El juez federal de Rosario, Marcelo Martín Bailaque, finalmente resolvió aceptar como querellante a la agrupación H.I.J.O.S. Rosario, en la causa “Altamirano Carlos y Otros, privación ilegítima de la libertad, violencia, amenaza, tortura y homicidio”, expediente en el que se investiga el asesinato de Conrado Galdame y de los ciudadanos peruanos Rory Chuang Céspedes y María Antonieta Chuang Céspedes.

El lunes 23 de marzo, H.I.J.O.S. había presentado por primera vez a la propia agrupación como querellante en la causa Galdame. Hasta ahora siempre lo había hecho –a través de sus abogados–, representando a familiares y sobrevivientes del terrorismo de estado, nunca como colectivo político.

 

“Que hayan admitido a nuestra organización como querellante, es un hecho que debemos destacar”, explicó el militante de H.I.J.O.S., Mario Bordesio, quien agregó que “siempre dijimos que todos somos hijos de una misma historia, que somos una generación hija de los 30 mil desaparecidos, y que este proceso de juicio y castigo no es sólo un reclamo de familiares o sobrevivientes del terrorismo de estado, sino de la sociedad argentina, con sus organizaciones, y la nuestra es una de ellas”.

 

Según Bordesio la resolución de Bailaque “si bien se da en una causa donde puntualmente no existe un familiar directo que pueda impulsarla como querellante, por lo cual se admite a H.I.J.O.S., abre la posibilidad de que los diferentes colectivos sociales –ya sean organismos de ddhh, gremios, etc– puedan ser protagonistas del proceso jurídico de construcción de la justicia en nuestro país, algo que en el plano simbólico ya se viene dando hace años.”

 

“La condena a los responsables del genocidio, las torturas, las desapariciones, el robo de bebés y la entrega de nuestro país, es necesariamente producto de una lucha colectiva, la última y masiva marcha del 24 de marzo así lo confirma, y ese es uno de los sentidos que buscamos al constituir a nuestra organización como querellante”. concluyó Bordesio.

 

Conrado Galdame fue secuestrado el 16 de diciembre de 1978 por la patota de Feced y asesinado en el mismo Servicio de Informaciones donde había sido torturado. El caso se completa con el montaje de un supuesto enfrentamiento, armado en un operativo en el que la patota – luego del asesinato a Galdame–, se dirigió al domicilio de Conrado, y asesina a dos habitantes de la casa, los hermanos Rory Chuang Céspedes y María Antonieta Chuang Céspedes (ciudadanos peruanos).

El caso Galdame fue parte del juicio a las Juntas y publicado en el Diario del Juicio. Y fue reabierto después de la derogación de las Leyes de Impunidad, donde declararon 5 testigos. El año pasado se desdobló la causa, de la mega causa Feced.

 

El hecho denunciado no dejó de tener consecuencias dentro de las fuerzas represivas. Planteó en su momento un enfrentamiento entre los integrantes del SI y el Servicio de Inteligencia del II Cuerpo de Ejercito que derivó en la remoción del “Mudo” Guzmán Alfaro, jefe del servicio y el comienzo el desmantelamiento SI, completada a mediados de 1979, antes de la visita a la Argentina del la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

 

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