La presidenta Cristina Fernández recibió al premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz. El rebote mediático de ese encuentro aún no había cesado cuando la jefa de Estado se reunió con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno. Apenas los periodistas terminaban de redactar los despachos que daban cuenta de ese cónclave, Cristina ya estaba disertando en la Universidad de Columbia ante líderes mundiales. Por si fuera poco, Cristina se trae bajo el brazo la noticia de que la Cumbre Iberoamericana del año que viene se llevará a cabo en Mar del Plata.

La agenda de la mandataria argentina no parece la de un jefe de gobierno acosado por el desastre y la corrupción, pero para los principales matutinos porteños la foto en un bar de un contador, el de la familia Kirchner, con un juez de Santa Cruz –foto de importancia nula en cualquier sede judicial, para el caso– es más importante que esos espacios en los que la presidenta dejó, además, muy buena impresión y algunas ideas innovadoras.

Cristina escuchó de boca del premio Nobel de Economía Stiglitz que tras la caída de Lehman Brothers “se ha hecho un progreso muy pequeño en reformas regulatorias” y que el momento para hacerlas “se está debilitando”. Por otro lado, aseguró que en la crisis financiera global “Argentina lo hizo mucho mejor que otros países” por el hecho de “no haber estado tanto en el mercado internacional”. Justo para que los Espert, Broda, Ávila, etc., hagan sus habituales presagios de catástrofe respecto de la economía K, si tal cosa existiera.

“Con la Presidenta hablamos de cómo Argentina y otros muchos países en desarrollo que entraron en crisis hicieron de hecho un mejor trabajo en regular sus bancos que Estados Unidos”, comentó el profesor de la misma Universidad de Columbia donde luego Cristina disertó.

Lejos de los vaticinios vernáculos, Stiglitz explicó que el crecimiento percibido en Asia tras la crisis no pueden ser otra cosa que “buenas noticias para América Latina y para Argentina. porque su crecimiento podrá apoyar el crecimiento de las commodities, por lo que los exportadores de commodities como Argentina pueden ser los beneficiarios de eso”.

Y el economista no iba a dejar pasar la oportunidad de pegarle al FondoMonetario Internacional: “También es importante que cuando el FMI promueva su dinero, no lo haga con el tipo de condicionalidades que impuso en Asia del Este, en Latinoamérica, las cuales fueron contraproducentes”, azotó.

Nuevo mundo, nuevos organismos, nuevas reglas

Cristina, en su disertación en la Universidad de Columbia, reclamó que se creen “nuevos organismos” capaces de contemplar el desarrollo económico no sólo para los países desarrollados, sino para el “conjunto de las naciones”.

El concepto desde el cual la presidenta argentina formuló su discurso es el siguiente: “Estamos ante un nuevo mundo, ante una nueva realidad, y exige pensar en nuevos organismos y en nuevas reglas”.

Y en ese sentido, Cristina apuntó que una de las claves para enfrentar la etapa posterior a la crisis mundial debe ser “una organización en la cual se contemple un desarrollo económico, social global, donde el concepto de bienestar pueda ser accesible no solamente a países desarrollados sino al conjunto de naciones”.

“Un organismo que piense en el desarrollo económico y social en escala global se hace imprescindible para abordar esta nueva etapa”, insistió la mandataria, de acuerdo con quien “el desafío es grande y va a ser muy enorme el esfuerzo que todos podamos hacer”.

Al respecto, añadió que “no hay que quedarse con lo estructurado, con lo que ya se sabe, sino imaginar nuevas maneras, nuevos métodos, en la cooperación”.

Aumentar el capital para infraestructura

Luego de la reunión con el titular del BID, Luis Alberto Moreno, éste reveló que se acordó que ese organismo llevará al Grupo de los 20 (G-20) la propuesta de la mandataria argentina, quien pretende que se produzca un aumento del capital del organismo de la entidad crediticia, con el fin de promover inversiones en infraestructura.

“La idea de la presidenta es llevar esta propuesta para que de la mano con los otros presidentes que son parte de la región de las Américas, pueda llevarse al G-20 la necesidad de aumentar el capital de una institución que es fundamental para el desarrollo de toda nuestra región”, dijo el máximo titular del BID tras la reunión mantenida con la mandataria en el hotel neoyorquino Four Season. Moreno agregó que “la presidenta ha venido apoyando esta idea desde hace algún tiempo, con el canciller (Jorge Taiana), con el embajador (ante la Casa Blanca, Héctor Timerman) hemos estado hablando de esto durante varios meses”, señaló. Un dato que deberían tomar en cuenta quienes permanentemente hablan de la falta de políticas de mediano y largo plazo.

Pero el colombiano Moreno no se quedó en lo formal. “Creo que con el esfuerzo del ex presidente Néstor Kirchner y ahora de la presidenta Kirchner, se ha puesto un énfasis muy especial en todo el desarrollo de esta región de la Argentina que es tan importante”, mencionó el jefe del BID.

Cumbre Iberoamericana en la Feliz

Luego del importante encuentro con el presidente del BID, la mandataria argentina se reunió con el secretario iberoamericano de la entidad, Enrique Iglesias, quien confirmó que Mar del Plata será la sede de la Cumbre Iberoamericana de 2010. De este modo, los días 11 y 12 de noviembre de 2010, en coincidencia con el año del Bicentenario, Mar del Plata será sede de la cumbre.

Al ser consultado sobre la participación regional que tiene la Argentina, el ex presidente del BID aseguró que Argentina tiene una presencia “muy activa” en las reuniones de la comunidad y “además colabora activamente”.

Una agenda que de no mediar la mezquindad que reina en la mayor parte de los medios más concentrados, debería ser una buena noticia para todos los argentinos. Quienes privan a la sociedad de la verdadera dimensión de estos encuentros internacionales, no pueden hablar de libertad de expresión sin ponerse colorados.

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