Licuecel
Ni bien abro los ojos, salto de la cama, –por costumbre nomás. El suave frío de la mañana me ayuda a darme cuenta que ese apuro ya no es necesario. Rumbo al baño paso frente a los dormitorios que eran de mis hijos.
Ni bien abro los ojos, salto de la cama, –por costumbre nomás. El suave frío de la mañana me ayuda a darme cuenta que ese apuro ya no es necesario. Rumbo al baño paso frente a los dormitorios que eran de mis hijos.
Fede se despertó temprano. La despertó a Juana con besos en los hombros, palmaditas en la cintura, dejando brevemente su mano apoyada ahí, sintiendo su calor insostenible que lo ataba con ternura, dándole un rato más de paz en el
Este trabajo es una mierda. Cargo datos. Debo haber ingresado más de un millón desde que hago esto. Conozco de memoria códigos postales de ciudades fantasmas de trescientos habitantes de cualquier rincón del país, descargué más co
Ciudad del Puerto, 1° de julio de 1974 En la última luz del día vuelve a llover sobre la plaza. Ángel avanza lento con la multitud, tiene frío y un nudo en la garganta. El General está muerto. El corazón se detuvo a la una y cuart