Buzzi y Cía. se bajaron del caballo.
Buzzi y Cía. se bajaron del caballo.

¿Qué pasó? ¿Ataque de sensibilidad social de las patronales agrarias? ¿Miedo al papelón? ¿Negociación bajo cuerda? Lo cierto es que la Mesa de Enlace postergó el lock out que había ratificado un rato antes de anunciar la postergación.

Entre medio habló Cristina, que con las imágenes de Tartagal dando vueltas los criticó por pedir exenciones impositivas en medio de la crisis. Después, Cristina recibió a Binner en una reunión de la que los terratenientes, Buzzi dixit, “esperan frutos”.Desde Olivos, al anunciar un incremento de los montos que se destinan a la asistencia social, la presidenta arremetió contra los que “reclaman tal o cual exención impositiva y que tuvieron la suerte de tener rentabilidades”. “Me hierve la sangre cuando veo tanta pobreza y tanta avaricia al mismo tiempo”, reforzó Cristina.

Y un rato después, nada más ni nada menos que el fedeagrarista Eduardo Buzzi, que había verbalizado lo de la intención de “desgastar” al gobierno en la que están empeñados los calientasillas de Enlace, salió a anunciar que esa entente resolvió postergar “cualquier tipo de protesta”.

Con la tensión flotando en el ambiente y ante la incredulidad de los movileros –algunos hasta se enojaron por tamaña defección–, Buzzi agregó que tranqueras adentro ahora están “dispuestos a ayudar, a colaborar y a ser parte de la solución” de los problemas del sector.

Después insistió con lo de que esperan que los convoquen al diálogo: “Hemos decidido postergar las protestas en cualquiera de sus formas, a la espera de un llamado de la presidenta. Si mañana mismo nos convoca, con gusto nos acercaremos para dialogar”, se invitó.

Antes, los palos desde Olivos habían tenido réplica desde la Mesa de Enlace, conformada por Federación Agraria, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural.

Mario Llambías, el capo de la CRA que –salvo sus peones– no debe conocer un pobre ni por internet, chicaneó con que le preocupa que haya tenido que pasar el alud por Tartagal para que el gobierno “descubra que hay una pobreza estructural en la Argentina”.

Buzzi, por su parte había leído “un sano reconocimiento a un viejo problema” en lo del viaje a Tartagal y el posterior discurso en Olivos. Como se ve, más suave el FAA que el CRA.

Pero incluso que lo del lock out era un hecho se hizo trascender desde la Mesa de Enlace durante la tarde, antes del mensaje presidencial.

Cuando fue asomando la noche del jueves, prefirieron guardar las boleadoras, bajar del caballo y desensillar. Lo que no se sabe es si será hasta que aclare. Porque, se sabe, a muchos de los propietarios rurales les sienta bien el negro.
 

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