Búsqueda implacable.
Búsqueda implacable.

Dos chiquillas caen en las garras de la mafia albanesa, que secuestra, esclaviza y prostituye jovencitas. Pero los malvados no tienen en cuenta que el padre de una de ellas es un espía retirado que tomará venganza liquidando a todos. Búsqueda implacable ofrece un típico menú con altas dosis de acción, chantaje emocional, glorificación de la tortura y mucho racismo.

El ex agente especial del gobierno de los Estados Unidos Bryan Mills (Liam Neeson) acaba de retirarse para estar cerca de su hija Kim, que vive con su ex esposa. Pero todo se complica cuando Kim se va a pasar un tiempo a París con una amiga, otra chiquilla rica y muy poco experimentada. Ambas se lanzan a la bella ciudad con ilusiones de pasarla bomba. Pero no. Un señor (africano), las marca apenas ponen un pie en el aeropuerto. Enseguida son secuestradas por la mafia (albanesa) en el departamento al que acaban de llegar. Las pobres chiquillas son reducidas a la esclavitud, drogadas y obligadas a ejercer la prostitución en los pliegues más sombríos de la ciudad luz.

Pero llega el papi enojado y toda la estética del film se va pareciendo a los videogames: tiros, piruetas, y el despliegue impactante de las siempre bien producidas escenografías de la muerte que se agazapan bajo el eufemístico rótulo de “acción”.

La película sabe utilizar todo el suspenso y la tensión que habilita la certera utilización de teléfonos celulares en la trama. El pobre Mills, un pesado que mata y tortura pero es buen padre de familia, escucha impotente cómo su hija es secuestrada en una de las escenas más logradas desde el punto de vista cinematográfico: una escena también efectiva para disparar el típico mecanismo de justificación de la violencia utilizado por el denominado “cine de acción”. Búsqueda implacable es de origen francés -Luc Besson es uno de sus guionistas-, y demuestra una vez más que aquello que denominamos ‘cine francés’ es en verdad un amplio espectro de estéticas, un universo muy diverso que incluye producciones que exhiben la misma violencia reaccionaria que hizo brillar, por ejemplo, el cine de Hollywood. El final es más o menos el de siempre en este género. La familia unida, como los Campanelli, pero en versión heavy, con una pila de cadáveres detrás.

Título: Búsqueda implacable
Título original: Taken (Tomadas)
Género: Acción
Dirección: Pierre Morel
Guión: Luc Besson, Robert Mark Kamen
Reparto: Liam Neeson, Maggie Grace, Leland Orser, Jon Gries, Katie Cassidy
Fotografía: Michael Abramowicz
Música: Nathaniel Mechaly
Origen: Francia (2008)
Duración: 92 minutos.

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