Tiempo y café
El marco de la puerta se erige como límite. Doy el paso -lo recuerdo muy vívido- y el aroma me invade, se trata de una mixtura extraña entre el café molido y el olor al humo de cigarrillos. Me inquietó no ver humaredas a mí alrede
El marco de la puerta se erige como límite. Doy el paso -lo recuerdo muy vívido- y el aroma me invade, se trata de una mixtura extraña entre el café molido y el olor al humo de cigarrillos. Me inquietó no ver humaredas a mí alrede