Cristina se despidió de la Negra. La acompañó Kirchner.
Cristina se despidió de la Negra. La acompañó Kirchner.

La voz de la América profunda se apagó. Mercedes Sosa, de 74 años, murió esta madrugada de domingo. No sólo se fue la voz más importante del folcklore argentino y una referente internacional de la música latinoamericana. Supo, además, abrir el camino a los nuevos talentos del género y también estableció un puente de plata con la música popular urbana y con los exponentes del rock. Sus restos son velados desde el mediodía en el Congreso y serán cremados este lunes. Los seguidores de la artista tendrán todo un día para despedirla en esa dependencia del legislativo nacional, ya que el Salón permanecerá abierto también durante la noche. La presidenta Cristina Fernández adelantó su regreso a Buenos Aires desde Río Gallegos y tras permanecer en la Quinta de Olivos se dirigió al Parlamento. Acompañada por Néstor Kirchner y Aníbal Fernández, la mandataria brindó sus condolencias y abrazó a la familia de la cantante en el Congreso.

Comprometida con el canto popular y simpatizante en su juventud del Partido Comunista formó parte de las listas negras de las dictaduras y en 1979 tuvo que emigrar del país. A su retorno, fue recibida por una multitud. Y la que la despedirá ahora será, seguramente, mucho mayor aún.

“Mañana al mediodía nos trasladaremos a la Chacarita para cumplir con el deseo de Mercedes de que sus restos sean cremados”, detallaron desde el entorno de la vocalista.

En relación al trayecto que cumplirá el cortejo fúnebre, comentaron que “todavía no hay nada previsto” pero es posible que haya algún pedido oficial para trazar algún recorrido especial.

Tampoco se pudo confirmar si, tal como era el deseo de algunos músicos cercanos a la tucumana, se incluirá algún tipo de actuación en el velatorio o en la Chacarita.

Haydeé Mercedes Sosa nació el 9 de julio de 1935 y vivió su juventud en Mendoza. Formó parte del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folclore, surgida en la capital cuyana de la mano del poeta Armando Tejada Gómez, su esposo Manuel Oscar Matus y Tito Francia. Durante sus primera actuaciones usó el nombre de Gladys Osorio.

Matus editó en un sello independiente el primer disco de Mercedes Sosa: "Canciones con fundamento". El primer reconocimiento lo obtuvo en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965, cuando gracias a la generosidad del cantor Jorge Cafrune, el país entero pudo conocerla.

En marzo de 1966, se conoció "Yo no canto por cantar", con una docena de canciones hoy antológicas, entre las que estaban "Canción del derrumbe indio", "Canción para mi América", "Chayita del vidalero", "Los inundados", "Zamba para no morir", "Tonada de Manuel Rodríguez" y "Zamba al zafrero". Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, en octubre, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de "Hermano".

A fines de 1967, "La Negra" hizo conocer "Para cantarle a mi gente",, un disco que acumuló un importante caudal de poesía argentina y latinoamericana.

En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones en Miami, Lisboa, Porto, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tiflis. Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de "Mujeres Argentinas", trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la aparición de "Zamba para no morir", una recopilación con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y "Con sabor a Mercedes Sosa", en el que registró por primera vez "Al jardín de la República".

Cuando le propusieron grabar "Mujeres Argentinas", el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y Mercedes, como muchos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.

En 1970 participó en el filme "El Santo de la Espada", de Leopoldo Torre Nilsson y dió a conocer dos discos importantes en su carrera: "El grito de la tierra" y "Navidad con Mercedes Sosa". En este período grabó, entre otras, "Canción con todos" y "Cuando tenga la tierra", de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y la bellísima "La Navidad de Juanito Laguna", del "Cuchi" Leguizamón y Manuel J. Castilla.

En 1971 se conoció "La voz de Mercedes Sosa" y apareció "Homenaje a Violeta Parra", un disco que reúne casi una docena de temas de la gran protagonista del Canto Popular Chileno. Ese año también participó en "Güemes" (La tierra en armas), filme dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. En un breve, pero significativo papel, encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.

En 1972 se editó "Hasta la victoria", un disco lleno de canciones cargadas de contenido social y político. Eran tiempos en que algunos pocos compositores y también cantores como Mercedes Sosa no permanecían ajenos al compromiso y la militancia con la que querían colaborar para conseguir un mundo más justo y equitativo. También en ese año le puso su voz a la "Cantata Sudamericana", con música de Ariel Ramírez y letra de Félix Luna.

"Mercedes Sosa" y "Traigo un pueblo en mi voz", aparecieron en 1973, año del convulsionado regreso a la democracia y prólogo de una época difícil y violenta. Mercedes continuó en la misma línea que su trabajo anterior y grabó algunos temas con los que encaró la realidad americana.

En 1975 se edita "A que florezca mi pueblo".

