Al cumplirse 30 años del asesinato de dos jóvenes estudiantes limeños y uno argentino a manos de fuerzas de seguridad de la última dictadura militar, en un operativo en España y Pellegrini, tuvieron lugar distintos reconocimientos y homenajes por parte de organismos de derechos humanos, residentes peruanos y el edil Carlos Comi, titular de la comisión de Derechos Humanos del Concejo. Cabe recordar que el caso obtuvo una instancia de investigación a través de la Justicia Federal que decidió la reapertura de la causa después de años de reclamos por parte de integrantes de la comunidad peruana de Rosario.
La causa que reabrió el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario, a cargo de Marcelo Bailaque, tiene que ver con dos estudiantes peruanos y uno argentino dados por muertos en un supuesto “enfrentamiento” el 16 de diciembre de 1978 en Pellegrini y España, luego de un operativo “contra el terrorismo, según un comunicado de las fuerzas armadas de la dictadura militar”, indicó el presidente de la Asociación de Estudiantes y Residentes Peruanos de Rosario, Roberto Arévalo Moscoso, en una nota publicada por El Ciudadano.
Las víctimas de aquel operativo fueron Rory Céspedes Chung, de 20 años; María Antonieta Céspedes Chung, de 22, y Conrado Mario Galdame, quienes estudiaban medicina, odontología y arquitectura en la Universidad Nacional de Rosario UNR.
Arévalo Moscoso militó durante años para que el hecho no quedara impune y fue uno de los impulsores de la investigación sobre lo que denunció como “un fusilamiento encubierto”.
En 2006 en una nota publicada en El Ciudadano, el dirigente recordaba que si bien el hecho había sido denunciado en su momento y también al regreso de la democracia, “con los años había caído en el olvido”.
Ahora, al cumplirse 30 años del hecho, con el patrocinio de la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad y el Concejo, se llevó a cabo un acto de homenaje a los estudiantes en el lugar del asesinato en Pellegrini 1685 y se realizó una misa en recordación de todos los peruanos desparecidos en Argentina en la parroquia Santa Rosa de Lima, ubicada en Mendoza 1381.
La reconstrucción del caso a través de numerosos testimonios, y por las crónicas oficiales del hecho, que reproducen un comunicado del Comando del IIº Cuerpo de Ejército en los diarios La Capital y La Tribuna, son parte de una fotografía de época, llena de cinismo y de terror.
Arévalo contó que en el supuesto “operativo” junto a los dos hermanos peruanos, también fue muerto el estudiante argentino Galdame. Los denominados en aquel tiempo como «terroristas sin identificar» fueron los hermanos Céspedes Chung. “El «enfrentamiento» ocurrió el sábado 16 de diciembre de 1978 en el domicilio de Pellegrini 1685, entre las 10 y 11 de la mañana, y no a las 17 como dice el comunicado del ejército”, aseveró el dirigente de la comunidad peruana.
“El principal testimonio acerca de esto, es el de una pareja amiga de Rory que estuvo un día antes con él, le dijo que viajaba a Buenos Aires a realizar un trámite el viernes, y luego quedaron de acuerdo para almorzar el sábado. Cuando la pareja llega al encuentro, a alrededor de las 13.30 del sábado, la zona está rodeada por efectivos y ya había ocurrido el hecho”, relató Arévalo, en una nota publicada hace dos años cuando se profundizó el reclamo.
“Cabe recordar que en aquella época cuando se pasaban de picana y se les moría un detenido por la tortura, las fuerzas represivas montaban en escena atentados y también hacían pasar fusilamientos como enfrentamientos. La investigación está puesta en varios frentes en Rosario y también en el Perú”, comentó el dirigente. Los dos hermanos peruanos eran estudiantes becados a través de créditos educativos que ponía a disposición el gobierno peruano.
“Nuestro objetivo es el mismo de la sociedad argentina: que se investigue la verdad de los hechos ya que a pesar del tiempo transcurrido es una deuda que tiene el Estado como así también es una cuestión de solidaridad con nuestros hermanos, por parte de la comunidad peruana. Queremos una reparación moral para que estos crímenes de lesa humanidad no queden impunes”, dijo Arévalo.
