La casona de Córdoba y Moreno, construida en 1928 y en la que durante 25 años –incluida la última dictadura militar– funcionó el II Cuerpo de Ejército, desde el viernes pasará a ser, luego de muchas idas y vueltas, el Museo de la Memoria. Esa vieja mansión también cobijó en los últimos años al bar Rock & Feller’s, lo cual postergó hasta esta semana la inauguración, gracias a sucesivas prórrogas extendidas por las administraciones socialistas a los empresarios de ese comercio, en desmedro de la apertura del Museo.
El 20 de mayo de 1999, el Concejo aprobó la ordenanza que solicitaba la expropiación del inmueble para destinarlo al Museo de la Memoria. Según testimonios de detenidos sobrevivientes de la última dictadura militar, en la sede de esa casona se “planificaban” las detenciones en la región, que eran ejecutadas por la Policía de Rosario y los arrestados eran alojados en el SI. La propiedad se encuentra a 200 metros del ex centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones de la Policía de Rosario (SI).
El edificio, conocido originalmente como la “Casona de los Padres”, fue proyectado por el arquitecto Ermete De Lorenzi y construido por el ingeniero José Spirandelli en 1928.
A fines de la década de los ‘40, la mansión dejó de ser utilizada como residencia familiar, teniendo desde entonces diferentes usos, entre ellos haber servido de base operativa del Comando del II Cuerpo del Ejército.
En 1983, con la restauración de la democracia, el edificio pasó de estar próximo a la demolición a ser utilizado con fines gubernamentales. Después, la cadena Rock & Feller’s firmó un contrato con el propietario del predio para explotar el bar temático, y luego consiguió que las sucesivas gestiones socialistas le extendieran varias prórrogas a ese convenio, hasta marzo de este año, cuando fue definitivamente recuperado para levantar allí el Museo de la Memoria, que será inaugurado oficialmente el viernes próximo, en un acto previsto para las 19.30.
El director del museo, Rubén Chababo, adelantó detalles del acto que, según expresó, tendrá “momentos muy emotivos dentro y fuera del mismo. Uno de ellos será cuando en el patio del edificio se descubran los Pilares de la Memoria, que son diez rollos que contienen los nombres de las víctimas del terrorismo de Estado en nuestro país”.
El funcionario, además, graficó: “En dos paredes de las galerías, el artista fotográfico Norberto Púzzolo presentará el mural de los «chicos apropiados» que, con nombres y fotos, reconstruye la historia de cada uno de ellos”.
El director anticipó que “el museo contará con un centro documental, una biblioteca especializada con más de 3.500 volúmenes y publicaciones, un centro de interpretación pedagógica y un auditorio con capacidad para 120 personas”, y agregó que la casona será, además, “sede de la oficina de Derechos Humanos de la Municipalidad local, creada en 2005”.
