Cierre relámpago. Eduardo López mandó reabrir el sábado pasado el mediodía las puertas del diario El Ciudadano que había mandado cerrar un rato antes. El presidente de Newell’s y dueño del matutino prometió al Sindicato de Prensa Rosario que el martes próximo cumplirá con el pago salarial que había prometido para este viernes, cuyo incumplimiento derivó en un reclamo callejero de los trabajadores.

En asamblea, el personal acordó esperar hasta el primer día habil de la semana para ver si la nueva promesa se concreta, y resolver los pasos a seguir en medio de una semana crucial para López: el domingo 14 se pondrá en juego, en elecciones supervisadas por el gobierno provincial, su continuidad al frente del club del parque Independencia.

El centenar de empleados del diario que fundara Orlando Vignatti y se imprime en la planta de La Capital de calle Santiago viene sufriendo diversas irregularidades. Este viernes, la gota que colmó el vaso fue la falta de pago del salario del mes de octubre, pero los trabajadores ya venían hasta el cogote: López incumple sistemáticamente los pagos de aportes previsionales y de obra social, les debe a empleados y ex empleados dinero correspondiente a la convocatoria de acreedores de la empresa que debió abonar hace dos años y comenzó a pagar los aumentos fijados en paritarias varios meses después de su entrada en vigencia sin saldar nunca los retroactivos correspondientes.

Otra de la irregularidades es la forma de pago de los salarios. Los trabajadores no saben de las cajas sueldo que establecen las normas vigentes: perciben sus haberes en efectivo en una oficinita de la redacción de calle Entre Ríos 630, donde antes funcionaba el bingo que explotaba el mandamás leproso.

Pero según relataron delegados gremiales, este último viernes a media tarde volvió a pasar que el pagador (Miguel Ángel Tardío, director del diario) no apareció por la oficinita tal como la patronal había prometido. De inmediato, los trabajadores iniciaron una asamblea que rápidamente resolvió continuar sesionando en la calle, frente a la redacción, donde el malestar se expresó con cánticos y carteles reclamando el pago.

Después, este sábado a la mañana, López mandó cerrar el diario. Pero un rato después prometió a la dirigencia sindical revertir el martes próximo el incumplimiento del viernes y ordenó reabrir las puertas. Y los laburantes resolvieron esperar hasta entonces, advirtiendo que de mediar un nuevo incumplimiento volverán a levantar el tono del reclamo.

Este nuevo conflicto en El Ciudadano se da en medio del proceso electoral de Newell’s Old Boys, club en el que el domingo 14 habrá votación luego de 14 años, el tiempo que López lleva al frente de la institución.

Al menos, todo indica que así será: la lista opositora fue oficializada para competir y fue intervenida la junta electoral que integraban seguidores de López, incluido Daniel Alberto Bocchi, a quien la Justicia investiga por su posible involucramiento en el escándalo de la efedrina.

La intervención de la junta electoral y la oficialización de su lista son celebradas por la oposición al actual presidente leproso, que ha venido denunciando intimidaciones y agresiones de parte integrantes de la barra de Newell’s.

Este viernes a la noche, en la vereda de la redacción de El Ciudadano también se vieron caras que suelen verse muy cerca de los jefes de la barra, tanto en la tribuna como fuera de ella. Pero no hubo agresiones: los muchachos se limitaron a retirar los carteles pegados en la zona que decían “Eduardo López, pagá los sueldos”.

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