Dirigentes de los gremios municipales y funcionarios de las intendencias y comunas de la provincia de Santa Fe retomarán las negociaciones paritarias la semana que viene a fin de hallar una solución al duro conflicto por el reclamo de aumento salarial.

Este viernes, al término del plenario de la Festram, ambas partes continuaron con charlas informales iniciadas el jueves. Por una semana no habrá huelgas, aunque los trabajadores del sector dejaron picando la posibilidad de levantar campamentos de protesta en caso de no encontrar respuestas satisfactorias para su demanda.

Según informaron desde la federación de los municipales, la tarde del jueves fue pródiga en charlas con funcionarios de los dos municipios más grandes de la provincia. Pero hasta la noche del jueves no había avances suficientes como para predecir que el plenario de los gremios de toda la provincia resuelva esperar un poco para poner fecha a nuevas medidas de fuerza. En este sentido, fue en el reciente acto en Rosario donde los gremios advirtieron que el próximo paso del reclamo consistirá en la instalación de carpas de protesta frente a los municipios.

En este marco, las expectativas están puestas en lo que pueda suceder a primera hora de este viernes cuando las partes retomen la charla, que en los gremios pretenden que sea la última fuera de los ámbitos formales de discusión, como la paritaria o las instancias de conciliación ante el Ministerio de Trabajo de la provincia.

A esta altura del conflicto –el pedido del 10 por ciento de aumento ya tiene tres meses de antigüedad–, hay asperezas que limar más allá de lo salarial propiamente dicho. Difícil es creer, por ejemplo, que los municipales de la capital provincial accedan a sellar un acuerdo si sigue en pie el anuncio del intendente Mario Barletta de descontar los días de paro de principios de octubre y el presentismo.

Tampoco ayudan la polémica entre el gremio rosarino y el intendente Miguel Lifschitz, que ya lleva varios capítulos.

El último tiene que ver con los dichos de Lifschitz en cuanto a posibles recortes al gasto social del municipio para pagar los sueldos. “Esas declaraciones son desafortunadas, siempre nos quieren enfrentar con la sociedad”, respondió Antonio Ratner, secretario adjunto de la Festram y el sindicato rosarino. “Las subas salariales ayudan a sostener el mercado interno, porque nosotros no depositamos los sueldos en el exterior, los gastamos en el almacén y el supermercado. Pero el intendente parece que prefiere los ajustes”.

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