El Señor I advierte que entre el gorilerío que conduce programas de radio hay un Fernández que se llama Marcelo que, como varios otros, es capaz de escupir en una sola parrafada diatribas propias de la intolerancia más cruda con un pedido de “vivir en una sociedad serena, libre, con esperanza, con futuro”.
El Marcelo este conduce un programa que se llama “Con sentido común” y sale por la FM Fisherton CNN. Y el viernes pasado, tras leer cables que daban cuenta del avance hacia la sanción definitiva de la ley de medios, se despachó con una lección de espíritu democrático digna de compartir.
“Me da asco y repulsión absoluta, de Pichetto para abajo y de Agustín Rossi para abajo, todos los que avalan este tipo de cosas sólo para defender una posición de poder de un señor que tiene un desequilibrio emocional”, arrancó el analista con sentido común.
“Esto es indudable”, largó luego, sin jactancias, “porque esto ya no es la forma de ver política, esto es incuestionable: lo que está pasando en la Argentina lo ve todo el mundo”, sostuvo, como si todo el mundo pudiera caber en su cerebrito enojado.
“Están los que convalidan, por eso también me parece repulsivo lo que ha hecho el socialismo en la Cámara de Diputados. Sinceramente, me parece gravísimo y me parece un desastre”, apuntó después.
Pero enseguida volvió sobre el blanco predilecto de los que, como él, predican la libertad para todos los que piensan igual igual que ellos: “no podemos convalidar, ir hacia una sociedad como la que tiene esta gente en Santa Cruz, no podemos convalidar eso”, pontificó, para enganchar con que “los políticos están privilegiando una posición personal o grupal, antes que vivir en una sociedad serena, libre, con esperanza, con futuro”.
Para el final, Marcelo se guardó una reivindicación de la teoría no ya de los dos, sino de un demonio: “este mismo grupito de gente que está gobernando ahora hizo un desastre cuando eran jóvenes. Están haciendo otro desastre”.
