Con Alicia Kirchner como principal referente y con una convocatoria a sumarse sin perder identidades políticas y sociales previas está dando sus primeros pasos la Corriente de Liberación e Integración Nacional. Ya hubo presentación en Rosario, a cargo de la funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Inés Páez, acompañada por Agustín Rossi y por Hugo Burguez.

Páez es la secretaria de la secretaría de Organización y Comunicación Comunitaria de la cartera a cargo de Alicia Kirchner y presentó la Corriente en un plenario con militantes y dirigentes del sur santafesino que se realizó en el salón de Municipales de calle Entre Ríos el viernes pasado.

La precedió en el uso de la palabra Burguez, delegado regional de Desarrollo Social de la Nación, y el cierre estuvo a cargo de Rossi, que expresó su adhesión a los lineamientos de la convocatoria de la Corriente.

Desde el espacio que posiciona como referente política a la ministra de Desarrollo Social remarcan que el objetivo es ayudar a “seguir construyendo las transformaciones iniciadas por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner” con “convicciones, pasión, militancia y mística”.

Aquí, el más reciente documento político elaborado por la Corriente:

PARA QUÉ LA CORRIENTE NACIONAL DE LIBERACIÓN E INTEGRACIÓN NACIONAL

“Algunos quieren un país para pocos y no para todos, contrariamente a nosotros. Esto es lo injusto y hay que cambiarlo desde la política.”
Cristina Fernández de Kirchner

“Sólo la organización vence al tiempo.”
Juan Domingo Perón

Cuando el 25 de Mayo de 2003 se inició la gestión de nuestro gobierno el pueblo argentino empezó la construcción de un espacio nacional inclusivo con el acceso a derechos humanos sociales, políticos, y económicos.

Nuestro gobierno no se amparó en las “herencias recibidas” pese a recibir el país en una de las mayores crisis de su historia (2001 -2002).

Hubo que sortear muchos obstáculos en el camino aún inconcluso y hacernos cargo de una realidad donde la pobreza, la desintegración social, el olvido de la persona era moneda corriente.

Lo que pasó en la Argentina fue producto de una falta de responsabilidad de una clase dirigencial que se escapó por no saber gobernar y que aún tiene la hipocresía de querer hacerlo desde la obstrucción permanente.

Hoy, el Estado con la Presidenta Cristina Fernández sigue profundizando y produciendo los cambios y tal como señaló el ex presidente Néstor Kirchner, "debe orientarse centralmente a crecer y reinstalar la movilidad social ascendente que caracterizó a la Argentina. Educación y salud, políticas de primera calidad, protección y promoción social de los que más necesitan, deben ponerse al servicio del objetivo de expatriar el escarnio de la pobreza".

En el 2.008 con el estallido de la crisis internacional, la argentina pudo hacer frente a los coletazos de la misma con una fortaleza que no hubiera tenido en el 2001-2002.Lo hizo defendiendo el trabajo, interviniendo desde el Estado en la economía como regulador del mercado, y defendiendo y promoviendo la producción nacional. Siempre las crisis internacionales como el “Tequila” o “Caipirinha” tuvieron efectos graves en el país, generando incertidumbre económica, crisis sociales, desocupación.

Por eso hoy mientras en los países centrales hay millones de ciudadanos que se convierten a diario en “nuevos pobres” por el cierre de fuentes de trabajo, en la Argentina la movilidad social es creciente, pese a todo lo que aun falta por hacer, pero ello es posible porque hay un Estado presente, activo y promotor.

Se abren dos caminos. Dos proyectos.

Cuando se discute la distribución del ingreso en una economía concentrada como la nuestra, la reacción se hace oír rápido. Hoy reviven de las cenizas los monstruos de los 90 (aquéllos que habían enmudecido después de la catástrofe del 2001) como si el destino de millones de argentinos estuviera en manos de la rosca política. Los mismos que se quejan porque el Estado argentino interviene en la economía y en el mismo movimiento aplauden la intervención de los Estados de los países centrales en sus economías. Medios concentrados ligados a los negocios del poder, políticos comprometidos con la matriz desigualitaria y empleados de los grupos oligárquicos, agentes encubiertos del sistema, se abalanzan sobre los canales de televisión, las radios y los diarios y despliegan su programa político para la restauración del “viejo orden”, que se consolidó con el golpe del ‘76. Y así volvieron camuflados en el rejunte los dirigentes que hoy se desviven por obstruir.

Por eso mismo hemos llegado a una encrucijada donde se abren dos caminos opuestos, dos proyectos de elección: profundización de la liberación y la integración o retorno al neoliberalismo opresor.

¿De qué hablamos cuando hablamos de la Corriente?

Decíamos en un documento anterior que no nos podemos dar el lujo de frenar el proceso político cuando nos queda tanto por delante: más inclusión, más trabajo, más industrias, defender el empleo, garantizar la salud y los derechos humanos de millones de compatriotas. Porque sabemos que todavía nos falta mucho, porque todavía no alcanzamos nuestra meta final: la consolidación de un país para todos.

Necesitamos avanzar con más organización, más militancia, sin ceder en nuestras convicciones. No puede ser que se hable de militancia solamente en época electoral: tenemos que recrear los espacios de militancia en la acción cotidiana y estratégica. Y a la pelea por una comunicación pluralista y democrática hay que asociarle la política, como instrumento para comunicar. Y se hace construyendo organización.

Nuestra idea es fortalecer el proyecto nacional desde una nueva herramienta que integre las distintas vocaciones militantes del frente nacional, que no se presume como la única verdad ni el único instrumento de construcción del proyecto. Queremos construir una herramienta de Organización Política que apuntale la construcción del proyecto nacional con la profundización de las transformaciones iniciadas por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

Nuestra meta es la liberación nacional y social, por todo eso, construimos esta herramienta de organización política que conduce Alicia Kirchner, porque ella representa:
• Seguir con el apoyo y el financiamiento de modalidades de propiedad y gestión social, como las empresas recuperadas, las cooperativas y las mutuales.
• Una comunicación pluralista y democrática.
• La profundización de la redistribución de la riqueza.
• La profundización del modelo nacional – popular, contra la restauración conservadora.

Por eso convocamos en este Bicentenario a todos los argentinos que quieran contribuir a la construcción de este proyecto nacional iniciado en el año 2003; los convocamos a sumarse a esta corriente sin perder su identidad ni la de su agrupación, ni de su movimiento o partido. Nuestra vocación es sumar, encontrar caminos, discutir metas superadoras del proyecto nacional. No vamos en contra de nadie ni a costa de otros.

Invitamos por eso a los movimientos, frentes, líneas, estudiantes, obreros, empleados, profesionales, organizaciones sociales, religiosas, de base, productivas, de la economía social, independientes, regionales y nacionales, para que cada uno, desde la identidad y realidad del lugar al que pertenecen sumen con reciprocidad social a la construcción de este proyecto. Por eso esta corriente nos abre un camino más para reunirnos y trabajar sobre las problemáticas y propuestas y ensamblarlas en un proyecto federal y nacional de integración territorial. Tenemos convicciones, pasión, militancia, mística; queremos seguir transformando. Estamos convencidos de la participación y la construcción colectiva.

CORRIENTE NACIONAL DE LIBERACIÓN E INTEGRACIÓN
ALICIA KIRCHNER CONDUCCIÓN

Carmen de Areco, abril de 2010.

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