La educación es inherente a la esperanza. No hay otra. “Si no pensamos que hay un futuro para ellos (chicos y jóvenes) no podemos enseñar y si alguien piensa que no hay un futuro mejor para ellos que no sea maestro, que no sea maestra, que no sea profesor, que no sea profesora”, sostenía la educadora y ex secretaria general de la Ctera Stella Maldonado. Y si hay quienes han hecho crecer esta idea de confianza y optimismo con su trabajo, esas son las Abuelas de Plaza de Mayo. La recuperación del nieto 138 lo confirma una vez más.
El 2024 terminó con la mejor de las noticias: el encuentro del nieto 138, nacido en cautiverio, apropiado por la dictadura cívico militar e hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, desaparecidos en diciembre de 1976. La restitución de esta identidad fue ampliamente celebrada por todos los sectores. Entre ellos las organizaciones sindicales docentes, como la Ctera y el Sadop Nación, que reivindicaron ”la incansable lucha de Abuelas de Plaza de Mayo” y la consideraron “un triunfo más por la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
También el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires y ex ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien consideró que “la recuperación del nieto 138 es consecuencia de la lucha incansable de nuestras queridas Abuelas de Plaza de Mayo” y valoró que “a pesar del desmantelamiento del gobierno nacional en las áreas de Derechos Humanos, mantenemos más viva que nunca la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
Siempre las Abuelas marcaron la importancia de los DDHH en el sistema educativo y lo entendieron como una lucha necesariamente colectiva. Desde sus inicios, miraron esta enseñanza como clave y al sistema educativo como un aliado para encontrar a las y los nietos apropiados.
Así lo expresan en una carta que acompaña un material educativo destinado a las y los docentes (Las Abuelas nos cuentan). En ese mensaje repasan que desde su conformación como asociación Abuelas de Plaza de Mayo idearon diferentes estrategias para encontrar a las nietas y los nietos “y, con el paso del tiempo, también a nuestras bisnietas y bisnietos”.
“En aquellos tiempos –se lee en esa carta abierta– sin imaginar el enorme colectivo de lucha que terminaríamos conformando, intuimos que solas no podríamos, que cada tristeza, y también cada alegría, sería de todas. Sabernos juntas nos hizo fuertes. Muchas y muchos se sumaron aportando sus saberes, sus ideas y sus artes para esta búsqueda, para derribar prejuicios y sentidos comunes y acompañarnos en la conquista de un derecho que entre todas y todos debemos defender: el derecho a la identidad”.
En la carta valoran el apoyo que la docencia brinda a esta tarea. “Sin este compromiso denodado con el que llevan nuestra voz a cada aula, a cada sala; que transmite a niñas y niños, desde sus primeros años de vida, el valor de los Derechos Humanos, de la identidad, de la verdad”, agradecen entre otras palabras.
En esa búsqueda perseverante, las Abuelas tejen un trabajo conjunto con las escuelas, las infancias y el magisterio. Alguna vez, la presidenta de esta organización, Estela de Carlotto, contó que luego de una visita a una escuela y cuando todavía no había recuperado a Guido, una nena muy pequeña se le acercó y le dijo: “Estela, no aflojes, seguí buscando a tu nieto”.
La ley de educación nacional (26.206) es firme en sostener los principios de Memoria, Verdad y Justicia desde la enseñanza y las escuelas, un verdadero soporte para que las Abuelas “no aflojen”. En su artículo 3 –por ejemplo– establece que “la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales”. O bien, al considerar entre otros contenidos indiscutibles a enseñar en las aulas (artículo 92, inciso c) “el ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de Estado”, esto con la meta de generar en las y los alumnos “reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del Estado de Derecho y la plena vigencia de los derechos humanos”.
Desafío permanente
Sostener la esperanza en la educación cuando un millón de niñas y niños en la Argentina se van a dormir sin comer y todo indica que esa situación se profundiza no es fácil y obliga a más esfuerzo de las comunidades escolares. Lo propio ocurre con las políticas de memoria y de restitución de la verdad ante un gobierno negacionista.
En diciembre pasado, Abuelas –en colaboración con la fundación alemana Böll– presentaron el informe Actualidad sobre las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en la Argentina, sobre cómo las medidas regresivas en materia de derechos humanos impactan en las políticas de memoria, verdad y justicia y, en particular, en el derecho a la identidad.
Una de las certezas que señala ese informe es que “las políticas públicas relativas al proceso de Memoria, Verdad y Justicia tienen que ver con el presente, no con el pasado” y por eso “su importancia para garantizar la no repetición de los crímenes aberrantes cometidos”.
Repasan mes a mes las acciones que violentaron en 2024 las conquistas en materia de DDHH alcanzadas. El estudio se presenta como “un llamado a referentes y defensores de los derechos humanos, representantes de Estados, organismos e instituciones con tradiciones democráticas preocupados y preocupadas por los avances de las derechas fascistas en el mundo”.
A través de ese informe, Abuelas pide ser escuchada como organización, unir “lazos para frenar el avance de las fuerzas que buscan transformar a sus compatriotas en enemigos, a través de la estigmatización y la deshumanización”. Seguramente la educación, sus trabajadoras y estudiantes tienen mucho para aportar en este otro desafío.
En abril de 2024, Estela de Carlotto recibió la distinción de Doctora Honoris Causa de la Università degli Studi di Roma Tre. Tras el nuevo reconocimiento internacional, la presidenta de Abuelas advirtió sobre los discursos de odio y negacionistas promovidos por el gobierno de La Libertad Avanza: “Intentan deslegitimar nuestra lucha y la de todos los argentinos, por la memoria y la democracia”.
Una vez más Estela reafirmó que Abuelas seguirá buscando a los más de 300 nietos y nietas a quienes les falta recuperar su historia, su identidad. Y recordó que para esa tarea “el único camino es la lucha colectiva con amor y perseverancia”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 04/01/25
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