Elisa Carrió respondió los dichos de Hermes Binner, quien había asegurado que la chaqueña es “complicada” y que no se veía compartiendo una fórmula con ella. “Yo soy complicada –admitió Lilita– pero mi fuerza nunca fue ambigua”. ¿Qué significa eso? Que nunca tuvo “relaciones con ministros corruptos”. Claro, la Coalición Cívica nunca gobernó ningún distrito del país.
El Acuerdo Cívico y Social da muestra en estos días de su falta de entendimiento. Un conjunto de voluminosos egos complica la relación entre las distintas fuerzas que la integran, o al menos entre sus principales referentes.
La diputada Elisa Carrió respondió este miércoles los dichos del gobernador Hermes Binner, quien la calificó de “complicada” y desestimó compartir una fórmula presidencia con la chaqueña, algo que sí hizo el titular del Partido Socialista, el senador Rubén Giustiniani. Estómagos son estómagos.
“Binner tiene razón, yo soy complicada”, admitió Carrió, por si hacía falta. Pero enseguida contraatacó, haciendo gala de su pureza, que la mantiene inmune del barro inmundo de la política cotidiana, en un pedestal cubierto de asépticos algodones.
“Somos una fuerza difícil, porque nunca hemos sido ambiguos. Siempre hemos luchado contra la corrupción”, bramó Carrió.
Y agregó: “No hemos tenido relaciones con ministros corruptos, tenemos posiciones muy claras, muy precisas, somos auténticos, no somos ambiguos”.
Un capítulo anterior de la novela de desencuentros entre las distintas facciones de la entente opositora tuvo lugar el lunes. En su paso por la provincia, para reunirse con Binner, la diputada bonaerense y líder del GEN, Margarita Stolbizer, había señalado que Carrió “cada vez que abre la boca divide y debilita al Acuerdo Cívico”. No estaba errada.
