La producción de General Motors está paralizada.
La producción de General Motors está paralizada.

Los quinientos despidos resueltos por General Motors, cuya planta está ubicada en la vecina localidad de Alvear, quedaron sin efecto. Sucede que el Ministerio de Trabajo de la provincia, con el respaldo de la cartera laboral nacional, instó a la empresa automotriz a respetar la conciliación obligatoria dictada el martes de esta semana a raíz de la cesantía de un empleado. Los trabajadores del sector, quienes este viernes al mediodía se manifestaron en la esquina de Ovidio Lagos y San Lorenzo junto a los dirigentes del gremio Smata, frente a la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia, celebraron la decisión gubernamental de congelar los despidos “injustificados”. La medida de la patronal se dio tras un conflicto sindical y en medio de una parada temporaria de la producción planificada por la empresa, que afirma que sufrió fuertes caídas en las ventas de cero kilómetros.

De todas maneras, ahora todo se retrotrae a la situación inicial y funcionarios de la cartera laboral santafesina comunicaron que los responsables de la fábrica de autos deberán sentarse a la mesa de negociaciones junto al gremio a fin de hallar una salida definitiva al conflicto.

La mañana arrancó complicada para los trabajadores de General Motors, ya que se desayunaron con quinientos telegramas de despido. Apenas enterado de la noticia, un funcionario local del Ministerio de Trabajo de la Nación dijo que no cree que el motivo de los despidos pueda ser “una crisis internacional que todavía no tiene consecuencias” que justifiquen tamaña decisión. Desde la seccional local de Smata, en tanto, dijeron que se esperan medidas similares también en otras terminales automotrices como Mercedez Benz y Renault, y consideraron que los despidos son “para presionar al gobierno”. Lo cierto es que la presión de los trabajadores y del gremio sirvió para que las quinientas cesantías –entre trabajadores de planta y eventuales– queden anuladas por orden del Ministerio de Trabajo de la provincia.
“La gente tiene que volver a trabajar, esta es nuestra fuente laboral”, indicó un empleado de la planta de GM, al tiempo que destacó que la determinación del Ministerio de Trabajo de dejar sin efecto los telegramas de despido “deja tranquilo a los trabajadores”.
“General Motors opera en nuestro país como un patrón de estancia. Las leyes en Argentina tienen que respetarlas. Si se dicta una conciliación obligatoria, la empresa está obligada a acatarla, no pueden hacer lo que quieren”, sostuvo otro de los operarios de GM que se manifestaba en la puerta de la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia.
“La empresa subestima a los trabajadores, pero nosotros le demostramos un alto grado de conciencia colectiva, que hoy nos permite estar movilizados. Si el 3 de noviembre (fecha estipulada para que GM reabra sus puertas) la empresa no autoriza que los compañeros cesanteados ingresen a trabajar, entonces seguiremos movilizados para darle pelea a la patronal hasta que todos vuelvan al trabajo”, agregó.
En tanto, el viernes de la semana que viene habrá una audiencia entre las partes en pugna en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Si bien en un primer momento era para tratar el tema del operario despedido a principios de esta semana, ahora las negociaciones girarán en torno a los quinientos telegramas de despido que envió la patronal pero que la cartera laboral revocó.
 

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