En agosto de 1976, un año crucial para la Argentina, se editó "Mercedes Sosa", trabajo en el que rescató poetas argentinos y latinoamericanos como los chilenos Víctor Jara y Pablo Neruda, la peruana Alicia Maguiña y el cubano Ignacio Villa, "Bola de Nieve".

Al año siguiente, en 1977, "La Negra" le rindió un homenaje a uno de los grandes compositores y cantores populares argentinos con "Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui". El clima político que vivía el país cada vez se sentía más opresivo.

Reconocida por sus dotes interpretativas pero sin renunciar a lo testimonial, su posición resultó inaceptable para aquellos que apostaban al silencio y al terror y hacia 1979, tras publicar "Serenata para la tierra de uno" y ser detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a escucharla, viajó a París y en 1980 se afincó en Madrid.

En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos. En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cientos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensaban que la canción con contenido era peligrosa. Por eso había que acallar a los cantores, como una manera de silenciar a la gente.

Recién pudo regresar a los escenarios argentinos el 18 de febrero de 1982 y en el porteño teatro Opera realizó una docena de impactantes recitales que compartió con León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos y Ariel Ramírez y que quedaron plasmados en el álbum "Mercedes Sosa en Argentina".

Ya con el regreso de la institucionalidad democrática y lejos de quedarse quieta, se puso como desafío seguir abriendo puertas con la decisión de sumar nuevos autores latinoamericanos a su repertorio y así impulsó a los entonces no tan conocidos trovadores cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

Tampoco dejó de parar la oreja a las nuevas expresiones del folclore y, por ello, registró obras de incipientes creadores como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Antonio Tarragó Ros, Raúl Carnota y Peteco Carabajal, entre otros.

Con el mismo espíritu abierto y audaz, no tuvo reparos en acercarse a artistas del rock local (como los ya citados Gieco y García, pero también a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Pedro Aznar, Gustavo Santaolalla, Alejandro Lerner y David Lebón) a los que además integró a espectáculos y placas que ganaron reconocimiento en gran parte del planeta.

Esa gran presencia en los tablados del mundo, le permitió ser convocada por grandes de la talla de Luciano Pavarotti, Sting, Lucio Dalla, Nana Mouskouri, Tania Libertad, Joan Baez, Andrea Bocelli, Silvio Rodríguez, Alfredo Kraus, Pablo Milanés, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Chico Buarque, Gal Costa, Nilda Fernández, Pata Negra, David Broza, Luz Casal, Cecilia Todd e Ismael Serrano.

De la mano de ese trabajo constante y consecuente fue justamente considerada una suerte de embajadora de la canción argentina que no cejó en esa tarea ni en estos últimos años cuando su salud empezó a mostrar cierto agotamiento.

Aún así, en 2005 y bajo la batuta de Chango Farías Gómez, protagonizó el magnífico álbum “Corazón libre” que, a partir de la canción de Rafael Amor, entregó un valioso testimonio editado por el sello alemán Deutsche Grammophon.

Duende Garnica, Demi Carabajal, Jorge Fandermole, el dúo Orozco-Barrientos, Coqui Sosa, Marcelo Perea y Alberto Rojo, son algunos de los nuevos creadores que, como tantos otros cantantes y músicos, pueden dar cuenta de esa práctica integradora y multiplicadora encarnada por Mercedes.

La apuesta que vino a cerrar esa tendencia histórica, se plasmó en el formato comercial de los dispares “Cantora I y II” que, entre otros, la unió con Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Caetano Veloso, Shakira y Calle 13.

Como una metáfora de su vida y de su obra, la canción nacional la compartió con Franco Luciani, Tilín Orozco, Alberto Rojo, Motta Luna, Sebastián Garay, María Eugenia Fernández, Fernando Barrientos, Bruno Arias, Jesús Hidalgo, Bebe Ponti y Duende Garnica.

Los saludos de Cristina y Néstor

En el Salón de los Pasos Perdidos, la presidenta Cristina Fernández estuvo acompañada por el ex presidente Néstor Kirchner; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; los ministros Jorge Taiana, Alicia Kirchner, Juan Manzur y Julio Alak ; el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli; y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner.

Visiblemente emocionada y al lado del féretro, la mandataria le dedicó unas palabras y, a manera de homenaje, los presentes cantaron "Luna Tucumana", una de las canciones emblemáticas que cantaba "La Negra", y finalizaron con un prolongado aplauso.

La Presidenta, entonces, despidió a Mercedes Sosa con un beso en la frente.

Más notas relacionadas
Más por Admin
  • “Soñar, creer y concretar”

    El músico y compositor rosarino Sebastián Pagliaretti brindará dos shows –el 8 y el 25 de
  • Cholo bandoneón

    Rodolfo Montironi, leyenda viva del tango, repasa sus más de 80 años con el fuelle y asegu
  • Electropop resonante

    Lalalas publicó un puñado de canciones bajo el título de Ecos. Una nueva etapa en la banda
Más en Cultura

Dejá un comentario

Sugerencia

Adhesión a la huelga general de los sindicatos energéticos

La Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Comb