El equipo de Gamboa perdió de visitante por 2 a 1. En el primer tiempo, Cristian García y Marcelo Bustamante anotaron para los de Jorge Burruchaga. Cristian Fabbiani hizo el gol del rojinegro.
En una de las producciones más bajas del campeonato, Banfield frenó la marcha de Newell’s. La defensa rojinegra, que venía cumpliendo un papel destacado, esta vez estuvo lejos de su nivel.
Así, Banfield venció este viernes a Newell’s Old Boys por 2 a 1 y le impidió llegar a lo alto de la tabla de posiciones.
Un partido entretenido protagonizaron en el estadio “Florencio Sola”, Banfield y Newell’s, por la decimocuarta fecha de torneo Apertura.
Con algunas caras nuevas, tales los casos de los juveniles Gustavo Gómez, Cristian García y Guido Di Vanni, al Taladro se le facilitó su andar con el “madrugador” gol. De media vuelta, tras un centro de Walter Ervitti, García puso en ventaja al conjunto que dirige Jorge Burruchaga, a los 4 minutos.
Con tres en el fondo, un mediocampo poblado y con García y Di Vanni de punta, Banfield trató de aprovechar el shock que el gol le provocó al rojinegro. Sin embargo, las buenas intenciones del equipo albiverde quedaron a un lado cuando Newell’s recompuso sus líneas y pasó a dominar las acciones. Entonces, el empate no tardó en llegar. A los 21 el Ogro Fabbiani escapó de la marca de Cristian Nasuti y definió con un tiro cruzado luego de matar el balón contra el pecho.
El equipo de Fernando Gamboa fue por más. Enrique Bologna evitó la caída de su valla ante un tiro de Gastón Machín y cuando parecía inminente la segunda conquista visitante, de contraaataque, Banfield volvió a ponerse arriba en el tanteador.
El gol lo hizo Marcelo Bustamante, a los 38 minutos, con un disparo desde afuera del área, de derecha a izquierda. Luego, Sebastián Peratta le ganó dos mano a mano a Cristian García.
Con las mismas características siguió el partido en la etapa complementaria. Newell’s presionó, mientras Banfield ajustó las marcas y apostó al contraataque.
El conjunto visitante se movió al compás de Leandro Torres y de la rotación en la ofensiva de Diego Torres y Fabbiani. Al Ogro, precisamente, Bologna le ahogó lo que pudo haber sido su segundo grito de gol.
El cotejo mantuvo la movilidad hasta el final. Fue ataque por ataque y los dos arcos pasaron por situaciones de peligro. Tan cerca del tercero gol estuvo Banfield, como Newell’ s del empate. Pero ganó Banfield y estuvo bien.
