Los trabajadores de Mahle no bajan la guardia en su lucha por conservar los puestos de empleo en la fábrica de aros. Así lo demostraron este jueves en la movilización que realizaron por el centro de la ciudad. Coincidieron con la protesta de los bancarios.
El acto concluyó cuando los trabajadores entonaron a capela las estrofas del Himno nacional argentino en el Monumento a la Bandera. Allí, un rato antes, uno de los operarios leyó una carta escrita por el conjunto de los empleados, donde agradecieron la solidaridad de la población; denunciaron el “atropello” que sufrieron en la empresa gestionada por el grupo alemán y pidieron que se les garantice “pan y trabajo”.
La marcha de los operarios de Mahle coincidió en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín con la protesta de los empleados bancarios, quienes realizaron un paro de actividades en demanda de aumento salarial en el marco de una jornada de huelga a nivel nacional. La coincidencia resume el presente del mundo laboral, donde algunos pelean contra los despidos y cierres, y otros por engordar los bolsillos. Al grito de “los trabajadores unidos jamás serán vencidos” ambas manifestaciones entrecruzaron saludos y palabras de aliento.
La movilización partió desde plaza Pringles y se dirigió por peatonal Córdoba hasta la nave del Monumento. El reclamo unánime fue por la reapertura de la fábrica de aros, ubicada en avenida Perón al 5600, donde más de 500 empleados pelean por sus fuentes de empleo. La columna fue encabeza por trabajadores de la autopartista que llevaban una bandera que decía “No cierren Mahle”. A tono con la consigna, uno de los hits de la mañana fue el sencillo pero contundente “y Mahle no se cierra”. También se vieron dos largas banderas argentinas llevadas por otros empleados, la mayoría vestidos con el uniforme de trabajo. Al final de la columna se sumaron militantes de Amsafé Rosario, la agrupación estudiantil Tupac, el PO, el MST, el PTS y la Corriente Clasista y Combativa.
Más de un millar de personas participaron de la ruidosa manifestación, acompañada por bombos, redoblantes y bombas de estruendo. Los comerciantes de la peatonal se asomaban a la puerta de sus respectivos locales al escuchar tanto alboroto. Algunos pocos bajaron las persianas antes del paso de la movilización. Los trabajadores repartieron folletos entre los transeúntes que explicaban su reclamo.
“El grupo alemán Mahle vino hace un año y medio y vació una empresa histórica de la ciudad con más de 60 años. Tenemos dos millones de aros terminados listos para su comercialización. La fábrica está en condiciones de retomar la producción ni bien aparezca un comprador”, relató uno de los empleados. “Un grupo de trabajadores se quedó en la planta al custodio de todas las maquinarias”, agregó el trabajador metalúrgico y recordó que la ocupación de la empresa de barrio Triángulo continuará hasta que haya una salida para el conflicto laboral que afecta a 460 trabajadores de forma directa y a otros cien de modo indirecto.
En relación a los posibles compradores que sonaron los últimos días –incluso hubo visitas a la planta–, uno de los delegados de la fábrica contó que la autopartista Taranto, con sede en la ciudad de Avellaneda, “es la más interesada” en adquirir la planta industrial de Mahle Rosario, “aunque no hay nada concreto”, aclaró. Las negociaciones en torno al conflicto están siendo monitoreadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación y la UOM, el sindicato de la metalúrgicos.
El Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria en el conflicto de Mahle y rige hasta fin de mes. En rigor, los trabajadores siguen percibiendo el 70 por ciento de sus salarios, tal lo acordado con la firma en el marco del régimen de suspensiones y reducciones salariales aplicado antes del cierre del 24 de abril.
La marcha de los trabajadores de Mahle, como se dijo más arriba, finalizó al mediodía con un acto en el Monumento a la Bandera. Uno de los operarios, megáfono en mano, leyó una carta escrita por el conjunto de los empleados que luchan por conservar las fuentes de empleo. “El conflicto de Mahle tuvo repercusión nacional y mundial. Nos han quitado la posibilidad de sustentar a nuestras familias, por eso pedimos por trabajo, justicia y la construcción de una economía que nos permita crecer y garantice los derechos de todos los pueblos al trabajo digno. Desde nuestro lugar vamos a defender el empleo y la mesa de cada trabajador”, fueron las primeras palabras del escrito.
“Queremos que nos garanticen pan y trabajo. Agradecemos a nuestras familias, a los medios de comunicación, compañeros de la empresa Mahle de Alemania, España y Francia que están en la misma situación que nosotros y a todos los trabajadores y a la comunidad por el abrazo solidario que recibimos desde que se hizo público semejante atropello. También a todos las organizaciones que nos acompañaron en el histórico acto del 1º de Mayo en las puertas de la fábrica. Un abrazo para todos, trabajadores de Mahle Argentina”, finalizó la carta. Después, un abrazo entre los trabajadores para entonar el Himno nacional.