El juez y detrás Oscar Romera que dijo que Monclus ayudó al niño.
El juez y detrás Oscar Romera que dijo que Monclus ayudó al niño.

El juez Juan Carlos Viena, que investiga el caso del conductor que en Callao y Güemes atropelló y mató a un niño de dos años, se disponía a ofrecer una conferencia de prensa cuando fue interrumpido por dos supuestos abogados defensores.

El titular del Juzgado de Instrucción Nº 4 invitó este miércoles a las 11, a los periodistas a su despacho para informar que el conductor del Renault Clio, Leandro Monclus, de 26 años había sido detenido a las 7.30, en su casa por efectivos policiales acusado de homicidio simple.

Pero, la conferencia de prensa no pudo realizarse debido a que dos supuestos abogados defensores del imputado ingresaron al despacho del magistrado haciéndose pasar por periodistas y comenzaron a reprocharle la decisión.

“Acá ha podido más la fuerza mediática que el actuar sereno de la Justicia” (…) comenzó diciendo el mayor de las dos personas que se presentaron como abogados defensores pero, se negaron a dar sus nombres. A partir de la intervención de los letrados el juez se retiro a un recinto continuo.

Los abogados continuaron en el despacho ofreciendo sus explicaciones a la prensa. El de mayor edad dijo que se encontraba enojado porque habían trascendido datos que él desconocía, y continúo argumentado el porque al decir que tal vez eso pasó porque no tomó contacto desde un principio con la causa. Prosiguió quejándose porque mientras en mesa de entradas le habían informado que se encontraba el secreto de sumario, comenzaba una conferencia de prensa.

“Llama la atención que una persona que se presentó espontáneamente y socorrió a la víctima sea detenido” dijo faltando a la verdad o desconociéndola teniendo en cuenta que todos los testigos coincidieron al sostener que se fugó luego del accidente.

Personal de tribunales informaron que el letrado de mayor edad es Oscar Romera, quien litiga en causas por delitos penales económicos, mientras que al segundo lo identificaron como Martín Scocco. También trascendió que ninguno de los dos ingresó un escrito en el expediente para ser designado abogado defensor del victimario.

Oscar Romera dio la impresión de atarse los cordones a la carrera cuando al ser consultado por uno de los movíleros admitió desconocer los casos de Sebastián Pira, imputado y prófugo de la Justicia por matar a dos chicas en 1997 y de Matías Capozzuca, quien mato a dos jóvenes y dejo un tercero con severas secuelas en 2005. “No sé, no conozco”, se limitó a responder.

Además, señaló que iba a recusar al juez Juan Carlos Viena porque “aplica un código a la manera de Torquemada”, el inquisidor español que ordenó la proscripción de todos los judíos de España en agosto de 1492.

Luego de diez minutos el juez regresó a su despacho y anunció que suspendía la conferencia, mientras Romera lo grababa con su celular. Sobre el letrado protagonista de los hechos el magistrado señaló: “No conozco al señor, no se presentó formalmente como defensor”. Y agregó que lo invitaba a interiorizarse de la causa.

Romera fue reprendido en más de una oportunidad por los periodistas presentes porque no dejaba hablar a Viena con sus continúas interrupciones.

No obstante el juez de Instrucción Nº 4 confirmó lo que iba a anunciar en la conferencia: que él aceptaba la competencia para investigar el hecho, que la causa está caratulada como homicidio y lesiones simples, que Monclus quedó detenido y este jueves a las 11 le tomará declaración indagatoria para luego resolver el pedido de excarcelación.

Monclus, el pasado 3 abril subió a la vereda para proteger su vehículo del granizo y mató a un niño, José Francisco Pais, que se encontraba junto a su familia resguardándose de la lluvia. Por tal motivo, el juez de Juan Carlos Viena, dispuso su detención luego evaluar las declaraciones testimoniales de una mujer, sus dos hijos, y el relato de un hombre que se presentó espontáneamente el jueves pasado en Tribunales.

Todos los testigos fueron presenciales y coincidieron al contar el suceso acontecido en la esquina próxima a la terminal de trenes. El conductor del Clio realizó, según los testimonios, una maniobra premeditada. Primero paró el automóvil por el semáforo, luego dio marcha atrás para posicionarlo, aceleró para sortear el cordón y lo subió a la vereda, donde se encontraba la víctima y otras personas más.

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