas fábrica hasta los movimientos de desocupados, han desarrollado durante décadas para proponer y poner en acto una educación liberadora”.

El libro Stella Maldonado. El legado de una maestra militante es una bella invitación a ser parte de la pedagogía de la presencia, a la que ella definía como esto que “vamos diseñando juntos, son modos de intervención que nos permitan estar en las escuelas juntos, enseñando, aprendiendo y construyendo un futuro mejor para nuestros chicos, para nosotros y para nuestra patria”.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 20/05/23

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