El titular del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Carlos Rozanksi, autor de la ley que impone el uso de cámara Gesell en caso de niños abusados, defenderá esa iniciativa en un encuentro internacional de especialistas en abuso infantil.
El juez, titular del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que juzgó y condenó por genocidio al represor Miguel Etchecolatz y al capellán Christian Von Wernich, será uno de los tres oradores principales de la mesa redonda organizada por la Sociedad Internacional para la Prevención del Abuso Infantil y el Abandono (ISPCAN), en la ciudad de Denver entre el 5 y el 7 de mayo.
El objetivo de ese encuentro, en el que participarán 40 especialistas de todos los continentes, es producir un documento de base que sirva de guía para intervenciones en casos de abuso sexual infantil.
El magistrado fue el autor del proyecto, convertido en ley por el Congreso nacional en 2003, que modificó el Código de Procedimiento Penal de la Nación al establecer que un menor de 16 años víctima de delito sexual "sólo será entrevistado por un psicólogo especialista en niños y/o adolescentes designado por el tribunal que ordene la medida, no pudiendo en ningún caso ser interrogado en forma directa por dicho tribunal o las partes".
"El acto se llevará a cabo en un gabinete acondicionado con los implementos adecuados a la edad y etapa evolutiva del menor", destaca la norma en referencia a la cámara Gesell u otro dispositivo que aísla al niño de las partes de un juicio.
Argentina es el único país que, a través de la denominada "ley Rozanski", protege a los chicos víctimas de abusos al evitar exponerlos a un interrogatorio y promover, en cambio, que sean entrevistados por especialistas. En dicho contexto el magistrado relató la experiencia a partir de la cual surgió esta iniciativa.
"Hace muchos años era juez de la Cámara del Crimen de Bariloche y participé en el juicio del abuso sufrido por una menor de 17 años, con un fuerte retraso mental, a la que habían penetrado con un palo en la vagina", contó. Luego, Rozanski prosiguió: “La adolescente estaba en el juicio contando lo que había sucedido y el juez a mi lado le preguntaba si el muchacho le gustaba, si no quería tocarlo".
El juicio se interrumpió y Rozanski denunció al día siguiente a ese juez por violación a los derechos del niño y torturas psicológicas. "Más allá de la locura perversa de ese juez, hoy sigue siendo juez", indicó Rozanski, quien en ese momento vio que "había algo que no cerraba en esa escena y lo que no cerraba era que esa chica no tenía que estar en el juicio". A partir de ese descubrimiento, Rozanski dedicó 5 años a investigar y delinear un proyecto que protegiera a esos niños."Nadie se había puesto a discutir qué le pasa a la criatura abusada que debe sentarse ante desconocidos a declarar", apuntó.
En 2003, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación votaron por unanimidad a favor del proyecto de Rozanski que modificó el Código de Procedimiento Penal y actualmente más de la mitad de las provincias se adaptó a esta norma. "Se prohíbe a jueces, policías y fiscales interrogar a criaturas, no hay contacto salvo con los especialistas, que son los que saben el nivel de trauma de la víctima. El juez no lo sabe", destacó.
Rozanski reconoció que esa norma "significó quitarle el poder a los jueces, fue una herida narcisista, un ¿por qué yo no puedo interrogar?". "El nivel de trauma que vive la criatura abusada no permite que se siente en el juicio porque los que interrogan son extraños y en segundo lugar no está en condiciones de ser interrogada", puntualizó.
La Convención de los Derechos del Niño garantiza en su artículo 12 el derecho a ser oído. "Yo sostengo que sentar a una criatura donde no debe estar es violar el derecho a ser oída porque se lo silencia. El derecho a ser oído es crear condiciones para que la víctima pueda ser escuchada”, dijo el juez. "Oír a la víctima no es poner la oreja: es crear condiciones adecuadas para que se exprese según su etapa evolutiva y su nivel de trauma que le permitirá expresarse mediante el juego, el dibujo o la palabra", una decisión que debe evaluar el especialista.
Desde hace 20 años Rozanski se encarga de capacitar en la temática de abuso infantil a jueces y fiscales dentro y fuera del país, ya que también ha dictado clases en Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile Brasil.
