“Están pasando cosas muy graves. Si hacés eso con organizaciones muy violentas, hay un problema”, sostuvo el criminólogo Enrique Font, respecto de las recientes denuncias de torturas contra presos en el penal de Piñero.

“Se dedicaron a allanarles las casas a los familiares de los presos, a romperles todo, eso trae consecuencias. Cuando trabajás con organizaciones muy violentas y hacés eso; y además esa humillación la televisás y la usás para hacer campaña, hay un problema”, indicó el abogado rosarino, apuntando a las actuales autoridades provinciales y tras destacar que las denuncias sobre torturas en las cárceles santafesinas tienen varios precedentes y no refieren solamente al penal de la localidad cercana a Rosario: “De (la cárcel de) Coronda también recibo mucha información, están pasando cosas muy graves no solo en Piñero”.

“¿Por qué dejaron de hacerlo ahora?”, interpeló después. “¿Por qué (el concejal rosarino) Federico Lifschitz no se pone más el chaleco antibalas y va a hacer turismo tumbero por penales y comisarías? ¿Por qué (el ministro de Seguridad santafesino, Pablo) Cococcioni no va a pasear más su cuerpito gentil por estos lugares? ¿Por qué de repente se cortó todo eso? Porque saben que tuvo que ver con la locura en la que entró el fenómeno de la violencia”, señaló, entrevistado este lunes a la mañana por el programa Poné la Pava de Radio Rebelde de Rosario.

“¿Ahora van a contar que los homicidios bajaron porque hubo una política exitosa? ¿O será que hubo un acuerdo para decir che, dediquémosle un esfuerzo y un poco de pólvora a estos enemigos?”, continuó el ex secretario de Seguridad Comunitaria de la provincia, cargo que ocupara durante la gestión como gobernador de Hermes Binner.

“Sucesivas administraciones provinciales han construido los hípervillanos de Ciudad Gótica. Siguen utilizándolos porque les rinde trabajar con el otro como hípervillano para quedar en el lugar de superhéroes, pero resulta que como superhéroes son unos cagones bárbaros, porque mandan a torturar, se ponen chalecos; y cuando se arma el quilombo están todos escondidos”, agregó Font, que además pidió la intervención de organismos como el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, del que también formara parte: “Si logramos que el Comité venga, si los dos radicales que están ahí dentro demorando la llegada terminan siendo derrotados en la disputa interior en la organización, vamos a saber más cosas”, aseguró.

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